ÍNDICE
GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general
de capítulos: PARA VERLO HACER CLIK sobre:
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.
El
artículo se desarrolla en un texto escrito en negro y se acompaña
de imágenes con un amplio comentario explicativo (en
rojo y cuya finalidad es razonar las ideas).
Podrá leerse completo, pero si desea hacerlo entre líneas, bastará
con seguir
la negrilla o
las letras rojas destacadas.
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
Retrato de
la familia de Sir Elyjah, pintado por J.Zoffany hacia 1883
-propiedad del Museo Thyssen Bornemisza, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra fotografía-. En esta curiosa escena
costumbrista, vemos
al noble inglés asentado en La India; bailando junto a sus hijos,
mientras unos músicos hindúes tocan melodías con un sitar,
timbales y lo que parece un arpa de boca.
La niña va ataviada como una “princesita india” y por el aspecto
de los artistas (tras ella), parece
que la música interpertada es de linea “mogol”.
Nombre que dan a los musulmanes asentados en la India desde el siglo
XVI y que crearon ese “imperio mogol” dominado por invasores
procedentes de Turquía y de Eurasia. Quienes gobernaron gran parte
del mundo hindú, importando su estética musulmana y sus estilos,
muy unidos al mundo islámico. Todo
lo que explica que los músicos -al fondo de la escena-, bien
pudieran ser artistas que trabajaron para Tamerlán o para Saladino.
Pues
el arte mogol se une en sus raíces a las más profundas tradiciones
del islam, partiendo desde fórmulas clásicas propias, que sabemos
procedían desde escuelas musicales y filosóficas ancestrales; como
la medieval de Bagdad.
Cuyas fuentes más cercanas se pueden hallar en el arte árabe, pero
sobre todo remontándonos a sonidos de Egipto y de la más remota
Babilonia. Desde las que nacieron teorías musicales y técnicas
artísticas que posteriormente heredaron los artistas de Bagdad, de
Hispahan o de Ankara; exportándolas a la India durante el dominio
mogol.
.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Dibujo
mío basado en un bajorrelieve de Tebas
(Luxor, Valle de los Reyes), donde vemos diferentes
bailarinas egipcias de la XVIII dinastía. Se observa como danzan
semi-desnudas y cubiertas tan solo con un tul transparente. Todo lo
que podría relacionarlas con las danzas del vientre -que han llegado
hasta nuestra época- o con las famosas bailarinas fenicias, que se
ayudaban de crótalos mientras contoneaban sensualmente su cuerpo
(apenas
cubierto).
EL
PRESENTE ESTUDIO PRETENDE ENCONTRAR LOS ORÍGENES DEL FLAMENCO EN
MOMENTOS PREVIOS AL SIGLO XVII. ANTES DE QUE LOS GITANOS ESPAÑOLES
LO TRANSFORMARAN Y CONVIRTIERAN EN SU FOLKLORE. NUESTRA FINALIDAD ES
PODER APORTAR UNA NUEVA VISIÓN A LA HISTORIA DEL FLAMENCO, CUYOS
TRABAJOS RELACIONADOS CON EL MUNDO GITANO SON TAN ERUDITOS, COMO
SOBRADAMENTE CONOCIDOS Y ACERTADOS.
.
.
A)
INTRODUCCIÓN:
.
Hemos
unido en esta PARTE TERCERA a Fenicia, Cartago e Israel; tres
culturas muy distantes en tiempo, significado y situación, aunque
compartieron fronteras y múltiples hechos históricos. Tanto que
Cartago fué “la hija emigrada” de Fenicia; mientras fenicios
y judíos permanecieron durante siglos asentados en tierras comunes y
limítrofes; asediadas y atacadas en innumerables ocasiones por
las mismas hordas extranjeras. Establecidos en la zona de Oriente
Medio que actualmente comprende Israel, el Libano, Siria y Jordania;
pero que antaño constituyó el paso entre Mesopotamia, Anatolia,
Egipto y el Mediterráneo. Puente y frontera entre las grandes
civilizaciones que florecieron desde el Neolítico al Bronce Final;
como lo fue Egipto, Sumer-Babilonia, la hittita, Creta y Chipre -o
las diferentes culturas Mediterráneas de raíz indoeuropea; últimas
en incorporarse a la zona y aparecidas tras el descubrimiento y
difusión del hierro-. Debido a ello, hemos aunado estas tres grandes
civilizaciones semitas, cuyo significado y orígenes explicaremos a
continuación; para comprender mejor su relación con Egipto y
Mesopotamia. Pero sobre todo para entender estas gentes procedentes
de Canaán, que colonizaron la Península en los albores de nuestra
Historia. Asimismo, resumiremos la herencia cultural que dejaron
Fenicia, Israel y Cartago en nuestras tierras; como primeras
colonizaciones asentadas en la Península Ibérica. Para lo que
comenzaremos con este capítulo donde trataremos acerca del
nacimiento de Fenicia y de Israel-Judá, junto con otros pueblos que
compartieron la Tierra de Canaán.
.
De
tal manera, nuestra PARTE TERCERA -que aquí comienza- versará sobre
los colonizadores de la Iberia Antigua venidos (o bien originarios)
de esta zona de Oriente Medio. Comenzando por exponer su historia
como pueblos y su significado como civilizaciones asentadas en
aquellas tierras, también llamadas el “Creciente Fértil”.
.
A-1)
LOS POBLADORES DE CANAÁN:
.
Dos
etimologías tiene el apelativo que
toma esa franja de tierra situada desde el actual Libano, hasta la
Península del Sinaí (zonas fronterizas con Anatolia y Egipto). La
primera y más admitida, nos dice que Canaán significa “país de
la púrpura”, y que procedería del
término acadio “Kinahu”, cuyo sentido en aquel idioma de
Mesopotamia era “rojizo”. Sabemos que este nombre era ya dado por
los egipcios desde el siglo XV a. C. a toda la zona que nos
referimos; denominación que aparece igualmente en tablillas
babilónicas cuneiformes y que pasa con igual sentido a los textos
veterotestamentarios bíblicos. Este es
el origen de la palabra Canaán que admiten la mayoría de autores,
aunque haya otros que la consideran derivada de un término de raíz
propia que significaría “comercio”, o “tierra de comerciantes”
(1) .
En cualquier caso y sabiendo que precisamente el producto más
significativo de esa cultura -con el que más comerciaron los
caananitas-, fueron las telas tintadas con el murex (púrpuras);
ambos términos pudieran haberse confundido. Tanto que la voz
“comercio” pudo ser análoga a la de “púrpura”, tal como
sucedió en otras lenguas, donde vocablos muy cercanos terminan por
ser sinónimos -algo que podemos ver en el castellano antiguo, donde
“plata”, “vellón” y “dinero”, fueron palabras análogas
(pues el valor de mercado se medía en los precios de las lanas, que
se intercambiaban fundamentalmente por dineros acuñados en plata y
llamados vellones como la piel del cordero)-.
.
Sea como fuere, la palabra Canaán es sin lugar a dudas un sinónimo
casi exacto a “Fenicia”; una segunda denominación que
procede del griego “foinix” (foinix)
y que significaba tanto fenicio, como púnico o cartaginés. Vocablo
heleno que originalmente se traducía por “rojo, rojizo,
purpureo”; aunque la palabra a su vez proviene de “faino”
(faino), que en griego es: “luz,
resplandecer, brillar” y por derivación, “rojizo o fatuo” (del
fuego). De ello, podríamos concluir que Canaáneos, fenicios y
púnicos, son tres denominaciones que significaría lo mismo: “los
rojizos, o púrpureos”. Aunque esta primera conclusión nos
llevará a añadir que -a nuestro juicio- esa voz griega
“foinixio” pudo a su vez proceder desde vocablos nilotas. Pues
existe a otra palabra egipcia muy similar, como es la de “bennu”,
cuyo significado es el de garza real y que se representaba en
Egipto con el jeroglífico de un ave de este tipo
(2) . Zancuda que se relaciona con el “pájaro de
fuego”, la famosa “ave fénix” de la mitología faraónica; cuyo
nido y nacimiento se asociaba con la luz, las llamas y el origen del
Sol. Pese a ello, no podemos determinar que la voz helena
“fenicio” proceda desde la lengua del Nilo; pues es difícil
conocer si la palabra “bennu” nace de un radical griego asociado
al fuego, o si es la voz helena “faino” la que proviene de un
término egipcio.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Arriba, un escarabeo
egipcio con jeroglíficos y en cuyo centro se observa el Ave Bennu.
Abajo, notas tomadas hace años en un cuaderno mío, donde recogía
los diferentes jeroglíficos de zancudas relacionadas con el “bennu”.
En
primer lugar vemos el ideograma de este ave (según Wallis Budge) y
su significado como “ave fenix” y color “rojo”. Más abajo,
el jeroglífico de ese pájaro sentado que se traduce por “inundar”,
“regar”; leyéndose “BAH”. Al igual que el dibujo de otras
garzas se leen “TESER” y significan también “rojizo”.
Finalmente, en la parte
inferior de mis notas vemos ya el ideograma de “BENNU” (tal
como lo representa Elisa Castell); cuya
traducción sabemos era “rojo” y “ave fenix”.
Tal
como decíamos, es francamente difícil determinar si la voz
helena “fenicio” procede de un radical egipcio semejante;
pues el hecho cierto es que la palabra “FAE” que indicaba
“fuego” en lengua griega es de origen indoeuropeo y así se
conserva en todos los idiomas de esta linea (donde se expresan las
llamas como: fair, fuego, foc, flamen etc). Por lo que habríamos
de pensar que tal vocablo hubo de llegar al Nilo tras la expansión
de los pueblos indoarianos; sobre
todo cuando estas gentes establecen gran contacto con el reino
faraónico (fundametalmente tras el siglo XVII a.C., cuando los
Hicsos crean un reino en el Delta). Por cuanto la palabra
indoeuropea “fenicio” o “púnico”, puede relacionarse con la
de Garza Real faraónica, tal como en imagen anterior hemos
visto, donde representábamos su jeroglífico según Elisa Castell.
Quien recoge el nombre de esta zancuda con copete (a veces con corona
de Faraón) transcrito como “Bnnw”; lo que designaba a un
pájaro que a su vez se identificaba con el “Gwengwen” (3)
y que asimismo era el guardián del “Huevo Cósmico”, que
representa el rojizo disco solar al amanecer.
.
Posteriormente,
esta garza real, fué convertida precisamente en el Ave Fénix de la
mitología (llamada Bennu en el Nilo), un hecho del que trataremos en
profundidad cuando hablemos del origen de la palabra “flamenco”.
Pero no olvidemos este antecedente protohistórico en el que
ya observamos cómo el término rojizo (púrpureo) y el ave fenix
-flamenco-, están muy unidos desde tiempos inmemoriales -al menos en
Egipto-. Civilización cuya mitología narra la existencia de
esa gran zancuda de color purpúreo, que sobrevuela periódicamente
Heliópolis (la Capital Egipcia del Sol) en homenaje al astro rey y
que allí tejía su nido para morir y renacer del fuego. Siendo
aquel ave Bennu -muy similar a Gwengwen- la encargada de guardar ese
Huevo Cósmico (primigenio), que ya dijimos simbolizaba el
nacimiento del Sol en el alba, con su gran bola rojiza; todo lo que
significaba a su vez el comienzo y origen del Universo.
.
En
nuestro análisis personal, este ave (garza real, o flamenco rosa)
se identificaría entre los habitantes del Nilo con esos pueblos
canaánitas, vestidos de púrpura y comerciantes; que venían
periódicamente al Nilo, procediendo de zonas lejanas -tal como
emigran las zancudas-. Arribando estos navegantes rojizos de forma
similar a las aves; movidos por el viento y a través del mar. Por lo
que su personificación mítica asociada al Bennu, se comprende tanto
más cuando recordamos que los fenicios eran adoradores del fuego,
del oro y del Sol (como padre de ambos elementos). Asimismo, esa
civilización canaanea y marinera tenía como rasgo común la mezcla
de tres razas; aunando gentes indoeuropeas (que bajaban desde
Anatolia y del Norte de Mesopotamia) con las asiático-babilonias
(semitas) y las egipcias (a las que llamaban camitas). Un
mestizaje que produjo una gran cantidad de pelirrojos; personas con
piel y pelo cobrizo, cuyo bronceado de alta mar unido a sus vestidos
de paños con púrpuras, les haría parecer realmente “hombres
rojos”. Todo lo que sin duda alguna les dio el calificativo de
Canaáneos, Fenicios o Púnicos.
.
Pero
los hebreos (también habitantes de la Tierra de Canaán) no se
consideraban del todo pertenecientes a esta “estirpe roja”.
Lo que corroboraría la teoría de que fenicio y canaáneo fueran
voces entendidas como sinónimos desde mediados del II milenio a.C.;
debido a lo que otros pueblos ajenos a Fenicia no aceptaban
realmente ese apelativo de “hijos de Canaán”. Un hecho que
se muestra en el Génesis (10, 6), donde escribe que tales
canaánitas son anteriores a la emigración de Israel y los
categoriza como “hijos” de Cam: Camitas, tal como lo eran
Kush (Etiopía), Mishayim (Egipto, Alto y Bajo) y Punt (o Put, en el
sur del Nilo). Considerando pues, que Canaán nace de la
influencia de Egipto en la zona de Oriente Medio y en tiempos
premosáicos; definiendo así a los canaánitas anteriores a
Israel, como pueblos originados de migraciónes procedentes del sur
(camitas o hijos de Cam, de procedencia africana). Por cuanto La
Biblia menciona poco después (Gen.10, 15 ss) entre los otros
hijos de Canaán, a Sidón (Fenicia) y a Jet (los hittitas); lo cual
demuestra que el concepto de canaánita para los israelitas se
identificaba totalmente con el de egipcio emigrado a las costas de
Asia Menor. Gentes unidas a su vez con los indoeuropeos
invasores, procedentes de Anatolia y llegados hasta Fenicia con la
expansión del Hierro (desde el siglo XIV a.C.). De esta
genealogía bíblica, sucederá que la estirpe judía nazca solo de
Sem; a quien se deben todos los hijos de Heber -hebreos-. Pero
además se observará que entre los hijos de Canaán está
Amorreo, quien es sin duda el tronco de los Amorritas o de las tribus
que vinieron desde la Península Arábiga hacia el 2200 a.C.;
llegando al Sinaí para invadir posteriormente esa zona de Oriente
Medio y Mesopotamia. Quienes son indiscutiblemente el origen
histórico de los pueblos beduinos, que crearon varias de las
tribus Sináicas; como fueron los judíos e israelitas (de
quienes hablaremos más tarde).
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
“El
Mundo del Génesis” tal como lo identifican Robert Graves y Rafael
Patai
en su libro "Los Mitos Hebreos" (agradecemos
a los herederos de Graves-Patai nos permitan divulgar este mapa). En
este observamos las culturas que poblaban por entonces el Mundo
Antiguo, que se consideraban todas descendientes de Noé,
quien tuvo tres vástagos: Sem, Cam y Jafet de los cuales se originan
las tres "razas" o civilizaciones humanas -semítica,
camítica y jafética-
(4)
. Entre ellos, Sem
será el antecesor de Israel, mientras otros canaáneos descenderían
de Cam.
Pues tal como podemos leer en el Génesis (X; 15-19)
“Canaán engendró a Sidón,
su
primogénito, y a Het, y
al jebuseo, y al amorreo, y
al
gergeseo, y al heveo, y al araceo, y al
sineo,
y al arvadeo, y al zemareo
y
al hamateo; y después se
dispersaron
las
familias de los
cananeos.
Y fue el territorio de los cananeos
desde
Sidón, viniendo a
Gerar
hasta
Gaza, hasta entrar
en
Sodoma
y Gomorra, Adma
y
Zeboim,
hasta
Lasa”. Continuando
El Génesis con la genealogía de Sem, del siguiente modo (X; 21-31):
“También
le nacieron hijos
a
Sem, padre de todos los hijos
de
Heber, y hermano mayor de
Jafet.Y
los hijos de Sem: Elam, y
Asur,
y Arfaxad, y Lud y Aram. Y los hijos de Aram: Uz, y
Hul,
y Geter y Mas. Y Arfaxad engendró a Sala,
y
Sala engendró a Heber. Y a Heber le nacieron dos hijos:
el
nombre
de
uno fue
Peleg,
porque
en sus días se
dividió
la
tierra; y el nombre de su hermano,
Joctán.
Y Joctán engendró a Almodad, y a Selef, y a Hazarmavet,
y
a Jera, y a Adoram, y a Uzal, y a
Dicla,
y a Obal, y a Abimael, y a
Seba,
y a Ofir,
y a Havila y a Jobab;
todos
éstos fueron
hijos
de
Joctán.
Y fue su habitación desde
Mesa,
camino a Sefar, hasta la
región
montañosa del oriente. Éstos fueron los hijos de Sem
por
sus familias, por sus lenguas,
en
sus tierras, en sus naciones”.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Arte
de Biblos perteneciente al siglo XVIII a.C.; pectoral en oro del rey
Abi Chemu en forma de halcón Horus (propiedad
del Museo del Louvre, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra
imagen).
Como podemos observar, en
la centuria del 1700 a.C. ya existía en Oriente Medio un puerto y
ciudad de enorme influencia y paralelismo con Egipto. Nos
referimos a
Biblos, colonia del Nilo y donde los súbditos del faraón fabricaban
sus objetos de madera; principalmente barcos y sarcófagos (dado
que en el desierto apenas hay árboles). Los astilleros egipcios se
situaban en este lugar, donde abundaba el cedro del Líbano; de los
que se hacían cascos y naves desmontables, que se transportaban
hasta el Nilo para luego ensamblarlos. Pero en
el 1680 a.C. se produjo el terrible terremoto y explosión del
Tera-Santorino;
cuya caldera volcánica estalló, provocando
uno de los más devastadores desastres naturales conocidos en el
Mediterráneo. Destruyendo no solo el Tera y gran parte de Creta;
sino además devastando toda la costa de Oriente Medio, que vivió
años sin verano, bajo una nube de polvo volcánico.
.
Tras
aquella hecatombe, civilizaciones
como la de Ebla o la de Biblos, entraron en plena regresión; pues
los súbditos del faraón huyeron hacia el Sur del Nilo, al observar
el maremoto sobre sus costas, junto a la llegada de piedra pómez y
de nubes tóxicas.
Debido a ello, muchos
pueblos asentados en el Sur de Anatolia, en Oriente Medio o en
Canaán, huyeron en esos años hacia el Norte de Egipto, que se vio
abandonado
y dejado a su suerte por los gobernantes (quienes se refugian en
zonas alejadas del Mediterráneo -como la capital, Luxor-). De
ese modo se inició una nueva dinastía en el Delta del Nilo (la de
los Hicsos) sostenida por invasores extranjeros. Mientras las costas
de Oriente Medio se verían ocupadas por nuevas gentes que llegarían
hasta esas zonas abandonadas, para sustituir a la población huida
tras el terremoto y la explosión del Tera-Santorino. Siendo ese
momento en el que nuevos pobladores se asentarían en lo que más
tarde fue Fenicia; nacida desde el siglo XV de las influencias
llegadas de la antigua Biblos, aunada con el mundo hitita y
finalmente con los Hombres del Hierro.
Continuando
con el modo en que La Biblia narra el poblamiento de Canaán por los
israelitas: Éxodo -17- menciona una victoria contra los
Amalequitas (antiguos habitantes canaanitas del Sinaí) y más tarde
Josué -11- intitula su pasaje como “conquista del Norte de
Canaán”. Tras ello, en Josué -12- se citarán “los monarcas
y pueblos de Canaán” vencidos y expulsados por los israelitas.
Estos son, entre otros: Amorreos, Canaanitas, Guirgaseos, Hittitas,
Hivitas etc. (igualmente mencionan como expulsados a los
cadmoneos, giblitas, sidonios y filisteos). Por su parte, en los
siguientes versículos de Josué se exponen las victorias y
conquistas sobre distintas ciudades y reyes de estas tierras. Así,
en esta última lista de pueblos que menciona El Antiguo
Testamento, observamos una mezcla de culturas entre los que se hallan
los propiamente originarios de Canaán (amorreos y canaanitas) junto
a otros que se consideran invasores de la zona; como fueron los
llamados Pueblos del Mar y los Hittitas (llegados a Oriente Medio
desde Anatolia a partir del siglo XVI a. C.). Por su parte, El
Antiguo Testamento presenta otra relación de gentes contra las que
Israel lucha y que eran propiamente fenicios; como los sidonios o los
giblitas (naturales de Sidón o Biblos).
.
En
todo ello se percibe el deseo claro y conciso de distinguir a los
judeo-israelitas de otros pueblos que cohabitaron con ellos en
tierras de Canaán. Destacando comúnmente entre los enemigos -por su
proximidad fronteriza- a los de estirpe fenicia (sidonios y
giblitas); pero sobre todo a los más odiados por los judíos,
como fueron los hititas y los filisteos -de origen marino e
indoeuropeo-. Siendo hoy los filisteos considerado un Pueblo del
Mar que invadió Canaán; a nuestro modo de entender se trataría de
cretochipriotas llegados a Oriente Medio tras la guerra de Troya
(hacia el siglo XII a.C). Cuando los dorios comienzan a asediar Creta
y Chipre, acabando con la cultura minóica; por cuanto considero
probado que aquellos filisteos eran micenios y minóicos, huidos
hasta las costas de Canaán en los años en que el hierro se expande
y sus culturas se desvanecen (como otras civilizaciones del
bronce que tocaron a su final entre el siglo XII y el XI a.C.). Por
cuanto recogemos, la llegada de los filisteos a Canaán sería
casi coetánea a las fechas que lo hicieron los judíos mosáicos;
debido a lo que se entiende que algunos de los filisteos se
integrasen entre las tribus de Israel, formando parte principalmente
de las asentadas en Golán (5a) .
.
De
todo lo expuesto, deducimos que Canaáneos solo se consideraban
algunos de los pueblos más antiguos habitantes de Canaán; ello
posiblemente, por la diferencia estre las múltiples culturas
asentadas en aquel lugar. Donde la antipatía con los vecinos
fronterizos se comprende debido a los orígenes tan diferentes y a
religiones tan dispares. Lo que provocó entonces que esa multitud de
gentes “que se agolparon” entre el Sur de Anatolia y el Sinaí,
permanecieran durante siglos en continuos conflictos. Pues sus
culturas eran tan distintas, como parecidos fueron sus orígenes; sin
querer definirse njnca unos y otros con un mismo término. Es decir,
que aunque todos los que allí vivieron durante los últimos tres
milenios a.C. tuvieron unas raíces similares; a su vez y por
influencias obtenidas de diferentes civilizaciones, se consideraban
entre ellos muy distintos. Debido a que unos nacieron de culturas
marinas, otros del desierto y el resto, de las pastoriles o mineras
del Cáucaso. Siendo en definitiva aquellos a los que llamamos
canaánitas; emigrados cretominiocos, egipcios, hittitas, eblitas,
mitanios, babilonios, asirios y sumerios; que fraguaron en el
“Creciente Fértil” un crisol plural, tan distinto como difícil
de compaginar. Pese a ello, hemos de englobar a todos estos
pueblos que compartieron la franja de Oriente Medio comprendida entre
el Libano y Egipto (incluyendo parte de Siria y Jordania); en un
mismo “bloque cultural” de la Antigüedad. Civilización que
llamamos de la Tierra de Canaán y sobre la que ya veremos que su
común denominador es un origen histórico compartido; como tierra de
frontera entre los “tres mundos” que existieron desde el
Neolítico hasta el fin del Hierro: Egipto, Mesopotamia y Anatolia El
Egeo.
BAJO
Y JUNTO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado, ánfora fenicia de los siglos IV al II a.C. (tipo Mañá a-4)
hallada en las costas de Huelva. Abajo, dos ánforas también de
tipología fenicia y de los mismos siglos, encontradas en Ceuta
-todas
ellas propiedad del Museo Arqueológico de Sevilla, al que
agradecemos nos permita divulgan nuestras imágenes-.
La
aparición de gentes venidas desde Canaán hasta nuestras tierras, se
documenta en el último tercio del siglo IX a.C.; momento en que
comienzan a datarse los primeros hallazgos de enseres fenicios
encontrados en la Península.
Desde estos contactos iniciales pasarán
apenas doscientos años para poder testificar numerosas colonias
sidonias y de Tiro, asentadas en el litoral mediterráneo y atlántico
de iberia.
Todo lo que iniciará un periodo de colonizaciones, que culminarán
con el dominio cartaginés de gran parte de la Península.
B)
LA TIERRA DE CANAÁN (orígenes y confluencia cultural con la
Península Ibérica)
.
1º)
- Los orígenes:
Hacia
el 5000 a.C. Jericó ya era una gran ciudad comercial y centro de
agricultura. Además sabemos que durante ese V milenio a.C. en Canaán
se intercambiaban objetos llevados desde el Tigris y Éufrates al
Nilo (y viceversa). Iniciándose la Edad el Cobre en la zona del
Sinaí sobre el 4500 a.C., y mil quinientos años después, la del
Bronce (hacia el 3000 a.C.,
coincidiendo con el comienzo del periodo dinástico en Egipto). Por
su parte, el puerto de Biblos, parece
evidente que se funda a mediados de ese V milenio y pervivió miles
de años con una igual finalidad, cumpliendo durante miles de años
su misión de exportar madera hasta el Nilo.
Pues la mayor actividad y función de esta ciudad era ya desde las
fechas de su fundación; la venta y
transporte de cedros del Líbano a esa zona que luego sería el
próspero Egipto faraónico.
Contribuyendo a la economía del Nilo
con aquella materia prima, de la que el desierto carecía;
logrando así el inició y progreso de esa gran civilización. Tanto
fue así, que hacia la mitad del V
milenio a.C., ya se llevaban desde la naciente Biblos y hasta el
delta, los cedros en “pateras de cabotaje”; vendiéndose los
troncos en aquellos lugares del Nilo donde la madera era un bien muy
preciado. Todo ello pese a que su
transporte por entonces podía suponer unos diez días de viaje;
debido a que se recorrían de forma
precaria las cuatrocientas millas de distancia que separan las costas
del Líbano con las de Egipto.
.
Así
nació, floreció y permaneció Biblos, la cabeza comercial que dió
origen a Fenicia; una legendaria ciudad que incluso otorgó
nombre al libro (debido a que desde Biblos se importaron y
extendieron por todo el Mediterraneo los papiros faraónicos). Un
puerto y urbe llamado por los egipcios Ilubna, luego por los sumerios
Gubla, que se menciona en la Biblia como Guebal, y que entre los
canaaneos se denominaba Gabal. Emporio que se situaba a unos
quince kilómetros al norte del actual Beirút y que parece comenzó
durante la primera mitad del V milenio a.C., como un simple
campamento de taladores de cedros -quienes construirían todo
tipo de enseres con esa madera-. De su importancia como centro
exportador de esta madera dan cuenta numerosos hallazgos
arqueológicos; aunque para obtener testimonio escrito de ello hemos
de remontarnos al primer Egipto dinástico. Encontrando cómo
hacia el 2650 a.C. el faraón Snefru (IV Dinastía) hizo grabar una
estela actualmente guardada el museo de Sicilia, en la que se
describe el modo en que había recibido cuarenta cargamentos de
madera de cedro desde la ciudad de la montañas del Líbano, y con
los que manda construir tres barcos (5b)
. En ello vemos no solo la importancia de la madera para uso
cotidiano, sino que esta materia prima era imprescindible para a
construcción de naves en el Nilo. Embarcaciones de las que
recordemos tenían dos finalidades, una ritual y otra de uso
cotidiano. Pero para ambas debían utilizar materiales
suficientemente seguros e imperecederos, como lo eran esos cedros de
Biblos (puesto que otras maderas se corrompen fácilmente y en corto
tiempo precisan de un continuo mantenimiento). Asimismo, para
realizar obras de gran arquitectura, o para fabricar instrumentos de
trabajo, muebles y otros enseres importantes; también precisaban los
egipcios de estos troncos de gran dureza y calidad. Pues los
barcos y enseres hechos con mimbres o juncos y con maderas menos
nobles; obligaban a mantener y reponer piezas de continuo (en una
época en que los barnices, pinturas o medios de producción,
permitían pocas reparaciones o cambios).
JUNTO
BAJO ESTE PÁRRAFO: Al
lado, dibujo mío de un bajorrelieve fechado hacia el 2.400 a.C. y
hallado en la mastaba de Ipy; con un velero fluvial del Antiguo
Imperio egipcio, arbolado con el clásico palo abatible.
En su interior, podemos ver algunos pasajeros y la carga que
transporta, lo que nos habla de un comercio nilota continuo -no solo
entorno al tráfico fluvial, sino también por el Mediterráneo-.
Pese a ello, sabemos
que los egipcios no solían navegar hacia tierras muy lejanas,
prefiriendo dejar estas misiones a otras culturas aliadas
(como la fenicia o la bibliota). Por lo que, aún teniendo una gran
flota militar, la usaban principalmente para vigilar las costas del
Mediterráneo o del Mar Rojo; sin aventurarse de continuo a largas
expediciones.
.
.
.
.
En
la fotografía de al lado,
la famosa “barca solar de Keops” hallada junto a la Gran Pirámide
y fechada hacia el 2500 a.C. (agradecemos
al Museo de la Barca y Pirámides de Giza, nos permitan divulgar
nuestra imagen). En
estas dos imágenes se observan los dos tipos de embarcaciones que se
construían con los famosos cedros del Líbano: Rituales o
comerciales. Aunque en la mayoría de los casos se trataba de naves
fabricadas en modo ensamblado;
pudiendo ser desmontadas y transportadas por piezas desde Biblos, o
bien a través del desierto -para luego botarlas en el Mar Rojo o en
el Mediterráneo (indistintamente), al llegar hasta cualquier
orilla-. Asimismo, sabemos que las
naves de río también se construían de igual forma y que los
ejércitos del faraón solían transportarlas por piezas en sus
expediciones lejanas; para montarlos al llegar frente a un lago o
ante un cauce inaccesible, pudiendo así cruzar a sus hombres.
.
Además
de la construcción de barcos existían otros motivos y usos que
hacía imprescindible al cedro en Egipto:
Como fue la utilización de su aceite y su resina en forma
de bálsamo. Pero sobre todo, su importancia nacía del uso de esta
esencia como conservante mortuorio. Lo que se realizaba empapando
con el líquido resinoso del cedro las vendas de las momias; algo que
principalmente se llevaba cabo con cadáveres de personas
importantes (de ello la presencia continua de Biblos y de sus
materias primas en el mundo religioso y especialmente en el
faraónico). Este bálsamo conservante, procedente del aceite de
coníferas era la mirra, entre las que destacaba la de cedro del
Líbano; cuyo olor fue símbolo de la santidad. Una importancia y
significado religioso de esta esencia, que conocemos sobradamente por
la Historia; pues nos ha llegado en episodios bíblicos tales como la
Epifanía (aunque la mirra en época de Cristo se usaba como resina
de conífera y dándole un uso similar al del incienso -para
quemar-). De lo narrado anteriormente, comprenderemos que ya desde
el III milenio a.C. las expediciones egipcias hasta los bosques o
puertos del actual Líbano fueran llevadas a cabo con un carácter
más religioso que comercial. Por lo que esos viajes se veían como
una peregrinación en busca del bálsamo sagrado, más que como
asunto puramente comercial y de negocio.
.
Con
ello, el culto al cedro proliferó en el Nilo y en Egipto; naciendo
desde el III milenio a.C. varias ceremonias de sacralización de ese
árbol. Costumbres y cultos que se unieron unas a otras; llegando
a divulgar entre algunos súbditos del faraón, la obligación de
peregrinar hasta el lugar en que nacían los cedros. En nuestra
opinión, de esos viajes faraónicos hasta Biblos y de estos
cultos egipcios exportados hasta Oriente Medio, nace en fechas muy
tempranas del Nilo el “ciclo osiriaco de Fenicia”. Unos
mitos que narran cómo tras ser asesinado Osiris y arrojado en un
cofre al Nilo; ese arca fue llevada por la corriente hasta la
desembocadura del río (6)
. Allí, abandonada a deriva, llegó hasta el Mediterráneo y siguió
flotando a su merced por mar hasta arribar a Biblos (6a)
. Por lo que Isis, conociendo que el ataúd de su difunto marido
había llegado hasta esa ciudad flotando, se trasladó a vivir junto
al féretro, hasta que lo pudo rescatar y traer de nuevo a Egipto
(6b) . Dicho ciclo de Isis y Osiris, creemos que
muestra realmente la estrecha relación entre Biblos y Egipto desde
sus inicios, tanto como la función sagrada que tenía el uso de las
maderas importadas al Nilo desde el actual Líbano.
.
Pero
regresando a los comienzos de Canaán; recordaremos el modo en que
faraón Snefru -hacia el 2650 a.C.- redactó entre sus
escritos el envío de cedros para construir barcas reales. Por
cuanto en la Era de las Pirámides era ya sobradamente conocida la
utilidad de aquellos bosques y de los árboles cercanos a Biblos.
Siendo su explotación y riqueza uno de los principales motivos que
provocarán desde estas fechas, grandes cambios y migraciones en esa
zona de Oriente Medio. Consecuentemente, entre el 2300 y el
2000 a.C. surgen los denominados Amorritas, que emigraron desde la
actual zona de la Península Arábiga en dos direcciones: Los
primeros hacia Mesopotamia, fundando la misma Babilonia; los otros
hacia Palestina-Fenicia, invadiendo y creando Canaán (aunque
algunos teóricos piensan que dichos Amorritas fueran tribus
mesopotámicas; allí sublevadas y que luego avanzan hacia el Oeste).
Es entonces, hacia el 2200 a.C., cuando entran estas nuevas hordas
guerreras venidas del desértico Sureste, destruyendo y cambiando las
antiguas ciudades que allí existían. Atacando Biblos, la urbe
más importante y que ya por entonces tendría más de dos mil años
de Historia.
.
Acerca
de los Amorritas, su origen arábigo se confunde con un largo periodo
que les mantuvo entre Babilonia y el desierto del Sinaí, habitando
como nómadas durante siglos. Hasta que, constituidas como tribus
beduinas bien organizadas y de gran fortaleza, a fines del III
milenio, consiguen hacerse con el poder de la franja de tierra
comprendida entre este desierto y las costas de Fenicia (Canaán).
Por cuanto hemos de pensar que los Amorritas fueron una unión de
pueblos trashumantes, que se unificaron con el fin de liberarse del
gran poder comercial y político de Egipto en la zona de Canaán,
consiguiendo para ello gran apoyo de Mesopotamia (pues sus
hermanos de origen habían triunfado allí, construyendo misma
Babilonia). De tal manera, estos habitantes de Oriente Medio se
compondrían en aquel tiempo de una amalgama formada por pre-fenicios
autóctonos (pueblos costeros y navegantes anteriores a los
fenicios); junto a egipcios allí asentados (en Biblos) y sobre todo
de beduinos llegados del desierto (amorritas) ayudados por sus
parientes y clientes de Mesopotamia. Por cuanto expresamos y
aunque Sabatino Moscati afirme que los Canaaneos se crean por
evolución gradual en la zona; parece indudable y evidente que en
este final del III milenio a.C. hubo una gran invasión y tremendas
luchas, así como un aporte de pueblos venidos del Tigris y Eúfrates.
Un hecho, además, nos hace
suponer que una gran parte de esta invasión o migración
llegada a Canaán, lo hace para liberar de Egipto a los allí
asentados. Este es el dato histórico que obtenemos al conocer
cómo poco antes de aquellas migraciones y guerras (hacia el año
2300 a.C.), el faraón Pepi I envíó a sus ejércitos varias veces a
las zonas de Fenicia y Sinaí, para acabar con las revueltas y seguir
dominando esas tierras desde el Sinaí hasta Biblos.
.
SOBRE Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Dos imágenes obtenidas desde bajorrelieves del templo de Hatsepsut de Deir-El-Bahari; donde vemos expediciones que esta “faraona” envió hasta el reino de Punt (que se supone en las inmediaciones de Somalia). ARRIBA, los barcos en bajorrelieve, tal como los vio y dibujó Auguste Mariette en 1877; abajo, una de estas naves copiada desde los modelos de Mariette e imaginada por el creador de papiros modernos. Como podemos observar, los barcos parecen tener unos treinta metros de eslora y van cargados con centenares de miles de kilos de mercancías (entre las que se encuentran monos y árboles). Pese a ello, sabemos que el fin de aquellas expediciones era llegar hasta minas de oro y plata, que al parecer abundaban en estas zonas próximas a la actual Somalia. Por cuanto los viajes de los que hablamos serían muy productivos; sabiéndose que importaban metales preciosos, materias primas, maderas y hasta mujeres procedentes del cuerno de África. A los interesados en estas expediciones y en las naves durante la Edad de Bronce, les recomendamos leer nuestros artículos señalados en la cita (7) .
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SOBRE Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Dos imágenes obtenidas desde bajorrelieves del templo de Hatsepsut de Deir-El-Bahari; donde vemos expediciones que esta “faraona” envió hasta el reino de Punt (que se supone en las inmediaciones de Somalia). ARRIBA, los barcos en bajorrelieve, tal como los vio y dibujó Auguste Mariette en 1877; abajo, una de estas naves copiada desde los modelos de Mariette e imaginada por el creador de papiros modernos. Como podemos observar, los barcos parecen tener unos treinta metros de eslora y van cargados con centenares de miles de kilos de mercancías (entre las que se encuentran monos y árboles). Pese a ello, sabemos que el fin de aquellas expediciones era llegar hasta minas de oro y plata, que al parecer abundaban en estas zonas próximas a la actual Somalia. Por cuanto los viajes de los que hablamos serían muy productivos; sabiéndose que importaban metales preciosos, materias primas, maderas y hasta mujeres procedentes del cuerno de África. A los interesados en estas expediciones y en las naves durante la Edad de Bronce, les recomendamos leer nuestros artículos señalados en la cita (7) .
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2º)
- Los Amorritas y Abraham:
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Como
decíamos, poco después de estas luchas
entre Pepi I y los habitantes de lo que iba a ser Canaán, aparecen
en la zona las mencionadas tribus venidas desde la Península
Arábiga, que frecuentaban antes de forma nómada el desierto del
Sinaí. Sobre el 2200 a.C. llegan para invadir Oriente Medio esas
mismas tribus que atacan también Mesopotamia. De entonces procede su
nombre que es un apelativo summerio, quienes llamaban “amurru”
a estos “Occidentales” para ellos, significando Amorrita
en lengua de Summer: “venido de Oeste”.
Dichos pueblos Amorreos (Amorritas)
florecerían a nuestro juicio con la expansión del Bronce tras el
2400 en la zona del Sinaí y Península Arábiga;
su fuerza debió ser imparable, pues no
solo invadieron y acabaron con Summer, sinó también se hicieron con
el poder hasta el norte de Canaán.
Aprovecharon la decadencia del Antiguo Imperio Egipcio, que sobre el
2000 a.C. se debilitaba y caía en luchas intestinas (fragmentándose
en pequeños feudos) y se expandieron por las zonas fronterizas a
este, ocupando esos reinos cercanos al Mediterráneo, que antes los
faraones habían dominado. Tenían
todos una lengua parecida o común, llamada de tronco semítico, de
la cual nacerían los posteriores idiomas hablados en Fenicia y en
Judá-Israel. Pese
a ello, tras la invasión amorrita de la costa y aún cien años
después de la caída del Imperio Antiguo del Nilo, la mitad de la
población que vivía en Biblos era egipcia; hablando, y vistiéndose
en esta ciudad de los siglos XX y XIX a.C. a modo faraónico
(pudiéndose comprobar que igualmente los giblitas escribían en
idioma jeroglífico).
.
Esta
invasión Amorrita que llega a destruir la Antigua Biblos y su
recuerdo en la Historia, se recoge en el Génesis de forma confusa,
pues ya vimos que se cita a Amorreo como hijo de Canaán, nieto de
Cam, y por lo tanto ajeno al pueblo hebreo, que era descendiente de
Sem -semita- (Gen 10, 15). Pese a tal confusión que hace de los
Amorreos ajenos a Israel y Judá; la
verdadera Historia de la invasión y emigración de este pueblo hacia
Canaán y Mesopotamia no es otra que la narración bíblica de la
llegada allí de los primeros “judíos”, escrita en el Génesis;
donde se personifica en la figura de Abraham a esos Amorritas. Esta
“leyenda” hubo de ser conservada oralmente al menos durante nueve
siglos, hasta plasmarla por escrito en el Libro Sagrado, conteniendo
gran parte de verdad histórica. Puesto que en la figura del “padre
Abraham”, se recoge personificada la llegada y conquista de
aquellos amorritas -a
fines del III milenio-; que
dominaban la zona comprendida desde Mesopotamia, al Sinaí y a
Fenicia. De tal manera, en Génesis
(11, 31 ) vemos como Abraham nace en Ur
de los Caldeos y tras ver una Babel destruida (una Babilonia
vencida), se dirije hasta el lugar de
los canaáneos. Donde consigue llegar,
para realizar una alianza con Yahvé; quien le entrega esa tierra,
para él y su descendencia (Gen.12, 7).
Más la zona era pobre y se ve obligado
a emigrar a Egipto por hambre en su país, entrando en contacto con
el mismo Faraón -quien les trató bien; enamorándose de su mujer-.
Dándoles los egipcios ganado, trabajo y siervos (Gen. 12, 16) se ven
obligados a regresar a su país, cuando el rey del Nilo descubre que
la amante que había tomado del nuevo pueblo llegado a su reino, era
la esposa de Abrahám y no su hermana; tal y como su propio marido
decía.
.
Evidentemente,
este episodio bíblico situado entre los siglos XX y XIX ac. C.,
narra los contactos entre amorreos (pre-isrraelitas) y egipcios en
época del Imperio Medio. Cuando esas tribus nómadas y comerciantes
-emigrados desde Arabia y Mesopotamia-, debieron tener buena relación
y pactos con el Nilo. Justo antes de que Sestrosis III enviara sus
ejércitos contra Canaán (en el 1850 a.C.) Pues tras esta última
fecha, el Faraón Sestrosis volvió a entrar en guerra con los del
Sinaí y su zona Norte; a los que Egipto dominará y someterá
nuevamente por la fuerza. Dando la sensación de que solo por un
periodo de doscientos años (desde la caída de Biblos en manos
amorreas), parece que estuvieron los egipcios comerciando y pactando
con las tribus del desierto palestino. Evitando enfrentamientos y
cambiando mercancías, grano, animales, e incluso oro y plata; hasta
que Sestrosis III manda sus ejércitos a la zona de Canaán. Debido a
que este intercambio comercial era imprescindible para los del Nilo,
ya que se trataba principalmente de productos transportados por estos
nómadas desde y hacia Mesopotamia (incluso mercadeando con ellos
esclavas o mujeres; como se deja ver en el relato bíblico).
.
En
referencia a este último punto, existe un hecho que llama
poderosamente la atención en toda la historia bíblica; al narrar
cómo Abraham cuando llega a Egipto, afirma que su esposa era su
hermana y deja que la ame el Faraón. Ello muestra -quizás- el modo
en que esas tribus venidas hasta el Nilo del otro lado del Mar Rojo;
comerciaban con mujeres (propias y ajenas), además de mercancías.
Por cuanto habríamos de deducir que -posiblemente- los egipcios
compraban esclavas a esos beduinos, sin saber que eran de su mismo
grupo (amorritas). Y que tras haberlas obtenido -cabe pensar- se
vieran envueltos en problemas y enfrentamientos con las familias o
pueblos del vecino y fronterizo desierto. Así narra la Biblia
cómo el propio Faraón sufre graves males tras enamorarse de la
esposa de Abrahám, descubriendo finalmente que estos “daños” se
deben a haber amando la esposa de este patriarca (a quien creía
soltera y su hermana). Unos hechos legendarios, que pueden significar
cuanto hemos interpretado; simbolizando a mi jucio cómo al vender
las tribus amorritas (de Abraham) esclavas a Egipto, obtenidas
raptando mujeres en Canaán. Pudieron verse los egipcios envueltos en
problemas con los habitantes de esas tierras fronterizas (con
patriarcas o familiares de aquellas). Tanto debió ser así, que
narra el Antiguo Testamento cómo este fue el motivo por el cual
obligan a salir del Nilo a Abraham y los suyos; debiendo regresar a
Canaán. Aunque también cuenta la Biblia que volvieron de allí
ricos, cargados de oro, plata y ganado (entregado por el Faraón).
Todo lo que muestra las primeras fases de establecimiento de los
pueblos amorritas en Canaán y su contacto con los poderes de Egipto,
así como una primera integración inicial en el Nilo (a comienzos
del segundo milenio a.C.).
JUNTO
BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos representaciones
del Sacrificio de Isaac. Al lado, un detalle de una puerta de
sagrario. Abajo, en el magnífico conjunto escultórico de Alonso de
Berruguete (propiedad
del Museo de San Gregorio -mus. de escultura de Valladolid-; al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Esta
escena bíblica nos habla del momento en que los amorritas (Abrahám)
sustituyen su religión inicial, originada en el neolítico; por otra
propia y que no permite sacrificios humanos. Pues
como es sabido, los pueblos semitas durante el tercer y segundo
milenio a.C., adoraban a un Baal, como señor de la ciudad
-personificado en el rey del lugar- al que se le ofrecían seres
humanos. Siendo el deber de todos los que desearan establecerse en
sus ciudades o tierras, aceptar esa ofrenda de personas -de su grupo
o familia- en señal de pleitesía y de dominio del referido Baal
(monarca o señor). Pese a ello, parece
ser que los amorreos (en tiempos de Abrahám) superaron esta fase
neolítica religiosa; pactando la sustitución del ser humano, por
una res.
Logrando así la evolución hacia las religiones monoteístas; que
parten del llamado tronco de Abrahám (judía, cristiana e islámica)
y que no permitían más que ofrendas animales o vegetales. Muy
por el contrario, otros pueblos de Canaán que convivieron con los
israelitas, sabemos que inmolaban personas a sus dioses; tal como
sucedía con los fenicios en los templos de Merlkarte o con los
filisteos en los santuarios de su divo Dagón. Debido a cuanto
exponemos, las diferencias de las gentes de Canaán no eran tanto
raciales, ni culturales; sino religiosas y sociales (tal
como pudo suceder en la Europa del siglo XVI, donde pese a ser todos
de troncos raciales similares y proceder de una igual civilización
-hablando latín-; se dividieron las gentes por disparidad de
cultos).
.
.
3º)
Los Hicsos y José:
.
Tras
este periodo de unos doscientos años con paz y comercio entre Egipto
y las tribus de mercaderes que vivían -o viajaban- por el Sinaí y
Canaán (amorritas). Hacia el 1850 a.C. se produce el ataque del
Sestrosis III sobre el vecino “creciente fértil”, con la victoria
del ejército faraónico en aquellas tierras. Momento en que
nuevamente cayó el yugo egipcio sobre el Sinaí, llegando hasta
Biblos; aunque su poder omnímodo duró poco tiempo, porque un siglo
más tarde el Imperio Medio se debilitaría. A esta crisis en Egipto
habrá que sumarle la fuerza que alcanzaría el Estado de Hammurabi
(Babilonia); que se convierte en el 1770 a.C. en la capital del Mundo
Antiguo. Lo que provoca indirectamente que unos decenios después,
el reino del Nilo se disgregase; entrando en crisis durante todo el
siglo XVIII a.C., debido a luchas internas. Inestabilidad que pasa
a recibir un golpe mortal con la aparición de los Hurritas en
tierras de Canaán, atacándolas con carros de guerra. Estos
Hurritas fueron una tribu “bárbara” (entiéndase extranjera y
sin civilización común a la del Nilo), que nace en el Asia
Central; cuyo secreto bélico era el dominio y doma del caballo, pero
sobre todo la creación del carro de guerra. De tal manera,
valiéndose de aquel ingenio y desde el Caúcaso, se lanzaron con
sus caballos; primero hacia Babilonia, llegando a vencer a
Hammurabi y luego se dispusieron a invadir Canaán.
.
Finalmente,
los nuevos guerreros de procedencia indoaria (mezclados con tribus de
los montes donde nacen el Tigris y el Eufrates); tras haberse
enfrentardo a Babilonia, fundaron el reino de Mitani. Asimismo se
hicieron con el poder en gran parte de Anatolia (exceptuando sus
costas) donde crearon el imperio Hittita; y tras atacar Oriente
Medio, se alían con los Canaaneos para ir contra Egipto. Los nuevos
invasores ocuparán el Nilo antes de 1650 a.C.; debido a sus
necesidades de expansión. Lo que logran en gran parte gracias a
la fuerza y vigor de estos pueblos pastores hurritas; bien armados,
formados por ejércitos de hombres altos y valiéndose con carros de
guerra. Aunque a mi juicio, el hecho que verdaderamente les obliga
a emigrar hacia Egipto y les facilita la entrada en los dominios del
faraón, fue un primer estallido del volcán Tera-Santorino. Cuya
caldera -como ya dijimos- revienta inicialmente hacia el año
1680 a.C.; devastando la zona cercana a Creta (incluido los
campos de Anatolia, donde se situaba Mitani y Hatti).
.
De
tal modo, forzados por la hecatombe del Tera -a mi juicio- hubieron
de huir hacia el Sur estos Hurritas (Hittitas de Mitani); iniciando
un camino hacia el Nilo, junto con los Amorreos y otros pueblos
canaánitas. Tras verse sumidos en años
sin verano, cubiertos por nubes tóxicas procedentes del volcán y
después de ver sus tierras destruidas por polvo y lluvia con
sedimentos ácidos. Así se sumarían
los Canaáneos en la expedición de esos Hurritas, para alcanzar
nuevas tierras al Sur; e incluso los huidos de Creta y Chipre,
quienes primero irían buscando refugio en los dominios del Faraón
(tras escapar por mar, a toda prisa, de sus islas destruidas).
Llegando así unos y otros hasta el Delta; donde sin
enfrentamientos ni prácticamente combates, se adueñarían de la
zona del Sinaí y de la desembocadura. Donde encontrarán un
Nilo débil, temeroso y en total
decadencia; porque los ejércitos y las
élites faraónicas habían huido hacia la zona de Luxor tras las
catástrofes del Tera Santorino. De
este modo y antes del 1650 a.C., Hurritas, canaaneos y
cretochipriotas, crearon en el delta un reino propio,
generando una nueva época faraónica llamada de los reyes Hicsos
-cuya traducción parece ser que es la de “reyes extranjeros”-.
Etapa destacada por lo ajeno al Antiguo Egipto de quienes gobiernan esa zona Norte (gentes huidas y migraciones llegadas tras la hecatombe volcánica
vivida en Creta hacia el 1680 a.C.).
JUNTO
BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos imágenes de los
frescos del palacio Hicso de Avaris (paredes
en reconstrucción del edificio de Tell el-Daba).
Agradecemos a Jose Luis Santos (de TERRAE ANTIQVUAE) nos permita
divulgar estas fotografías
que desde su valiosa página ha dado a conocer en la Red. En ambos
frescos podemos observar varias fases de “taurokatapsia” (lucha o
juego con el toro) muy semejantes a las del Palacio de Cnossos. El
carácter de estas escenas, lo que representan, su colorido y su
técnica; demuestran que las decoraciones del palacio hicso de Avaris
(Tell-el-Daba) son absolutamente paralelas con las de Creta y muy
similares a los frescos coetáneos hallados en Tera (bajo las cenizas
del volcán). Todo lo que demostraría que estos reyes hicsos
tendrían un enorme componente cretense; pudiendo haberse tratado de
cretochipriotas huidos del desastre volcánico, unidos a gentes e
Mitani y ayudados por los canaánitas -que
también marcharían de sus tierras por idéntico motivo-.
Aquel
nuevo reino que se asentó en la desembocadura egipcia, tuvo su
capital en una ciudad con nombre indoeuropeo: Avaris. Lo que hace
evidente que fué de fundación “jafética”,
pues en mi teoría tal nombre significaría en idioma indoariano “en
el agua” (procediendo del radical sánscrito “vari”
= agua). Quedando así demostrado que tal y como Falvio Josefo
afirmaba, los reyes Hicsos llegaron del Norte (Anatolia); pudiendo
ser probablemente Hittitas (en parte), pero con toda seguridad,
cretochipriotas de raigambre e idioma ario. Y mientras comenzaban a
reinar en el Bajo Nilo estos nuevos gobernantes venidos de Creta,
Chipre, Hatti, Mitani y Canaán (Anatolia y sus islas o de Oriente
Medio). Los verdaderos egipcios se reorganizaban y huían al Sur,
buscando apoyo y creando nuevas ciudades lejos de las costas
mediterráneas -en las proximidades de la capital, Luxor-. Ya que
los reyes Hicsos nunca fueron bien aceptados por los antiguos
habitantes del imperio; no solo por su condición de extranjeros,
sino principalmente por su incultura jeroglífica, su religión ajena
al Nilo y su falta de costumbres faraónicoas. Incluso se sabe que
la verdadera patria y pueblo que los Hicsos consideraban como suyo,
era Canaán y las tierras más al Norte (Chipre, Creta y Anatolia).
Tanto que a ciento cincuenta kilómetros de Jerusalén, en el límite
de la actual Israel (Tell-Hasor, cerca de Dan), se levantó una villa
conocida como el palacio de Hazor; creado como un emporio
Hicso-Canaáneo, donde se conservaron las leyendas e historias de
esos gobernantes y de esta etapa en la que reinaron sobre Egipto.
.
De
esa época es seguro la conocida y bella historia bíblica de José,
nieto de Isaac (Gen. 17 y 18) y bisnieto de Abrahám (Gen. 10 y
ss.). Relato del Antiguo Testamento que nos narra cómo Jacob, padre de los “doce hijos de Israel” (Gen. 29 y 3) y cuya
estirpe simboliza las Doce Tribus hebreas; tenía como hijo menor
y preferido a José. Debiendo interpretarse que entre esas
tribus, la más joven -o la recién llegada a Canaán- posiblemente
es la que personificaría el último de los vástagos de Jacob (José;
Gen. 37 ). Por su parte, esta organización que la Biblia
describe, hablando de un reino dividido en doce tribus; nos recuerda
plenamente a muchas otras formas de gobierno del Mundo Antiguo.
Entre las que podemos recordar la Etrusca e incluso la Unión Helena;
que se estructuraban igualmente en ligas y uniones de siete o doce
ciudades -según el número sagrado en cada caso-.
.
Pero
volviendo a José, como personificación de una Tribu o Ciudad-Estado
hebrea; cuentan las Sagradas Escrituras que fue vendido a unos
comerciantes de esclavos por sus hermanos, quienes después dijeron a
su padre que había muerto. Tras ello, llegará a Egipto donde sirve
a Putifar (Gen.39) pero acaba injustamente en la cárcel. Allí
se descubre como lector de sueños y augur (Gen.40) y por sus
aciertos, es llevado ante el Faraón quien le toma como asesor,
llegando a nombrarle su visir (Gen.41). Finalmente, entre
los capítulos 42 al 46 del Génesis, vemos como llegan los
hermanos de José hasta Egipto, buscando grano y provisiones; momento en que este los descubre. Alegre al verlos, aunque apenado por cuanto le
hicieron; finalmente él mismo les comunica que es su hermano
José, al que vendieron como esclavo y que en ese momento vivía como
visir del Nilo (primer ministro). Perdonando la terrible afrenta
recibida en el pasado, les da su apoyo para que junto su padre
(Jacob) se establecieran a vivir en la prosperidad de Egipto. Una
bella narración que muestra el modo en que los israelitas se
trasladan al Nilo en una época que se identifica con el reino Hicso.
Introduciéndose en Egipto posiblemente gracias a aquellos beduinos
del Sinaí o de Canaán a los que vendían como esclavos. Pues
como hemos visto, parece claro que los amorritas comerciaban con
mujeres y personas, que facilitaban a los egipcios como mercancía
-junto a cuantos objetos, especias o metales importaban desde Mitani,
Hatti o Mesopotamia-.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Mapa que hemos trazado
del reino Hicso y de la zona de influencia hicsa, durante los siglos
XVII y XV a.C.
(sobre un mapa de Israel publicado en el libro de M.J.STEVE “Por
los caminos de la Biblia” página 86 -Barcelona 1967-).
En lineas discontinuas rojas
he marcado las
fronteras de ese reino hicso; en lineas azules, el área de gran
influencia de su gobierno, que
tenía como frente Norte de importancia la zona de Meggido
y Hazor (señaladas
con un círculo rojo). Asimismo podemos ver en
letras rojas la capital hicsa Avaris y su segunda ciudad Memfis; y en
letras verdes la situación de Biblos. Puerto de influencia egipcia,
de cuya destrucción o sustitución nacerían los emporios fenicios
desde el siglo XV a.C. (Sidón y Tiro), fronterizos con Israel y con
las tierras de los filisteos (Gath -Gaza- y Golán).
Acerca
de este interesante pasaje bíblico, investigadores y egiptólogos
del pasado siglo XIX identificaron la figura de José con la
llegada de los hicsos. Pues tras la lectura de los jeroglíficos
y el descubrimiento por los historiadores de la invasión Hicsa del
Nilo; se consideró este relato del Antiguo Testamento una leyenda
judía donde se narraba la entrada de los israelitas en el Nilo,
junto a los hicsos. Nosotros incluso nos aventuraríamos a
interpretarla de un modo más evemerista, afirmando que no solo
José simboliza las tribus hebreas que emigran al Nilo con estos
reyes extranjeros que conquistan Egipto. Sino que más bien José,
es la personificación de alguna tribu menos antigua (las más pobres
y recientes) de las establecidas en el Sinaí. Gentes que
probablemente fueron “usadas” o vendidas como mercenarios, para
luchar en esas guerras entre el Nilo y Canaán -entre el faraón
y los amorritas, cuyo comienzo se fecha con Sestrosis III desde el
1850 a.C.-. Aunque José también pudiera personificar a los mas
jóvenes que habitaban en las “doce tribus”; adolescentes que sus
propias familias entregarían como soldados a las hordas que
invadieron Egipto, para luchar contra el faraón al mando de esos
“reyes extranjeros” llamados hicsos.
.
Sea
como fuere, José representa aquellos del Sinaí “vendidos” para
servir a los Hicsos, que tras la victoria de los nuevos dueños de
Egipto, pasaron a formar parte de quienes dominarían el Delta. Todo
descrito en una narración bíblica que explica y razona
magistralmente Jaques Pirenne; cuando afirma que -a su juicio- los Hicsos fueron famosos por su ignorancia y por su
desorganización, debido a que se trataban principalmente de tribus
de pastores nómadas anatólicas y mesopotámicas. Por lo que tras
dominar Egipto hubieron de establecer un sistema Estatal para el que
no estaban preparados. De ello, piensa
este egiptólogo francés que hubieron
de tomar entre sus filas “mercenarios o esclavos” de la
burocracia, llevando hasta el Nilo gentes que supieran escribir, leer
y calcular. Debido a que las élites
egipcias conquistadas no estaban dispuestas a trabajar para aquellos
que les habían invadido (desconociendo su cultura). De ese modo, muy
pronto algunos de los llegados a Egipto
desde Canaán como servidores, ocuparon puestos de alto rango junto
al nuevo Faraón. Así José, representa a estos canaáneos (judíos)
formados, cultos y que conocían la contabilidad, la escritura y el
orden estatal. De allí su función como
lector de sueños y organizador de las arcas del estado.
.
De
tal manera, la historia de José personificaría el periodo en que
se creó una clase burócrata y gobernante del Nilo de origen hebrea;
durante la referida fase del reino hicso en Avaris. El hecho final
que narra La Biblia es que gracias a José -esos funcionarios
allí establecidos como élite-, se traslada a Egipto toda la
estirpe de Jacob (las Doce Tribus de Israel). Durante una etapa
que debió ser grata y confortable para los judíos en el Bajo Nilo,
hasta que los Hicsos son derrotados y expulsados del país.
Tras ello, regresaron los antiguos “dueños” egipcios al
Delta; quienes -como dijimos- odiaban a esos extranjeros invasores
y a los que llamaban bárbaros o extraños -hicsos-. Puesto que las
antiguas dinastías y los nobles del antiguo Egipto, habían
conservado su reino y su capital en la actual Luxor, a cientos de
kilómetros al Sur de la desembocadura. Debiendo esperar siglos
para recuperar el Norte de su reino. Aunque tras la invasión hicsa
nunca más volverían a situar sus ciudades principales cerca del
Mediterráneo; por temor a que se repitiera cuanto los extranjeros
hicieron con Memfis; dominándola y destruyendo la cabeza del delta
del Nilo.
.
De
lo anteriormente expuesto, entendemos asimismo que todos los
colaboradores de los hicsos cayeran en desgracia; y entre ellos,
fundamentalmente los israelitas. Lo que explicaría su cautiverio y
la esclavitud posterior sufrida en Egipto; unos hechos que se sitúan
entorno al final del mencionado reino extranjero y cuando nace el
Imperio Nuevo de Egipto. Hacia el 1580 a.C; momento en que los
canaaneos serían tenidos por enemigos del “verdadero Faraón”.
Es esta etapa la que narraría su esclavitud, de la que les
liberará Moisés. Pero antes de entrar en el periodo Mosaico
vamos a analizar la realidad histórica del periodo hicso desde otros
aspectos, muy interesantes en referencia a lo que fué la
colonización de la Península Ibérica a fines del II milenio a.C..
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Otras dos imágenes de
los frescos del palacio Hicso de Avaris
(paredes en reconstrucción del edificio de Tell el-Daba).
Agradecemos a Jose Luis
Santos (de
TERRAE ANTIQVUAE) nos
permita divulgar las fotografías que
desde su valiosa página ha dado a conocer en la Red. En los frescos
de nuevo podemos observar la lucha y juego con el toro; pintada de un
modo muy semejante a como las veremos en el Palacio de Cnossos. Estas
decoraciones del palacio hicso de Avaris (Tell-el-Daba) son
absolutamente paralelas a las de Creta y muy similares a los frescos
hallados en Tera (bajo las cenizas del volcán). Todo lo que
demostraría que los reyes hicsos tendrían un enorme componente
cretense; pudiendo haberse tratado de cretochipriotas huidos del
desastre volcánico.
4º)
– Los Hicsos (otras cronologías). Su relación con Creta, los
Filisteos (David y Goliat):
.
.
La
importancia del reino y época hicsa en Egipto es primordial; no solo
para entender el nacimiento de Judá, Israel y de Fenicia, sinó
sobre todo para comprender la historia de los pueblos que forjaron y
aculturaron nuestras tierras. Una
península cuyas colonizaciones y dominio procedió de
civilizaciones de la zona de Canaán.
Gentes llegadas desde el Creciente Fértil al menos en dos periodos
cruciales y que cubren más de dieciseis siglos en nuestra Historia.
Refiriéndonos primero a la precolonización creto-chipriota y a la
colonización canaanea (cretense y filisteo fenicia), así como a la
posterior invasión árabe (venida de unos mismos lugares después
del 711 d.C.). Puesto que si los
cretochipriotas aparecieron en Iberia desde el siglo XII a.C.; sus
sucesores fenicios y cartagineses la dominaron comercialmente desde
el VIII al III a.C.. Pero sobre todo fueron los musulmanes -también
venidos desde Siria y de Oriente Medio- quienes la gobernaron durante
unos ochocientos años. A ello, ha de
sumarse otra gran influencia cultural peninsular procedente de Canaán con la inmigración de judíos -llegados al menos desde el siglo III
d.C.-. Todo lo que unido a las primeras
aculturaciones de nuestra Península, que se sabe fueron llevadas a
cabo por gentes de Creta, Chipre y zonas de costeras de Asia Menor.
Nos llevaría a concluir que la mayoría
de las influencias culturales de Iberia proceden de puertos de
Oriente Medio y de Canaán (Chipre, Creta, sur de Anatolia, Siria,
Jordania e Israel).
.
De
todo ello comprendemos cómo los pueblos
canaánitas y los de su entorno, fueron tan importantes en la
civilización de la Península Ibérica; tanto como pudo serlo para
Roma la influencia de Grecia. Pues los contactos culturales y cívicos
más tempranos que tuvo la Iberia antigua procedieron de aquella
zona; estando mucho más ligada España -desde el punto de vista
artístico- a Oriente Medio, que a Europa.
Compartiendo unos gustos musicales y
estéticos importados por estas civilizaciones del sur de Anatolia,
de Siria o de Canaán; de las que nació indudablemente gran parte
del Flamenco (por influencia de la
música y danza cretofenicia, judía y de los árabes). Y en razón a
la importancia histórica de estos pueblos en el arte del Sur de
España, debemos realizar un un profundo
análisis de los orígenes y significado de Canaán y de otras zonas
cercanas (como Chipre, Creta, Egipto etc). Todo lo que nos servirá
para comprender muchos de los “por qués” del Flamenco
(dada su estrecha relación con la música egipcia, árabe, siria,
judía y etc.). Por este motivo nos
extenderemos en el análisis de determinados periodos arqueológicos
que se relacionarán con estos colonizadores -especialmente de
Andalucía-; anotando teorías propias
y cronologías históricas. Entre las que comenzamos por esta del
reino Hicso en Egipto; su expansión, sus motivos, su significado en
la Historia de la Península Iberica y el extraño final de estos
faraones extranjeros:
.
Una
parte de los egiptólogos mantienen que la mencionada invasión del
Nilo llevada a cabo por tribus Hurritas, Canaaneas e Indoeuropeas, se
produce sobre el 1730 a.C.; aunque otros investigadores fechan su
entrada a mediados del siglo XVII a.C.. Pese a ello, a mi
juicio, no deberíamos confundir la aparición de los Hurritas en
Mesopotamia y en Canaán; con la entrada de los Hicsos en Egipto.
Pues a mi entender, la invasión de los extranjeros en el delta del
Nilo, es consecuencia de la huida de los hittitas, hurritas,
mitanios y canáneos del desastre del Tera y no fruto de unas
campañas militares preparadas. Ya
que esa “victoria” Hicsa sobre Egipto se produce durante
unos años en los que gran parte de los súbditos del faraón habían
abandonado la desembocadura del Nilo. A mi juicio, a consecuencia de
los “malos presagios” que observaban a orillas del Mediterráneo
(olas de gran tamaño, piedras volcánicas, cambios en el color del
mar, nubes de gases y polvo magmático etc). Todo lo que permitiría
a esos que escapaban del volcán -desde el año
1680 a.C.-, internarse sin grandes problemas en el delta faraónico.
Por ello, antes de fijar la fecha de inicio del reino hicso,
habríamos de diferenciar una primera etapa y anterior; en la que
los hurritas y mitanios atacan el Nilo repetidamente con sus
ejércitos de caballería y carros (sin lograr hacerse con el poder
allí).
.
En
esta hipótesis y en cronologías paralelas se mueven personalidades
tan prestigiosas como Jaques Pirenne (8)
; considerando que lo más probable es que la llegada de los
Hurritas a las fronteras de Egipto se produjera hacia el 1730 a.C..
Un momento que -a mi juicio- deberíamos marcar como inicio de asedio
e intento de invasión bárbara; aunque no la del nacimiento del
reino hicso (que se produciría tras la crisis del
Tera-Santorino). De este modo, concuerdan con mayor precisión
cronológica las diferentes migraciones, etapas históricas y
movimientos de pueblos, sucedidos en el Mediterraneo de la época.
Todo lo que comprobamos al observar cómo en fechas y
circunstancias paralelas data Paul Fauré sus estudios sobre Creta
Minoica (9) .
Proponiendo como motivo probable para la entrada de los Hicsos en
Egipto, un gran terremoto ocurrido en la zona -en el siglo XVIII
a.C.- . Así, en las cronologías de Fauré vemos como hacia
1730 a.C. incluye la existencia de un gran seísmo en Siria-Palestina
y la aparición tras el terremoto de los Hicsos en la zona de Canaán.
Dicho desastre afectaría y destruiría también partes de
Creta y Egipto, por lo que hemos de concluir que el desastre
debió ser de gran magnitud y que provocó el declive del
Reino Medio faraónico (que entra en crisis desde estas fechas).
Asimismo, el seísmo de 1730 precedería a siglo y medio cargado de
movimientos telúricos y erupciones, que azotaron y devastaron la
zona durante mas de ciento cincuenta años. Posiblemente, a
consecuencia de este tremendo terremoto de 1730 a.C., vinieron hasta
aquellas debilitadas tierras de Canaán los invasores
Hurritas–Hittitas, aprovechando las circunstancias de crisis;
llegando desde Mitani (o bien de Anatolia) y pretendiendo
hacerse con el Nilo y sus puertos comerciales (Biblos, Creta o
Chipre). Lo que motivaría en Creta de este momento, un cambio de
periodo que da paso al Minoico Medio III (conocido como “era de
Los Palacios 2º”), tras sufrir una gran devastación y cambio
cultural.
.
.
SOBRE, JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Arriba, un fresco del palacio de Cnossos, fechado hacia el 1500 a.C. y propiedad del Museo de Heraklion -al que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. En la imagen podemos observar el enorme parecido con los frescos del palacio hicso de Avaris, fechados hacia el 1600 a.C. (un siglo antes). Al lado, la caldera del Tera en 1950 entrando de nuevo en erupción. Abajo, fotografía del monte Ida y de la llanura central de Creta.
.
.
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Suponiendo
que las incursiones Hicsas comenzaran en el 1730 a.C.; tras
el mencionado primer terremoto que aprovecharían Hurritas y Mitanios
para atacar el sur. Realmente el reino de Avaris no
comienza hasta el 1680; culminando unos decenios después -a fines
del siglo XVII a.C.-. Ello explica que Creta tenga entonces una
cronología en paralelo con Egipto y que se desarrolle el Minoico
Medio III en iguales fechas al final del Reino Medio y al Reino Hicso
del Nilo: Inciándose en el 1730, culminando en el 1680 y acabando
entorno al 1580 a.C.. Una última fecha en la que de nuevo erupciona
el volcán Tera (Santorino); la isla griega mas meridional, sita
al Norte Creta -a una distancia aproximada de unas ochenta millas de
Cnossos-. Y cuando entra en actividad su caldera, en el 1580 a.C.,
destruye nuevamente el imperio de Minos del llamado MMIII. Acerca
de la voladura del Tera, cuya explosión mayor a mi juicio ocurrió
en el 1680 a.C. pero de la que sabemos vuelve a entrar en actividad
un siglo más tarde; podemos ver nuestra cita (10).
Donde comprendemos la magnitud del desastre que causaría grandes
maremotos, destruyendo incluso los puertos de Oriente Medio y gran
parte de los de Canáan -llevando nubes tóxicas, piedra pómez y
lava hasta las orillas del Nilo-. Pues sabemos fue mayor que el
estallido del Krakatoa; que arrastró sedimentos
volcánicos, gases y hasta cadáveres, a más de diez mil kilómetros
de distancia de su cráter. Recordándose del Krakatoa, cómo durante
años, la atmósfera de toda la Tierra se cubrió de azufres y
partículas de cenizas, que proyectaron una luz solar distinta (tanto
como para bajar varios grados la temperatura del planeta).
.
Habiendo
comprendido bien lo que fué el Krakatoa, entenderemos lo que supuso
el desastre del Tera en 1680 a. C.; cuya erupción sucedería tras
casi medio siglo de “avisos” sísmicos y magmáticos, provocando
una última voladura hacia 1580. Casi un siglo y medio de cataclismos
volcánicos, sucedidos en la caldera de Santorino; con los que
podremos comprender la Historia Antigua concerniente a esta etapa que
va desde el 1730 al 1580 a.C.. Pues tras reflexionar e imaginar
los seísmos, maremotos, lluvias de cenizas, incendios, explosiones y
la devastación que debió producir el Tera, en las costas de Creta,
Canaán, Grecia y Egipto. Nos es fácil entender cómo justo entre
el 1680 y el 1580 a.C. cambian todas la eras y etapas históricas de
esta zona del Mediterráneo. De tal manera, en Creta cae el
Imperio Minoico y se destruye esta civilización, pasándose del
llamado Minoico Medio, al Reciente (dominado por Micenas). Por su
parte en las islas de la futura Hélade (aún por nacer), se
cierra el ciclo de Cicládico Antiguo y se pasa al Reciente; al igual
que en el continente griego se llega del Heládico Antiguo al
Moderno. Naciendo por entonces y debido a ello: Micenas.
Pero centrándonos en los pueblos que estábamos estudiando;
igualmente es en el 1580 a.C. cuando lo Hicsos comienzan a
retroceder en Egipto, y unos veinte años después (hacia el 1560) el
reino del Nilo es recuperado por sus antiguos dueños, quienes
comienzan la etapa denominada Imperio Nuevo, con la XVIII Dinastía.
.
SOBRE,
JUNTO Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Estatuillas y dibujo
del Baal canaánita.
Arriba:
Ídolo hallado en Tortosa y fechado hacia el siglo XVII a.C.;
propiedad del Museo del Louvre -al que agradecemos nos permita
divulgar su imagen.- Se trata de la representación de un Baal
como dios metalúrgico (Smithing god) al que le faltaría una lanza y
algún atributo más de guerra (maza), que
seguramente portaba en sus manos como símbolo de la minería y la
herrería. En este caso, podemos
identificar la estatua con un Baal Hadad (Adad) señor de la guerra
del ciclo de Ugarit; lugar o área de la que probablemente proceda
esta pieza hallada en Tortosa.
Por su parte Hadad, como
sucesor del PTAH egipcio, luce el gorro de faraón y vestimenta
nilota; pero como heredero del ADAD mesopotámico lleva un cinturón
sagrado y haz o lanza. Dicho Baal-Hadad fue la deidad suprema de
Oriente Medio durante el segundo milenio a.C.; adorado en Ebla o
Ugarit y dios de los canaanitas y Amorritas. Era
una sícresis del dios Adad de Mesopotamia, con características
egipcias, que le aunaban a Ptah (divo de la artesanía y de la
metalurgia); de ello su carácter de “Simithing god” -dios
herrero-. Su veneración
se transforma en el Baal-Melkarte ó Baal-Reshef entre los fenicios,
aunque los amorreos lo conservaron como Baal-Hadad. Tanto
que los reyes de las regiones amorritas se solían llamar BEN-HADAD
(hijos de Hadad) o bien introducían aquel apelativo como su segundo
nombre. Tal era el caso del cuarto monarca arameo de Edom, denominado
HADADEZER (ayuda de Hadad) al que David de Israel venció.
Al lado: Dibujo mío de la famosa estela con un Baal, hallada en Ras Shamra; fechada entre los siglos XV al XII a.C., cuyo original se halla en el Museo del Louvre. Observemos en este caso los atributos antes mencionados del divo y que son:
-La
maza, con
la que golpeará a un enemigo vencido, tal como figuraban algunos
faraones en sus “victorias”
-La
lanza, como
esqueje del árbol de la vida y símbolo de fertilidad masculina (el
pene que fecunda); nacido de los atributos de Adad o Hadad -herrero y
minero-.
-El
gorro imitando
al del rey de Egipto,
pero rematado con cuernos de toro (símbolos del Adad sumerio)
-El
peinado
“Athórida”; común al de las diosas de la fertilidad y
procedente modas egipcias, nacidas de la adoración a la vaca Isis y
a la diosa Athor.
-El
puñal, como
dios de la guerra.
-Un
ídolo menor bajo él,
nos indica la superioridad del Baal (incluso es posible que refiera a
su victoria sobre este y al que la maza que sostiene golpea).
.
.
.
.
.
.
Abajo:
Pequeña estatua de Reshef (Baal) en bronce; procedente del Soroeste
peninsular, fechada en el siglo VIII a.C.
-tal como la exhibe el Museo Arqueológico Nacional; al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Como
podemos ver, esta deidad fenicia llamada Reshef, nace directamente
desde los Baal canaánitas.
Teniendo el mismo valor religioso y muy parecidos cultos,
finalmente en Tiro y Sidón aquel “señor” se transforma en el
Melkarte-Reshef. Un dios del mercado (como su nombre ya indica),
precursor
del Mercurio romano y que protegía fundamentalmente a los marineros
y comerciantes. Divinidad que, como señor de la ciudad-estado
portuaria (fenicia o cartaginesa), recibía culto principal en los
templos de Melkart (donde sabemos se sacrificaban primogénitos o
niños; tal como pudo demostrarse en los hallazgos de los “tofets”
o cementerios adscritos al templo). Observemos
cómo este Baal-Reshef del siglo VIII a.C.; contiene los mismos
atributos que la estatua anterior, procedente de Tortosa y fechada
casi un milenio antes:
Cinturón sagrado; falda y gorro del rey del Nilo (junto a maza y
lanza -perdidas en las manos-).
.
.
.
Tras
el nacimiento del Imperio Nuevo (entre el 1580-60 a.C.) los Hitittas
llegaron desde Anatolia a las fronteras del Nilo. Posiblemente con el
fin de ayudar a sus “socios” los Hicsos; o bien para dominar
parte de la tierra de Canaán, que por entonces entró en un periodo
de confusión y de grandes dificultades (tras la caída del reino de
Avaris). Por su parte, los pueblos marineros ribereños de Creta y de
Chipre huyen; apareciendo sus gentes en las costas de Anatolia y de
Oriente Medio. Aunque muchos supervivientes de las erupciones útimas
de terremoto volcán de Tera -tras el 1580 a.C.-, parten de Creta,
Chipre y litorales cercanos al desastre y ponen rumbo hacia Occidente
(Sicilia) o a la zona continental de Grecia.
Pero en su mayoría parece que se
establecen en las costas de Anatolia y del Sur de Canaán, muy
cercanas a Chipre. “A
la sombra de ellos” y de sus conocimientos en
náutica, sobre construcción de embarcaciones, navegación, rutas
comerciales y etc.; comienzan a
“formarse” como marineros experimentados los habitantes de las
costas norte de Oriente Medio. De este hecho creemos que nace
propiamente Fenicia, varios decenios después de la caída de los
Hicsos (aunque sobre este punto y de
los pueblos surgidos en este momento, trataremos más adelante).
.
Cuanto
expresamos, concierne a la navegación durante la Edad del Bronce,
que sabemos estaba dominada por los cretochipriotas. Tanto que hasta
el siglo XVI a.C. apenas había grandes puertos, ni emporios capaces
de comerciar con el Occidente mediterráneo; y los pocos existentes
tan solo podemos situarlos en Creta y Chipre. Por
lo que tras la caída de Creta y del
mundo Hicso -en el 1580-, surgen otras fundaciones capacitadas para
emprender viajes marítimos de larga distancia
y que denominaremos proto-fenicias. Y aunque Biblos
ya existía desde milenios atrás y se pone a la cabeza de esos
puertos que reciben a los huidos de
Creta y Chipre. En este periodo
realmente aparecen los grandes emporios que luego serían bases
fenicias, como el famoso de Ugarit. Siendo nuestra teoría que los
púnicos heredaron desde esta etapa histórica, las rutas marítimas
y los secretos de cretenses y chipriotas. Quienes
huidos hasta sus costas, quizás obtuvieron el favor de establecerse
en su litoral a cambio de aportar enseñanzas de náutica y
orientación a quienes les recibían en sus tierras (sobre todo el
secreto de las rutas de los metales minóicas).
.
Sobre
el poder de la flota cretense mucho nos narra la mitología; y sobre
esos mitos, la Historia ha podido comprobar su gran base verídica.
Pareciendo obvio que desde Creta
navegasen hasta la Península Ibérica, en busca de metales, ya desde
el III milenio a.C.. Dado que no existían apenas minas de cobre y
estaño en el Mediterráneo y los pocos
yacimientos cúpreos que había en Chipre, se fueron agotando (junto
a los de Calcis, en Eubea). Por su parte, la casiterita de gran
calidad era inexistente en la ribera de este mar, hasta llegar a las
costas de la Península Ibérica. Debido a lo que hemos
de entender la venida de orientales al Rio Tinto y otras zonas
mineras peninsulares antes del 2700 a.C.. Realizada principalmente
por buscadores de estaño y cobre, como fueron los navegantes
cretochipriotas;
los únicos capacitados por entonces
para realizar un viaje de estas características sin problemas (ya
que el mar era su medio natural). Acerca de esta aparición de gentes
de Oriente Medio en nuestras tierras, a comienzos del tercer milenio
a.C.; hay numerosos testimonios arqueológicos. Datos que ya fueron
conocidos desde principios de nuestro siglo XX, cuando A. Schulten
estudió la colonización de nuestra Península. A
día de hoy, dichas pruebas son mayores y más fehacientes,
remontándose incluso al IV milenio a. C. los contactos entre
nuestras costas y estas islas de Oriente.
Cuando navegantes de Chipre, de las Cícladas, y sobre todo de Creta;
se atrevían a llegar al litoral peninsular en busca de ámbar y de
sus abundantes metales preciosos (11)
.
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Arriba,
mapa de yacimientos durante la Antigüedad
(plano nuestro que ya hemos publicado en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN
EL ARTE). Observemos
cómo no hay prácticamente casiterita en todo el Mediterráneo, al
margen de unas minas de poca calidad en Cerdeña y otras cercanas al
Tauro en Anatolia (estas
últimas, fundamentalmente de plata). Abajo,
sobre el mismo mapa hemos trazado las rutas del ámbar y de los
metales, seguidas desde el quinto, al primer milenio a.C..
Desde
este siglo XXVIII a.C. en que hacen su aparición gentes del Oriente
Mediterráneo (cretochipriotas) en nuestras tierras; hasta la caída
o destrucción del primer Imperio Minoico en el XVI a.C.( por el
volcán Tera). Mediaron mas de mil años; durante los que
innumerables navegaciones y comercio entre la Isla de Minos y nuestra
Península, hubo de tener un manifiesto intercambio cultural.
Tanto es así que si nos preguntasen sobre el origen de las
primeras aculturaciones y costumbres de Iberia, tendríamos que mirar
a estas islas de Creta y Chipre. De donde procedería -con
seguridad- la importación de la metalurgia a nuestras costas,
traída por esos que vendrían buscando estaño. Un metal -como
dijimos- casi inexistente en el Mediterráneo, abundante en la
Península y absolutamente imprescindible durante la Edad del Bronce.
Pues sin casiterita resultaba imposible obtener bronce; y sin bronce,
cualquier Sociedad del momento estaba abocada a ser invadida y
esclavizada por otra más fuerte. De tal manera, bastará realizar un
mapa de minas en la época que hablamos, para llegar a la conclusión
de que en las cercanías de Egipto, Canaán y del Egeo; tan solo
había estaño en Cerdeña. Aunque la calidad de este metal sardo era
plúmbea y mala (impidiendo alear un bronce elástico y duro).
Debido a ello, se hace evidente la llegada a Iberia de marineros
del Oriente mediterráneo en busca de esta casiterita de alta
calidad, que tan solo se hallaba por entonces en el litoral Atlántico
peninsular y en las minas del final del Cáucaso. Pues las del
Danubio o de centro Europa eran por entonces tan inaccesibles como
desconocidas. Finalmente, otras fuentes del estaño estarían por
entonces en Afganistán y en algunas zonas centrales de África
-cercanas a Somalia-. Por todo cuanto exponemos y conociendo la
dificultad que suponía comerciar con Afganistan, llegar a Somalia o
atravesar el Bósforo, para llegar al Cáucaso (con Troya cerrando su
estrecho). Parece lógico que los cretenses y chipriotas se
aventurasen hacia el Oeste, en busca de estos metales que tanto
abundaban en la Península Ibérica (y en el Atlántico).
.
Conforme
a estos primeros aculturadores, llegados al lejano Occidente; en
nuestra página TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE, hemos estudiado
diferentes rasgos del folklore hispano. Entre los que destacaríamos
el culto al toro y la historia de la Tauromaquia, concluyendo
su posible origen en el III y II milenio a.C., a través de los
contactos con el mundo oriental (minóico). De igual opinión son
muy diversos expertos y arqueólogos; sumándonos a estas teorías,
pensamos incluso que desde la Creta anterior al Tera llegaron también
parte las de artes y costumbres que aún permanecen en nuestra
Península. Entre ellas, ya dijimos que estarían vestimentas y
modas, adornos, joyería e incluso usos religiosos que aún existen
en el Sur de España. Algo que no debe extrañarnos, porque los
herederos directos de Creta y de Chipre, tras los sucesivos desastres
del Tera fueron Micenas y Fenicia (culturas que unos siglos
después arribarían y colonizarían nuestras costas). Por cuanto
escribimos y por cuanto vemos en los mapas adjuntos; se concluye que
dichos viajes hasta el extremo Occidente del Mediterráneo (España),
en busca de la riqueza metalúrgica de nuestras tierras; debieron
llevarlos a cabo primero navegantes de Creta que comerciarían en
Oriente Medio y en Egipto sus mercancías importandas. Quienes
tras el derrumbamiento de la civilización Minoica -en el siglo XVI
a.C.- y en su huida o dispersión, transmitirían a otros pueblos del
litoral Oriental mediterráneo la existencia de unas tierras
riquísimas en oro, plata, bronce y estaño; situadas en el extremo
Occidente. Siendo posible pensar que a cambio de esta información
y de proporcionarles el medio para llegar a las minas de Iberia (en
los confines del Mediterráneo); dejaron establecerse en muchos
lugares de Oriente Medio a los “apátridas” que huyeron de Creta
y de Chipre. Exiliados por el volcán Tera, de quienes sabemos fueron
hacia costas cercanas a Biblos y a Canaán, donde en dos ocasiones
llegaría un pueblo de origen cretense al que llamaron los
Philistaios (los Filisteos, tan famosos en la Biblia por ser
enemigos de los hebreos). Huidos hasta el litoral de
Fenicia-Israel primeramente tras el desastre del Tera (en el
siglo XVI a.C.); pero definitivamente tras la invasión de los
dorios y la caída de Micenas junto a Creta en manos de indoeuropeas
(hacia el sigo XII a.C.).
.
Aunque
los “verdaderos” Filisteos que conocemos por La Biblia,
constituyeron la segunda migración, que llegó a Canaán procedente
del mundo minóico y micénico destruido por los indoeuropeos.
Huyendo desde El Egeo, Creta y Chipre, a principios del siglo XII
a.C.; tras la caída de Troya y la expansión de los dorios
armados con hierro. Pero no hay que olvidar una primera migración
de cretenses llegados al Creciente Fértil y que escaparían de las
islas destruidas por el Tera Santorino, hacia las costas
continentales cercanas de Fenicia y Anatolia. Debido a lo que
habríamos de considerar “dos etapas” -o migraciones-
Filisteas: La primera sucedida en los años que estudiamos a
consecuencia del volcán de Tera, y otra cuatro siglos posterior.
Este segundo éxodo traerá a las costas de Canaán, los huidos de
Micenas y del mundo de Minos invadido por el Hierro. Quienes
sabemos escapan tras la Guerra de Troya y la dispersión de los
indoeuropeos; llegando a tierras de Palestina desde el 1195 a.C. y
denominados “Gilsteos”. Un nombre (Gilsteos) dado a estas
nuevas gentes venidas de Creta o Micenas, que a nuestro juicio es de
origen aqueo (griego arcaico), lo que explica que realmente su
migración fuera contemporánea a Troya. Aunque la denominación
de “filis-teos” también se correspondería con el idioma que
hablaron los súbditos de Minos (un dialecto aqueo, tal como Ventris
afirmó). Siendo la traducción de “Filisteo” desde el griego
antiguo (micenio). “los que aman a dios” (de las voces filo
+ teos) o bien la tribu de dios (de la palabra dios = teos
unida a fulh = tribu).
Pese a ello, más adelante veremos que su apelativo egipcio era
“Peleshet”, y se identifica con las voces helenas que significan
marinero (pelagio) o bien mercenario (pelete). Sea como fuere,
parece a ciencia cierta un nombre de origen cretense el de estas
gentes exiliadas que aparecen en Canaán -tan bien organizadas
estatal como militarmente-. Por lo que chocarían con los judíos
al establecerse en esas tierras y no aceptar las formas de vida
semitas.
SOBRE
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Arriba,
mapa de las rutas hacia el estaño. Abajo otro mapa con las rutas
hacia el estaño, el cobre, la plata y el oro.
Sabemos
pues que los Filisteos debieron ser -en principio- una rama de
estos cretenses huidos tras el Tera, que se establecen hacia el siglo
XVI en una franja al Sur de Canaán (en la zona de costa, que
posteriormente fue fronteriza con Israel). Más tarde,
probablemente este territorio -ocupado por cretenses- sería
aprovechado para refugiar a los micenios y cretochipriotas que
perdieron sus tierras, tras la caída de Troya y la llegada del
Hierro; lo que provocó la segunda migración del siglo XII a.C..
Llegando los filisteos a Canaán en esa segunda venida, ya como un
“pueblo del Mar” apátrida y expulsado por las expansión de
los hombres férreos (indoeuropeos, llamados comúnmente en el Ego,
los dorios). Por su parte, ya dijimos que el nombre de “filisteo”
se considera que procede del egipcio “peleshet”; aunque hemos
visto que -a nuestro juicio- es origen creto aqueo. Aunque se sabe
que actuaban como mercenarios y aliados de Egipto; lo que encaja con
su procedencia cretense y con la voz griega “pelates” (que
significa asalariado y mercenario).
.
La
segunda migración filistea (del siglo XII a.C.) la trataremos más
en profundidad en otro apartado. Pero en lo que respecta a estos
cretenses llegados a Canaán en el siglo XVI a.C., todo hace pensar
que los Hicsos del Nilo pudieron apoyarlos, al estar muy relacionados
con su cultura; dándoles tierras costeras al norte de Egipto. De tal
manera esos primeros filisteos (cretochipriotas establecidos en
Canaán) servirían como marinos a los dueños del Nilo; aunque
tras la caída de los Hicsos seguirían colaborando con Egipto para
el control de Canaán. Pero pese a actuar como aliados del faraón,
al final del reino de Avaris debieron ser sometidos por los ejércitos
del Nilo, cuando renace el Imperio Nuevo (desde el 1560 a.C.).
Debido a esta situación, los cretochipriotas por entonces hubieron
de aliarse con los primeros fenicios (que llamamos proto-fenicios);
con quienes compartían mar y frontera. Pues desde este momento
veremos a Chipre, siempre como protegida o aliada de Tiro y Sidón;
ciudades púnicas que mantenían puertos en la isla, a la vez que
podían guarecerla de asedios y de gentes venidas de Anatolia o
del Egeo. Aunque esa posible paz (o colaboración) en la que
vivieron fenicios y filisteos hasta el siglo XI a.C., parece truncada
tras el nacimiento del reino judío de Israel-Judá. Momento en
que algunos de los filisteos se integran entre las tribús de
Jacob (como hicieron los de Gat-Golán); aunque la mayoría se
verán empujados hacia la costa, asediados por Israel y Judá
-tras la conquista judía de “la tierra prometida”-.
.
Conforme
hemos expuesto, hacia el año 1000 a. C. se considera que los
israelitas vencieron a los filisteos -de la segunda migración-;
quienes en teoría eran mucho más poderosos que los de Judá e
Israel juntos. Pero aquellos “débiles” judíos, actuaron tan
unidos que consiguieron relegarles a una franja en la costa, no
recuperando los filisteos nunca más sus tierras y debiendo vivir por
siempre en aquella pequeña zona junto a las playas (ver mapas
bajo estas lineas). Es este periodo el reino de David, quien
triunfa ante el gran Filisteo Goliat (I Paral. 20) ; historia que
recoge La Biblia mencionando cómo en las fechas referidas los
filisteos fueron vencidos y arrinconados en un margen del litoral
mediterráneo palestino. Donde permanecieron, en esta estrecha franja
de costa cercana a Haifa; viviendo allí hasta el siglo VII a.C,
cuando Assur (Asurbanipal) conquistó Canaán. Y pese al pequeño
área en que quedaron relegados estos filisteos; el emperador Adriano
denominó a toda esa región con su nombre. Llamando a esa tierra
Palestina (Philistea), con el fin de borrar de allí el recuerdo de
los rebeldes judíos e israelitas -continuamente sublevados
contra Roma-.
.
Para
terminar este epígrafe, diremos que nuevamente hemos visto otra de
las grandes historias bíblicas y su relación con sucesos
históricos, recogidos de forma legendaria en la personificación de
David y Goliat (I Paralipómenos 18, 1). Donde entendemos el
significado de ese “gigante” filisteo, enemigo de los judíos al
que abate el “pequeño rey de Israel” con un golpe de honda.
Siendo Goliat la personificación de la ciudad de Gat, el emporio
principal de aquel pueblo originario de Creta, Chipre o Grecia (12)
. Por otro lado, en esta época de expansión y
organización de los judíos (el siglo X a.C.) es cuando muchas
ciudades, tribus y reinos asentados hasta entonces en Canaán, se
ven forzados a retirarse a las costas. Huyendo algunos de las zonas
cercanas al Sinaí, mientras otros muchos se embarcaron buscando
nuevas patrias y hasta llegarían a tierras lejanas, en Occidente
(para sobrevivir a la expansión israelita). Debido a estas
circunstancias históricas, sabemos que la mayoría de los asentados
en Canaán que y no eran judíos, decidieron construir fortalezas
elevadas para vivir en un recinto amurallado -en islas de las
costas-. Incluso creando arrecifes fortificados artificialmente y
junto a litoral de Oriente Medio (como fueron Tiro y Sidón).
.
Por
lo explicado antes, no es de extrañar que coincida la época de
creación del reino de Judá Israel, con la llegada de colonizadores
venidos desde Canaán hasta nuestras costas; gentes que hoy se
denominan precolonizadores de iberia y que importaron objetos de tipo
micénico y caánanita (13)
. Todo ello en un momento en que los dorios acababan de terminar
con Micenas y el Egeo comenzaba de ser dominado por gentes del
Hierro. Aunque este punto lo estudiaremos más adelante, pues para
comprender plenamente la formación de la civilización canaánita
(la zona de Oriente Medio que nos colonizó y culturizó desde los
tiempos mas remotos). Hemos de seguir una cronología y así en el
siguiente epígrafe debemos de pasar al periodo del cautiverio y
liberación de los hebreos. Etapa que se identifica con la de
Moisés.
.
JUNTO ESTE PÁRRAFO: Al lado, portada del libro de Sandars, LOS PUEBLOS DEL MAR, donde se explica con detalle las turbulencias que sufrió El Egeo, Anatolia y Oriente Medio tras la caída del imperio hitita y la difusión del hierro. Un periodo que comienza en el primer tercio del siglo XIII a.C., con la Batalla de Qadesh (1274 a.C.) y se "acelera" poco después, cuando el reino hittita de Hattu entra en crisis. Culminanado hacia el 1212 a.C. con la guerra de Troya, siendo su etapa más dura la denominada "expansión de los Pueblos del Mar"; gentes errantes cuyos ataques a zonas como Egipto se documentan entorno al 1175 a.C.. Tras ello y debido también a invasiones que llegan a Grecia Continental desde el Danubio y los Balcanes, se produce un estado absoluto de deterioro en el área Oriental mediterránea; entrando en involución las culturas y estados que habían heredado a las del Bronce. Destruyéndose Micenas que había liderado desde el siglo XV a.C. el progreso en la Hélade y sus islas; civilización que procediendo desde Creta y Anatolia fue la continuadora del sistema minóico, y que había sido sucesora de las culturas de "El Bronce en el Egeo", actuando como "puente" entre el mundo hittita y Egipto. Tras la caída de Hattusa y la expansión del hierro -sucedida desde Troya-, la magnifica cultura micénica se derrumbó en pocos años, sin saberse muy bien qué pudo ser de las gentes que la conformaron. En este libro, Sandars expone una clara visión de la época, tanto como de la Historia que hubo de suceder. Recogiendo en ocasiones con claridad, cómo entre los llamados Pueblos del Mar se hallaron algunos de aquellos micenios que durante casi todo el siglo XIII a.C., tuvieron de dedicarse a navegar buscando asentamiento o nueva patria. Batallando y atacando puertos o zonas de litoral al quedarse sin su territorio, rumbo social, ni hogar. Llegando a poner sus ataques en peligro la seguridad del Egipto de Ramses III; dado que realizaban tremendas razzias con miles de soldados y centenares de barcos, pretendiendo así establecerse en tierras del Faraón (14) .
.
JUNTO ESTE PÁRRAFO: Al lado, portada del libro de Sandars, LOS PUEBLOS DEL MAR, donde se explica con detalle las turbulencias que sufrió El Egeo, Anatolia y Oriente Medio tras la caída del imperio hitita y la difusión del hierro. Un periodo que comienza en el primer tercio del siglo XIII a.C., con la Batalla de Qadesh (1274 a.C.) y se "acelera" poco después, cuando el reino hittita de Hattu entra en crisis. Culminanado hacia el 1212 a.C. con la guerra de Troya, siendo su etapa más dura la denominada "expansión de los Pueblos del Mar"; gentes errantes cuyos ataques a zonas como Egipto se documentan entorno al 1175 a.C.. Tras ello y debido también a invasiones que llegan a Grecia Continental desde el Danubio y los Balcanes, se produce un estado absoluto de deterioro en el área Oriental mediterránea; entrando en involución las culturas y estados que habían heredado a las del Bronce. Destruyéndose Micenas que había liderado desde el siglo XV a.C. el progreso en la Hélade y sus islas; civilización que procediendo desde Creta y Anatolia fue la continuadora del sistema minóico, y que había sido sucesora de las culturas de "El Bronce en el Egeo", actuando como "puente" entre el mundo hittita y Egipto. Tras la caída de Hattusa y la expansión del hierro -sucedida desde Troya-, la magnifica cultura micénica se derrumbó en pocos años, sin saberse muy bien qué pudo ser de las gentes que la conformaron. En este libro, Sandars expone una clara visión de la época, tanto como de la Historia que hubo de suceder. Recogiendo en ocasiones con claridad, cómo entre los llamados Pueblos del Mar se hallaron algunos de aquellos micenios que durante casi todo el siglo XIII a.C., tuvieron de dedicarse a navegar buscando asentamiento o nueva patria. Batallando y atacando puertos o zonas de litoral al quedarse sin su territorio, rumbo social, ni hogar. Llegando a poner sus ataques en peligro la seguridad del Egipto de Ramses III; dado que realizaban tremendas razzias con miles de soldados y centenares de barcos, pretendiendo así establecerse en tierras del Faraón (14) .
.
ABAJO:
Mapa
que contiene en su página 162, el libro antes citado (LOS PUEBLOS
DEL MAR, de N.K. Sandars; Madrid 2005 -a cuyo editor agradecemos nos
permita divulgar esta imagen-).
Veamos en él
cómo sitúa el lugar de asentamiento de los filisteos en dos zonas:
Por un lado en el litoral de Oriente Medio, en un área muy cercana a
Chipre; tanto como igualmente contempla a los Peleset (filisteos) en
la actual franja de Gaza. Ese
doble emplazamiento de aquel Pueblo del Mar, sin duda y en nuestra
opinión se debe a que aquellos
que los judíos llamaron filisteos (y los egipcios peleset) eran
originarios del Egeo y del área cercana a Chipre, donde primero los
sitúa la Historia. Aunque hacia el año 1180 aparecen luchando en
Egipto contra Ramses III, época en que se mencionan ya asentados en
la franja de tierra que hasta entonces había sido egipcia y que tomó
el nombre de Gaza.
Voz que en mi opinión procede de Gath, ciudad filistea con un famoso
héroe homónimo que llamado G-lath (Goliat). Palabras cuyo origen
consideramos proceden del arameo "GLTH" y que significan:
"Errantes, el que vaga, el que peregrina".
.
Habiendo
denominado los arameos así a los filisteos; durante los años en que
buscaban asentarse en Canaán y mientras huían de sus tierras
invadidas por los dorios (los Hombres del Hierro). Por cuanto esos
micenios expusados de las costas de Anatolia, del Egeo, de Creta o
Chipre; serían llamados por los israelitas “GLHT” = “los
errantes, los que vagan”. De allí el nombre de la franja de
terreno donde lograron asentarse: Gath, al igual que su ciudad
principal y su famoso héroe homónimo (Goliat). Área que, como
decimos, actualmente se corresponde con Gaza y donde vivirían los
peleset (ó filisteos) hasta que se asimilaron con los israelitas
-por lo que aún hoy se denomina Palestina-. En el mapa de la
imagen igualmente se observa junto a estos PELESET, a otro Pueblo del
Mar (micenio o anatolio errante) denominado DANUNA. Gentes que se
identifican comúnmente con los Aqueos o preaqueos a los que la
Historia llama Danaos (tal y como que se citan en las cartas de
Amarna, y eran conocidos en la misma Grecia). Unos Danuna o
Danaos que primeramente compartieron tierras con los Peleset y de los
que se supone posteriormente se unirían o fundirían entre los
judíos con el nombre de Tribu de Dan. Importante grupo israelita que
fundo sus ciudades junto al Golán a comienzos del I milenio a.C..
.
Finalmente,
en el mismo mapa y en la franja de Gaza, pero unos kilómetros más
al Norte de los PELESET y DANUNA, marca a los TJEKER; otro de los
Pueblos del Mar (errantes en estos siglos); que se cree procedía de
Salamina -Chipre- o bien de la Tróade -Troya-. Sabiéndose eran
aliados de los anteriores Filisteos y Danaos, con los que
compartieron tierras y ejércitos. Estos grupos que aparecen como
migratorios durante los siglos XIII y XII a.C., fueron con toda
seguridad -al menos a mi juicio- las gentes micénias o anatólias
y egeas, que durante la expansión del Hierro se vieron obligadas a
huir y establecerse en otros lugares. Siendo acogidos una gran
mayoría en las costas de Canaan y asentándose en la franja marítima
de Israel-Judá. Algo que impulsarían los habitantes del llamado
"creciente fértil" porque los cananeos apenas
navegaban, al carecer de medios y fundamentalmente de bosques para
construir armadas. De todo lo que se comprende el modo en que los
judíos y habitantes del área del Jordán pactaban con estos
marineros errantes; situándolos en los litorales como un medio de
proteger sus costas. Por lo demás, la franja marítima de Gaza,
hasta la llegada de los Peleset -o los Danuna y Tjeker (filisteos,
danaos y tróades)- había estado en poder de Egipto. Quedando fuera
del dominio de Ramses III hacia el 1180 a.C., momento en el que se
documenta precisamente la entrada de los Pueblos del Mar en aquella
zona. Todo lo que deja de manifiesto que se asentarían ayudados
(o apoyados) por los habitantes de esas tierras hasta entonces
fronterizas con las del faraón (principalmente los judíos, habida
cuenta que algunos de los Pueblos del Mar terminarían formando parte
de sus tribus) (14) .
5)
- Caída de los Hicsos, Canaán como enemigo de Egipto:
.
Decíamos que en nuestra forma de ver la Historia, tras la segunda gran explosión del Tera-Santorino (1580 a.C.) retroceden los reyes Hicsos hasta Canaán, prácticamente sin combatir y por debilitamiento de sus huestes. Así, creemos que abandonan Egipto simplemente por el desastre de la erupción; provocando de nuevo maremotos y lluvia de lava con cenizas sobre las ciudades costeras -desde el Nilo hasta Anatolia-. Por lo que en mi opinión, la caída de esta dinastía Hicsa no se debió a ser propiamente “expulsados” por los antiguos dueños de aquella tierra (como los vencedores quisieron escribir). Sino más bien a problemas de destrucción de su armada y sus puertos, por el volcán del Tera. Lo que les llevaría a decidir marchar de Egipto, debido a las supersticiones religiosas que surgirían tras aquellos sucesos, unido a la falta de abastecimiento y seguridad, tras la destrucción de ciudades asociadas son ellos en Creta, Chipre o Canaán (barridas por el cataclismo). Además, en aquel momento, los súbditos del faraón que habían odiado a los invasores hicsos durante un periodo de más de ciento cincuenta años. Aprovecharían la situación provocada por el Tera para reorganizarse y avanzar hacia la desembocadura (donde se hallaba Avaris). Viniendo desde el Sur y desde el más lejano Alto Nilo, con el fin de expulsarles; o haciendo frente a los hicsos todos aquellos que se consideraban “verdaderos egipcios”. Quienes habían mantenido su cultura milenaria, consiguiendo incluso muchos habitantes del delta no ser sometidos por la invasión; mientras otros se retiraron hacia Luxor con la llegada de los “bárbaros”. Donde se organizan como una resistencia, en esta capital llamada por ellos “Lunu-sema” -la Heliópolis ó Tebas, grecoegipcia-. Desde la que se reorganizaron como un Nuevo Egipto Faraónico, para acabar con el reino Hicso de Avaris.
Decíamos que en nuestra forma de ver la Historia, tras la segunda gran explosión del Tera-Santorino (1580 a.C.) retroceden los reyes Hicsos hasta Canaán, prácticamente sin combatir y por debilitamiento de sus huestes. Así, creemos que abandonan Egipto simplemente por el desastre de la erupción; provocando de nuevo maremotos y lluvia de lava con cenizas sobre las ciudades costeras -desde el Nilo hasta Anatolia-. Por lo que en mi opinión, la caída de esta dinastía Hicsa no se debió a ser propiamente “expulsados” por los antiguos dueños de aquella tierra (como los vencedores quisieron escribir). Sino más bien a problemas de destrucción de su armada y sus puertos, por el volcán del Tera. Lo que les llevaría a decidir marchar de Egipto, debido a las supersticiones religiosas que surgirían tras aquellos sucesos, unido a la falta de abastecimiento y seguridad, tras la destrucción de ciudades asociadas son ellos en Creta, Chipre o Canaán (barridas por el cataclismo). Además, en aquel momento, los súbditos del faraón que habían odiado a los invasores hicsos durante un periodo de más de ciento cincuenta años. Aprovecharían la situación provocada por el Tera para reorganizarse y avanzar hacia la desembocadura (donde se hallaba Avaris). Viniendo desde el Sur y desde el más lejano Alto Nilo, con el fin de expulsarles; o haciendo frente a los hicsos todos aquellos que se consideraban “verdaderos egipcios”. Quienes habían mantenido su cultura milenaria, consiguiendo incluso muchos habitantes del delta no ser sometidos por la invasión; mientras otros se retiraron hacia Luxor con la llegada de los “bárbaros”. Donde se organizan como una resistencia, en esta capital llamada por ellos “Lunu-sema” -la Heliópolis ó Tebas, grecoegipcia-. Desde la que se reorganizaron como un Nuevo Egipto Faraónico, para acabar con el reino Hicso de Avaris.
.
De
ese modo y tras el debilitamiento de los Hicsos, consiguen
expulsarlos promoviendo un renacimiento; dando así paso al
Reino Nuevo. Que comienza en este momento -entre los años 1580 y
1560 a.C.-; manteniendo el poder en Luxor y donde lo situaron desde
el comienzo del Reino Medio (en el 2050 a.C.). Con la capital
escondida a centenares de kilómetros y muy lejos del mar; fuera
de los posibles ataques extranjeros. Allí donde se habían
mantenido los verdaderos egipcios en estado “puro” durante la
invasión hicsa. Quienes promueven tras la caída de esa dinastía
bárbara, la expulsión o la esclavitud de todos los habían
colaborado con este reinado de extranjeros. Pueblos en su mayoría
llegados desde Canaán; entre los que se encontraba el hebreo, que
como hemos dicho habría entrado con los hicsos en el delta, para
establecerse allí como una burguesía comerciante y con capacidad de
organizar gestiones de tesoro y administración. Pero tras siglo y
medio de dominio extranjero del Bajo Nilo y al caer su poder;
fácil es imaginar que la sed de venganza que los egipcios
antiguos tenían hacia esos pueblos que habían colaborado con los
hicsos. Tanto era el odio a ellos y a sus gentes asociadas, que
fue denostada la misma ciudad de Biblos, que durante miles de años
había sido tenida por aliada del Faraón (colonia, o casi
hermana). Pasándose a considerar a los bibliotas unos grandes
traidores; afirmando los egipcios que Biblos había iniciado una
política de expansión, aprovechando el gobierno Hicso, sin ayudar a
sus “hermanos” faraónicos y vendiendo a su propia nación. Así
es como hacia el 1570 y el 1550 a.C., Ahmosis y Tutmosis II
expulsaron definitivamente a aquellos “ gobernantes extranjeros”
del Delta, que según narran las crónicas de los mismos egipcios
eran “reyes pastores, tiranos e ignorantes, bajo cuyo reinado no
hubo prosperidad” (15) .
.
Este
periodo de dominación hicso, llevaría a Egipto a tener un enorme sentido patrio y a fortalecerse militarmente; pero sobre todo
a desear destruir Canaán (de donde consideraban procedían
aquellos “bárbaros”). Llegando sus huestes hasta aquellas
tierras vecinas, en diferentes incursiones; donde atacan repetidamente los del faraón y en
gran parte, acaban con ciudades tan importantes como la de Biblos. Unos primeros avances territoriales de Egipto, que les lleva a
dominar la zona del Líbano por completo. Tras ello, se alía
Tutmosis II con el reino de Mitani (unidos a Babilonia) para
repartirse Canaán y someterlo por completo; creando así un
fortísimo imperio faraónico que comprendía Líbano y Siria,
llegando hasta el Eúfrates. Pues tanta era la furia de los del
Nilo en estos años contra los pueblos originarios de Canaán; que un
siglo después de la caída del los Hicsos, Tutmosis III en 1462 a.C.
atacará Mitani por el Eúfrates, para controlar totalmente a los
semitas (recordemos que esta civilización mesopotámica de Mitani,
había sido de fundación Hurrita -de igual raíz a la de los
Hicsos-).
JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Dos imágenes personales tomadas en el gran templo de Karnak (Luxor), cumbre del Nuevo Imperio. Arriba, quien escribe estas lineas posando con un gorro blanco, junto a mis sobrinos. Abajo, mi mujer junto a nuestros sobrinos y también en ese templo de Luxor.
.
.
Es
esta la época del “gran renacimiento” y gloria egipcia, en la
que se crea un periodo de arquitectura incomparable,
y -entre otras maravillas- el famoso Valle de los Reyes, así como
innumerables templos junto a su capital (la actual Luxor). Pese
a ello, el nuevo Egipto resucitado (el Imperio Nuevo) ya no se acercará
tanto al Mediterraneo, como hicieron los antiguos reinos con capital
en Memfis, que se atrevían a enterrar
a sus muertos en maravillosos edificios, en las proximidades del mar
y a la vista de cuantos extraños llegaran a la desembocadura del
Nilo. Consecuentemente, con la nueva mentalidad de “parapetarse”
en el desierto; comprenderemos cómo eligieron una escondida zona de
montañas y con forma parecida a las pirámides, para excavar en
ellas las tumbas de sus Faraones (El Valle de los Reyes). Pues Egipto
desde la etapa del reino Hicso, permanecerá con una gran
desconfianza hacia lo ajeno y siempre intentará refugiarse en el
Alto Nilo del desierto profundo, huyendo
de extraños y extranjeros. Debido a
ello, las tumbas ya no serán vistosas pirámides, sino que pasan a
excavarse en un lugar escondido;
horadado entre rocas de imposible acceso y de muy difícil hallazgo
(tanto que algunas no se han encontrado aún). Todo lo que se debió seguramente al ver el modo en
que los Hicsos profanaron y desvalijaron gran parte de los los
palacios, edificios y hasta los cenotafios faraónicos más antiguos.
Hecho este por el cual veremos cómo los egipcios, desde el Imperio
Nuevo, tratan de ocultarse y esconderse del extranjero (inhumando a
sus muertos en madrigueras inaccesibles). Pues
ese Egipto posterior a los Hicsos, será ya siempre temeroso y hasta
xenófobo (cerrado en sí mismo); no deseando que los extranjeros
conozcan sus entrañas sociales, ni menos sus secretos -religiosos o
de ciencia-. Pretendiendo alejarse de
otras civilizaciones a quienes se limitará a someter; más que
conquistarlas y civilizarlas, como antaño había hecho (motivo por
el que se perdió el recuerdo de su cultura, tan solo parcialmente
recuperada tras la lectura de los jeroglíficos en el siglo XIX
d.C.).
.
Por
su parte, los canaánitas que no huyeron del Nilo al caer el mundo
Hicso, pasaron a ser esclavos; al igual que cuantos prisioneros
hicieron en Oriente Medio los ejércitos del faraón. Una zona que
durante este periodo del Reino Nuevo se intentaba liberar como podía
del yugo egipcio; y donde tan solo algunas ciudades consiguieron por
entonces escapar al poder nilota. Principalmente las situadas en
costa, unidas a la organización filistea y que debieron servir a los
egipcios por entonces como aliados; actuado como mercaderes y sobre
todo de transportistas marítimos. Porque la invasión faraónica de
Canaán y de las zonas limítrofes en esos años fue tan severa, que
hasta los cedros del Líbano pasan a ser adquiridos como recaudación
de impuestos. Debiendo pagarlos al rey del Nilo, obligatoriamente, Biblos o las ciudades adyacentes. Dejando de ser así los egipcios
compradores o aliados de la zona y llegando hasta este área del
Líbano como recaudadores; cuyos cobros e impuestos en
tiempos de los Tutmosis (II, III y IV) fueron verdaderamente duros. A
estos faraones le suceden los Amenotheps; entre los que Amenofis
II y III actuaron con menos militarismos y con más dedicación a la
cultura. Relajando un tanto el yugo sobre Canaán y las fronteras
(pese a que conservaron el Imperio Medio y su gloria). Llegándose
así hasta el momento en que un rey “extraño” decidió reformar
la religión y el país del Nilo.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Otras
dos imágenes personales. Arriba
mis dos sobrinos en el templo de Deir-el-Bahari (hace años -uno
japonés y otro español-). Ambos junto a la estatua de Hatsepsut, la
reina anterior a Tutmosis III;
faraón que atacará a Mitani en el 1462 a.C. para dominar por
completo Canaán. Abajo,
una fotografía mía hace algunos años, en la entrada del Valle de
los Reyes. El
lugar donde escondieron sus tumbas los faraones, tras expulsar a los
hicsos del Nilo; probablemente después de ver el expolio que estos
extranjeros habrían realizado en los enterramientos antiguos del
delta.
.
.
.
.
6)
Akhenatón el rey “hereje”:
.
En el 1377 a.C. (fechas aprox. +/- 30 años) sube al trono Amenofis IV, el gran “hereje Akhenatón”, quien dedica todo su reinado al “florecimiento” cultural, espiritual, y sobre todo, a la reforma religiosa que personalmente decide llevar a cabo. Una “herejía” con la que intentó imponer lo que se ha denominado “el monoteismo” de Egipto; transformando gran parte del culto y costumbres del Imperio hacia la veneración a un dios único (Atón). Sus cambios llegaron hasta el punto de modificar la capital del reino, que ya dijimos habían situado en el actual Luxor hacia el 2050 a.C. -por motivos de defensa y de nueva política-. Poniendo una nueva ciudad y corte en la llamada urbe Akhenatón; denominada con su mismo nombre -que significaba el “Horizónte de Atón- y ubicándola junto a la actual Amarna (a medio camino entre Luxor y la desembocadura del Nilo). Por su parte, el monoteísmo de Amenofis IV -del que tanto se habla-, no fue más que una reforma en la que se sustituye al rey de los dioses Amón, por el nuevo dios único: Atón (personificado en el disco solar). Un culto a Atón que ya se había iniciado en época de su padre (Amenofis III); aunque la transformación religiosa del hijo fue de carácter más reaccionario. Tanto como para perseguir a quienes venerasen al antiguo dios. Así este faraón llamado “hereje” y que reinó unos diecisiete años, ordena destruir todas las estatuas del antiguo Amón y sustituirlas por la imagen de Atón; del mismo modo que borra todo nombre e inscripciones de Amón-Ra, obligando crear nuevos templos y bajorrelieves en favor del dios único representado en el disco-Sol (Atón). Asimismo, Akhenatón, bajo este nuevo rito se inviste como pontífice supremo y con ello lo que realmente buscaba era restar poder al sacerdocio, para detentar todo el gobierno desde la corona.
En el 1377 a.C. (fechas aprox. +/- 30 años) sube al trono Amenofis IV, el gran “hereje Akhenatón”, quien dedica todo su reinado al “florecimiento” cultural, espiritual, y sobre todo, a la reforma religiosa que personalmente decide llevar a cabo. Una “herejía” con la que intentó imponer lo que se ha denominado “el monoteismo” de Egipto; transformando gran parte del culto y costumbres del Imperio hacia la veneración a un dios único (Atón). Sus cambios llegaron hasta el punto de modificar la capital del reino, que ya dijimos habían situado en el actual Luxor hacia el 2050 a.C. -por motivos de defensa y de nueva política-. Poniendo una nueva ciudad y corte en la llamada urbe Akhenatón; denominada con su mismo nombre -que significaba el “Horizónte de Atón- y ubicándola junto a la actual Amarna (a medio camino entre Luxor y la desembocadura del Nilo). Por su parte, el monoteísmo de Amenofis IV -del que tanto se habla-, no fue más que una reforma en la que se sustituye al rey de los dioses Amón, por el nuevo dios único: Atón (personificado en el disco solar). Un culto a Atón que ya se había iniciado en época de su padre (Amenofis III); aunque la transformación religiosa del hijo fue de carácter más reaccionario. Tanto como para perseguir a quienes venerasen al antiguo dios. Así este faraón llamado “hereje” y que reinó unos diecisiete años, ordena destruir todas las estatuas del antiguo Amón y sustituirlas por la imagen de Atón; del mismo modo que borra todo nombre e inscripciones de Amón-Ra, obligando crear nuevos templos y bajorrelieves en favor del dios único representado en el disco-Sol (Atón). Asimismo, Akhenatón, bajo este nuevo rito se inviste como pontífice supremo y con ello lo que realmente buscaba era restar poder al sacerdocio, para detentar todo el gobierno desde la corona.
.
Pese
a lo mucho que se especula sobre este momento, donde se llevaría a
cabo la creación por primera vez en la Historia de un monoteísmo.
Realmente todo parece más bien un intento de ese Faraón por
apoderarse de la fuerza de la iglesia egipcia y controlar la
religión, con el nuevo “dios único” impuesto; cuyas decisiones
se revelaban por boca del monarca. Además, hemos de añadir que
aquel “monoteísmo” creado por Amenofis IV, no era el primero
de Egipto, ni aún menos se diferenciaba mucho de la religión
anterior. Puesto que Osiris en la forma de Amón, fue desde los
inicios de Egipto un dios padre único, al que acompaña una
triada muy similar a la de posteriores cultos (Osiris -padre-; Isis
-madre “virgen”-; Horus -hijo póstumo de dios-). De todo ello, y
aunque el panteón egipcio se acompañe de múltiples deidades, que
ayudan o atacan al dios supremo y a su esposa e hijo. Realmente el
credo del antiguo Egipto se dirigía a un solo dios-rey; en la forma
del Sol (Ra), muy similar al que proclamará luego Akhenatón.
Por cuanto hemos expuesto, no nos debe quedar la menor duda de que en
las posteriores creencias de todo el Mediterráneo Oriental, será
fundamental la historia de Osiris primigenio; como “dios padre”
-dios único y creador verdadero-. Por todo ello, afirmar que
Akhenatón pretendía instituir el primer monoteísmo con fines
filosóficos, creemos que pudiera ser tan erróneo como considerar
que la armonía de las estrellas fue una idea de Platón (ya que este
filósofo la copió literalmente de los textos y de las enseñanzas
de los pitagóricos -principalmente de los que compró a la familia
de Filolao).
.
Es
decir, que a nuestro juicio el mencionado Faraón “hereje”, lo
que pretendía fue una gran reforma administrativa para controlar el
clero y la religión; tanto como un acercamiento de su pueblo a
creencias más propias de semitas y canaáneos. Este es a nuestro
modo de entender, un punto relevante para comprender a Akhenatón;
pues todos los estudios sobre el mencionado periodo suelen concluir
que la nueva religión que implanta ese rey era un monoteísmo, que
posteriormente influyó sobre otros pueblos cercanos a los egipcios
(o entre los que vivían en el Nilo; especialmente en el judío).
Pero el hecho importante es que el faraón trató de imitar cultos
canaaneos y mitanios de su época; seguramente para llegar a una
confluencia con estos pueblos vecinos. Y aunque se repita en
infinidad de estudios que hacen referencia al origen de los hebreos,
la afirmación de que el Yahvé bíblico está muy influido del Atón
de ese rey. Muy por el contrario, en nuestra opinión fue Amenofis
IV quien toma un dios similar al que adoraban los semitas;
posiblemente en un intento por acercarse a países cercanos y a su
organización estatal (con fines de alianza y para evitar guerras, en
un momento de gran crisis fronteriza).
.
Consecuentemente
-a mi juicio- el Atón que impone Akhenatón, se parece en algún
modo al dios supremo que adoraban los babilonios y las gentes Mitani.
Pues hemos de tener presente que su esposa Nefertiti, según
algunas teorías era mitania de origen. Bodas reales y pactos
faraónicos con extranjeros, debido a que por entonces el Nilo
necesitaba mantener alianzas con países muy alejados. Ya que durante
esa fase vivían un momento de tal expansión territorial, que les
obligaba a mantener una política exterior continua. Por todo ello,
incluso este Atón es muy similar al “señor Baal” que luego
compartirían algunos de los pueblos de Canaán. De tal manera,
esa nueva deidad única se acerca más al divo del fuego que al
dios del Sol; y con ello, se asimila mejor Atón a los Baal (o reyes)
que todas las ciudades y religiones semíticas tenían. Pues con la
voz Baal -que sabemos significa “señor” en lenguas semita-
representaban al mismo monarca y así el señor su dios hablaba
por boca del propio gobernante, a través del que era adorado.
Tanto, que para su veneración se hacía común el sacrifico de
humanos en el templo; donde se contenía la efigie del monarca-Baal
(el dueño de la urbe o del reino). Siendo así, como “señor”
de la Ciudad o del Estado, fue venerado simbolizado en el mismo
fuego, representando la luz y las estrellas (el Sol). Por lo que era
común entre estos pueblos, quemar en nombre del Baal a personas
-vivas o recién sacrificadas- ofrecidas sobre un pebetero
sagrado del templo. En especial a los primogénitos que las familias
adoradoras del rey (las nobles), que entregaban a sus hijos con este
fin. Tales ritos y usos se sabe se llevaron a cabo entre semitas y
sobre todo tenemos testimonio de haberse practicado en los templos
fenicios y cartagineses (especialmente del Baal Melkarte en ciudades
como Tiro, Sidón, Cartago o Cádiz). Pese a ello, aquellas
inmolaciones del primogénito fueron precisamente la piedra de toque
para la creación de una nueva religión y de una nueva civilización.
Nacida desde Abrahám, cuando se acabó con este cruento ritual de
ofrecer el hijo primero (tal
como muestra la historia del famoso Sacrificio de Isaac).
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Pequeño
relieve con el perfil de una hija de Akhenatón; (1351-1334 aprox.)
propiedad
del Walters Art Museum of Baltimore, USA -al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen. Abajo
escultura de Akhenatón, en cliché guardado en los fondos de la
fototeca universidad de Bruselas -a
la que agradecemos nos permita divulgar la imagen-. Como podemos
observar, en este periodo de Amenofis IV imperaba
una estética en la que los brazos se adelgazaban y estirándose, a
la vez que las cabezas se deformaban, semejando pepinos.
Según algunos, esta moda artística pudo deberse a la enfermedad del
faraón, que sería maltrecho; aunque es más común creer que esas
características físicas proceden de una visión generada por la
mandrágora tomada con vino. Una bebida que por entonces ingerían y
que al parecer ataca al nervio óptico haciendo ver a las figuras
alargadas y deformes. Por mi parte, considero
que esta moda de cabeza apepinada y brazos alargados procedería de
Mitani;
donde era común vendar el cráneo a los nobles desde niño, para que
su testa tuviera una apariencia artificial y sobrehumana. Ello
podría expresar una gran influencia de modas e ideas mitanias en la
época de Akhenatón, quien entre sus favoritas de harén contaba con
una princesa de ese reino.
Creyendo muchos historiadores que aquella princesa mitania llamada
Thaudepa y que perteneció originariamente al harén del padre de
Akhenatón (Amenofis III). Fue heredada y desposada con el hijo;
cuando este sube al trono. Todo lo que explicaría las enormes
influencias mitanias durante este periodo de Amenofis IV
Son
muy útiles los datos que exponemos, para encontrar las claves sobre
estos pueblos de Canaán que posteriormente colonizaron la Península
Ibérica -en especial, para comprender a los fenicios y
cartagineses-. De tal manera, si
consideramos que es Akhenatón quien copia un modelo semita
religioso, pretendiendo atraer hacia Egipto a estas culturas
coetáneas, que iban naciendo y fortaleciéndose en Canaán y el
Sinaí (como la fenicia). Comprendemos
bien, como Atón no solo es un nuevo dios, sino principalmente un
intento de aliarse con Mitani, los Canaaneos y Amorritas.
Pretendiendo este faraón débil y decadente aunarse con aquellos
pueblos vecinos, cuando observa como los
Hittitas “bajaban” desde Anatolia, realizando terribles razzias y
conquistando antiguas tierras de frontera faraónica en el Medio
Oriente. De ese modo, durante
su reinado pasan a manos hittitas, prácticamente la totalidad de la
actual Siria y el Líbano. Zonas que hasta Amenofis III dominaba
perfectamente Egipto; al igual que los territorios sináicos que
alcanzaban hasta Mesopotamia.
.
Debido
a estas circunstancias políticas, creemos que
su retroceso de fronteras fue acompañado por el intento de reformar
la religión; con la intención segura de atraerse la amistad de
mitanios y canaanitas. Pero esta postura y la introducción de nuevos
cultos, produjeron en el Nilo todo tipo de protestas; provocando
escisiones en los ejércitos que guardaban sus tierras lejanas.
Pese a ello, el faraón no desistió en aliarse con los países
vecinos (intentando evitar sublevaciones entre los suyos, destinados
en el extranjero). Por tal motivo,
creemos que Akhenatón puso tanto énfasis en la creación de un
nuevo dios, más parecido al que muchos semitas adoraban. Para atraer
hacia Egipto a aquellos que debían de optar entre ser gobernados por
los hittitas o por los súbditos del faraón.
Sin lograr finalmente la alianza con aquellos vecinos a los que
pretendía asimilar a su nación y a su religión (como veremos).
Pues el concepto de creencias y fe egipcia era ajeno al de muchos
pueblos asentados en Canaán; tanto que el Dios bíblico Yahvé no es
un claro ejemplo de síncresis con Atón; sinó mas bien lo
contrario. Pues Atón fue una
transformación para deificar el fuego del Sol; como divo del ese el
culto tan fenicio al pebetero, inexistente en los ritos de Amón
-antecesor de Atón-. Siendo realmente aquel dios del fuego la
sublimación del poder del crisol y del calor,
que no solo arropaba el hogar con su temperatura, sino capaz
de “crear” los metales (el oro,
plata, cobre y estaño; con el que se fabricaban las armas y con el
que comerciaban canaáneos como los fenicios).
.
Cuanto
antes expresábamos lo comprendemos al observar cómo Amón Ra era
dios del día y de la noche (es decir de la oscuridad y la luz y
por ello, en verdad un dios único); mientras el Atón reformado
por Akhenatón, es solo el señor de la claridad y niega las
tinieblas. Partiendo desde un planteamiento maniqueo, plenamente
semita; donde las tinieblas no pueden ser adoradas, pues representan
el mal. De ello nos atrevemos a afirmar que el faraón reformador es
quien se inspira en religiones extranjeras y no el que influye en
ellas -tal como comúnmente se dicta-. Por tanto habríamos de
negar la idea tan proclamada de que los judíos y su Yahvé nazcan
desde este Atón y Akhenatón. Siendo imprescindible observar que
el Dios de la Biblia es absolutamente distinto a Atón. Tanto que
Yahvé no se puede representar en efigie y se expresa o simboliza
con fenómenos tan semitas como “la zarza ardiendo”(Exodo, 3, 3)
y sobre todo como una simple voz (más nunca en la forma del Sol, la
Luna, ni otro astro).Pues ya en El Decálogo se prohíbe
expresamente la creación de imágenes de Dios, del cielo o los
infiernos (Exodo. 20, 4-6). Siendo por tanto el Dios de Judá,
una idea abstracta, sin representación terrenal y que se manifiesta
solo en la forma necesaria para comunicarse (la palabra):
Bien para entregar La Ley Mosaica (Gen. 19) o bien para evitar el
sacrificio del primogénito -común en los rituales del Baal-.
.
Las
características antes descritas nos enlazan plenamente con algunas
deidades semitas y babilónicas, relacionando este Yahvé con ideas
comunes a códigos de leyes, como fue del rey-dios Hammurabi (del
siglo XVIII a.C.). A su vez lo aparta del sacrificio humano y del
primogénito, que se sabe practicaban los fenicios y mesopotamios en
sus templos. Tanto que la transformación religiosa hacia el Yahvé
judío se produce en razón a que el Dios de la Biblia ordena el
llamado “rescate”, con el que se sustituye un animal por la
persona a sacrificar. Así lo vemos en la inmolación de Isaac
(Genesis 22), tanto como en el “rescate” que se llevaba a cabo en
los templos levíticos; matando un animal en vez de un hombre, cuando
el niño se presentaba ante Dios por primera vez. Por cuanto
hemos explicado, parece claro que Yahvé ya está determinado como
monoteísmo en época de Abraham (unos cinco siglos antes de
Akhenatón); distinguiendose de los dioses semitas en que no permite
el sacrificio humano en su nombre, sustituyéndolo por el de una res.
Más tarde estudiaremos los orígenes de este Dios de los
judíos, que en el siglo XIX a.C. haría nacer unas nuevas
civilizaciones; desde las que proceden algunos pueblos sináicos y
las doce tribus de Judá e Israel.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Al
lado, la famosa estatua de Nefertiti
(esposa de Akhenatón) hallada en Amarna en diciembre de 1912
-propiedad del Neues Museum, Berlin; al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen-. Abajo,
Escarabeo con nombre Nefertiti Hallado en el pecio del Uluburun y
perteneciente al museo subacuático Bodrum
(al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). El sello real de
Nefertiti hallado en las profundidades del mar, deja claro que su
tumba fue expoliada y sus joyas vendidas a comerciantes de metales.
Aunque parece que alguna maldición cayó sobre aquel que compró la
sortija para venderla en Anatolia; pues naufragó mientras viajaba
con su nave llena de cobre, estaño, plata y oro -frente a las costas
de la actual Turquía-. El barco allí hundido (en Uluburún) fue
hallado hace unos veinte años y de su pecio se recuperó el anillo
de Nefertiti -entre otros objetos de valor-. En
este sello podemos leer el nombre de la reina redactado como
Neferu-Atón, todo lo que sostiene la hipótesis de que fue
corregente con su esposo, tomando el nombre de Neferne-Feru-Atón.
Algo
que asimismo podría dejar ver que también pudo suceder en el trono
a su marido y coronarse como hombre, bajo el nombre de Semenejkara.
Teorías
que explican la extraña relación entre Nefertiti y su hijastro
-Tutankhamón-; que además consolidarían la idea de que tras la
repentina muerte de Tutankhamón, fue vaciada la tumba de Nefertiti
para inhumar en ella a este rey del
que no había dado tiempo para preparar un cenotafio.
A
nuestro modo de ver, no es aceptable la teoría extendida que afirma
cómo los hebreos nacen en tiempos y del reinado de Akhenatón.
Produciéndose el Éxodo tras
la caída de este rey; cuando el faraón vencido y
expulsado tiene que huir de Egipto, encaminándose hacia Canaán
junto a sus seguidores y quienes le apoyaron en el Nilo. No
siendo admisible este planteamiento, debido a que el culto a Amón
nada tendría en común con el de Yahvé
-pese a que se intentan explicar sus similitudes en base al
monoteísmo-. Aunque principalmente, porque hay numerosas
referencias históricas y arqueológicas, para relacionar al pueblo
judío con tribus del Sinaí y con hurritas, tanto como con
migraciones de origen mesopotámico. Por lo demás, en lo que
se refiere a su religión; la gran reforma que genera el pueblo
judío, es la imposición del rescate y la negación de sacrificio
ritual humano -una inmolación de personas, común en los cultos
de esta época-. Transformando así realmente estos ritos semitas,
generando cultos que se abrirán hacia una nueva etapa y llegando
al monoteísmo moderno. Puesto que derogar la inmolación sagrada
de humanos a principios del II milenio a.C.; debemos considerarlo
un hecho de enorme relevancia entonces; y que quizás consiguió
mantener el espíritu de un pueblo unido durante siglos -tanto
que aún hoy ha permanecido cohesionado y no ha desaparecido-. Debido
a que en aquella época, la mayoría del Mundo Antiguo subsistía en
el las sombras Eneolítico y tal solo las zonas más avanzadas habían
comenzado una plena Edad del Bronce -quinientos años antes-. Por
cuanto, en una etapa donde el poder se organizaba aterrorizando a
los súbditos con ritos esperpénticos, para que rindieran plena
pleitesía a los gobernantes; la supresión de sacrificios
humanos rituales era impensable.
.
Reflexionemos
sobre todo ello y observaremos cómo en la Europa del
siglo I a.C., aún todas las religiones celtas llevaban a cabo en
sus santuarios, terribles inmolaciones de personas. Tal como
realizaban los etruscos; quienes solían matar a víctimas
propiciatorias con el fin de leer sus vísceras y el hígado (al
igual que los celtas).Costumbres que los romanos combatieron y
erradicaron de Italia antes del siglo III a.C.; aunque no hay que
olvidar que entre los latinos se mantuvo el sacrificio de vírgenes
Vestales. Del mismo modo en Grecia existieron templos dedicados a
diosas como Artemisa, Hécate y deidades demoniacas (Daimones); donde
se ritualizaba la muerte sagrada de humanos. Todas ellas con un
último sentido e intención: Dominar al pueblo,
que impávido y sin hacer nada para salvar al inocente, contemplaba
en grupo las ejecuciones sagradas (donde se les mostraba que de no
obedecer, ellos serían asesinados de manera igual). Unos ritos
crueles religiosos comunes a todas las Sociedades neolíticas y
eneolíticas; tanto que los encontraremos igualmente en las culturas
precolombinas. Mantenidos en América hasta la aparición de los
españoles en el siglo XV, en lugares como México; donde el número
de sacrificados en templos eran más de treinta mil a año. La
mayoría entregados por sus propias familias en el honor de los
dioses; ofreciendo niños para ahogarlos ante el dios de las aguas
(Tlaloc) o doncellas para diferentes rituales de muerte; junto a
hombres a los que extirpaban el corazón en vivo (que luego comían)
o bien eran desollados vivos por sacerdotes como los de
Hiutchilopotchli.
.
Por
cuanto hemos expuesto, hubo de ser absolutamente innovadora aquella
religión surgida en Canaán sobre 1850 a.C.; cuando
en la montaña de Moirá se prohíbe el
sacrificio del hijo primogénito -como
recoge la Biblia-. Un ritual de inmolación que los semitas
practicaban como rito iniciático, pero que asimismo era llevado a
cabo por la mayoría de los pueblos de entonces
(16) . Siendo
este un hecho tan transcendental e importante
-históricamente hablando-, que explica
la creencia de los judíos de ser el pueblo de Dios (tras haberse
negado primero al sacrificio humano ritual). Todo lo que asimismo
explicaría la existencia y cohesión de estas gentes bajo un mismo
culto; pues hay que recordar que el pueblo judío no lo compone una
raza y ni siquiera un país determinado, sino de una religión.
Creencias que entendemos partiendo desde este punto originario;
conociendo que en el siglo XIX a.C. hubo
gentes que se negaron a entregar a sus hijos para sacrificarlos en
nombre del dios (el Baal o el señor-rey). Una negativa que por
entonces suponía la condena al destierro de las ciudades y la
obligación a quedar solos en el desierto. Comprendiéndose así el
significado y origen de aquel grupo que más tarde se asienta en
Canaán; cuya cohesión pudo estar rubricada durante milenios en base
a ese principio: No admitir sacrificios
humanos en el templo y menos entregar familiares para ese fin (tal
como otros hacían). Todo lo que sería
el origen del pueblo hebreo, sin relación alguna con el monteismo de
Akhenatón; nacido desde tribus que preferían vagar por el desierto,
antes de someterse a las leyes del Baal. Unos
hechos que mantendrían unidos a los judíos por su religión;
absolutamente innovadora en plena Edad del Bronce, donde las
inmolaciones sagradas eran la base del poder y del gobierno
eclesiástico.
SOBRE,
JUNTO Y BAJO ESTE PÁRRAFO:
Dos
dibujos míos y la vitrina del museo de Sevilla donde exhiben el
tesoro de El Carambolo.
Arriba,
sumo
sacerdote del templo de Salomón, luciendo su vestimenta sagrada (con
el efod en el torso y el pectoral de Arrón sobre su pecho). Hemos
añadido
al dibujo del clérigo supremo judío, dos grandes atributos del
santuario; como eran
la Menoráh y el pebetero de incienso. El
primero es el candelabro sagrado de siete brazos uno de los símbolos
más antiguos de Israel. El segundo es el incensario (Thymiaterion)
que usaban los “cohen” para encender el altar de incienso judío,
sito en el Templo de Salomón.
.
.
Al lado, el tesoro de El Carambolo, tartessio y fechado hacia el siglo VII a.C. -tal como lo expone en réplica el Museo Arqueológico de Sevilla, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Entre sus joyas observamos dos colgantes que a juicio de la mayoría de los arqueólogos se trata de pectorales. Pese a ello; hay quienes se afirman que son piezas para ser lucidas por bovinos en su cabeza. Algo impensable debido al valor en oro y al trabajo de orfebrería que conllevan. Aunque esta hipótesis del abalorio para toros procede de la observación de algunas esculturas ibéricas, que representan bovinos con la testuz decorada con una marca de “labrys”, similar a la forma de este pectoral. Diseño que simbolizaba la pecunia y por lo tanto el valor metal, el lingote, o la riqueza tasado en bueyes (el cuero o el “pecus”; en que se medían los metales). Además, las joyas de El Carambolo que exponen los museos, son una réplica en plata dorada (no las auténticas); ya que si observamos las verdaderas, apreciaremos su ligereza y su fragilidad. Por lo que en la testa de un toro apenas permanecerían enteras unos minutos (hasta que el bovino diera la primera cabezada o golpe con su cola). Todo ello hace pensar que estas piezas son dos pectorales; muy semejantes a los que lucía el sacerdote supremo de los judíos.
Abajo,
otro
dibujo mío; en este caso con un supuesto sacerdote supremo
tartessio, luciendo las joyas de El Carambolo y oficiando con los
candeleros de Lebrija y el pebetero de La Joya (Huelva). Los dos
pectorales de este ajuar sevillano se relacionan plenamente con el
Efod y el pectoral de Aarón; uno de los atributos sagrados más
importantes en la vestimenta del supremo del Templo de Salomón. En
lo que se refiere a nuestra identificación entre el Tymatherion de
la joya y los candelabros de Lebrija, con la Menorah y el pebetero
del Altar de Incienso. No debemos olvidar que los actuales cirios e
incensarios de iglesia (usados en misa) se considera que descienden
directamente de la Menoráh y del altar o pebeteros de incienso de
los judíos.
Continuando
con la Historia religiosa de Canaán, para compararla con el cisma de
Amarna (la herejía de Akhenatón). Hemos visto cómo la
historia judía es muy anterior al referido faraón; ya que su
episodio más transcendental se data hacia el siglo XIX a.C.. Donde
la aparición de Abrahám y del Dios de Judá, desde tiempos tan
remotos, tiene como misión que no se realice el rito común de
inmolar al hijo mayor (Isaac). Narrando el Génesis (22) el modo
en que Yahvé envía un Angel, que ordena a Abraham no sacrificar a
su primogénito, cuando ya se disponía a asesinarle; indicando donde
hay una zarza en la que está atrapado el carnero que ha de
sacrificar en sustitución del hijo. Este episodio es el que marca
la diferencia verdadera entre el pueblo judío y los demás de
Canaán; incluso entre los
hebreos y otras tribus sináicas de igual origen racial, pero que
permanecían con los ritos de inmolaciones humanas. Puesto
que hemos de suponer que aquellos que no admitían estos ritos del
Baal, se verían expulsados de las ciudades y obligados a vagar por
el desierto. Debido a ello, hemos de entender al pueblo judío
como aquellos que preferían vivir fuera de las urbes protegidas y
amuralladas -errando por Canaán- antes de someterse a la inmolación
del hijo. Generando así un pueblo propio, que nacería entorno al
1850 a.C.; hechos que La Biblia explica en la figura de Abrahám y
que sitúa en tierras de camino entre Ur (Babilonia) y el Sinaí. Lo
que según el Antiguo Testamento, sucedería en el monte de Moriá
y en la ruta que segía
este pueblo pre-israelita. En un altozano cuyo nombre se repite en la
colina donde Salomón edifica su templo; aunque el nombre de Moirá
habríamos de interpretarlo más bien como los “montes
Ammorreos”.
.
Como
venimos repitiendo, este es el momento histórico donde hay que
marcar el inicio de los hebreos; cuya diferenciación con otros no
fue racial, ni de territorio o político; sino solamente religiosa.
Pues el judaísmo marca su inicio claramente en esa época de
Abraham y con este hecho que lo distingue totalmente de otras
religiones semitas. Así hemos de considerar claramente como
hebreos pudieron ser ya un pueblo cohesionado en Canaán durante el
siglo XIX a.C.; diferenciándose claramente de otros caananitas que
practicaron las otra religiones que ofrecían personas al rey (o al
Baal). Mientras aquellos a los que hoy llamamos judíos, nacerían
cuando instituyen la ceremonia llamada de “rescate”, donde se
sustituye al niño por un animal. Acogiendo entre ellos a todos
los expulsados de ciudades o de las fronteras, cuando se negaban a
matar víctimas humanas en efigie y ofrecimiento al “señor”.
Aunque hubo reyes y poderosos de Judá que volvieron a los
ritos semitas y practicaron el sacrificio del hijo propio. Siendo
considerados monarcas o personajes degenerados entre los judíos; tal
como podremos leer en el libro de los Reyes; donde Jeremías o bien
Ezequiel hablan de ellos -entre otros pasajes bíblicos que recogen
cómo se practicaban esas terribles costumbres; ver cita (17)
-.
.
Por
cuanto hemos expuesto, consideramos que
la afirmación de que el Yahvé de la Biblia nace del monoteismo de
Atón, es una apreciación alejada de la realidad histórica. Muy por
el contrario, en episodios del Antiguo Testamento que se fechan en
tiempos cercanos al reinado de Akhenatón -tal como es el Exodo (era
de Moisés)-, sí veremos ritos de tipo semita o caananeo en Egipto.
Basta recordar el famoso episodio de las
Diez Plagas, cuya última maldición consiste en la muerte de todos
los primogénitos (animal o humano) como
narra el Exodo -ver cita
(18) -. Con motivo de esta
décima plaga, que traerá la muerte incluso al heredero del Faraón;
se instituye la Pascua (Exodo 12) por mandato divino y en la que los
judíos tienen la obligación de matar el cordero (cabrito) de un año
de vida -comiéndolo en familia con agradecimiento a Yahvé-.
Realmente, este relato de la décima
plaga que puede resultar “extraño”;
es comprensible históricamente cuando
conocemos las prácticas religiosas de los caananeos y semitas.
Quienes ofrecían sus hijos al templo; cuando se producían
catástrofes climatológicas, epidemias, hambrunas, guerras o crisis
de Estado. Momentos en los que era
obligado llevar a los vástagos ante los dioses -principalmente
primogénitos-, para sacrificarlos sobre el altar divino y frente a
la mirada de la familia (que no debía ni gemir presenciando la
escena; en la que normalmente era degollado el niño, antes de ser
arrojado al fuego sagrado...). Con lo relatado, comprendemos
el simbolismo de cuanto narra el Éxodo, advirtiendo de que de no
liberar al pueblo judío (que negaba el sacrifico de infantes),
morirían todos los primogénitos; antes los de los animales, pero
después habrían de matar a los de humanos.
Al estar practicándose ritos que admitían esas ceremonias de
inmolación; cuya pirámide religiosa
comenzaba por ofrecer el primer nacido de cada animal, pero terminaba
matando al heredero de cada casa (en efigie del príncipe real).
.
Por
cuanto decimos, en la época en que se fecha la existencia de Moisés
(sobre el siglo XIV a.C.) parece que
pudieron introducirse estas religiones semitas en Egipto; quizás por
la mano de Akhenatón, o de alguno de sus antecesores. De
tal manera, no sería raro que las
reformas religiosas de Amenofis IV -ya
iniciadas por su padre-; que buscaban
alianzas entre los egipcios y los territorios del Sinaí e incluso de
Mesopotamia. Incorporasen esos ritos de inmolación a la religión
del Nilo; importando aquellos cultos del Baal. Donde en su estado más
bajo -o en templos de los humildes-, se ofrecían los nacidos primero
de los animales; pero en cuya escalera de rituales y en el nivel más
alto, se inmolarían primogénitos.
Siendo obligada la entrega de sus hijos a nobles y principales; algo
que finalmente provocó en muchos casos que el pueblo exigiera a los
reyes que hicieran lo mismo, por su mano y con su primogénito.
Narraciones como la de Ifigenia en la Iliada o el mito griego de
Frixo y Helene; nos recuerdan estas ceremonias en las que los reyes
finalmente debían inmolar a sus hijos, para que su pueblo se
salvase. Hechos sobradamente comprobados en la Historia, donde los
monarcas se vieron finalmente obligados a matar con su propia espada
miembros de su prole (so pena de que el pueblo asesinase o
esclavizara a la familia real). Para calmar la sed de sangre que a
los súbditos habían provocado rituales como los que mencionamos.
Por todo lo que concluimos que los Baal
semíticos y canaaneos, fueron los que pudieron influir en la reforma
de Akhenatón. Aunque es probable que
asimismo esa reforma monoteísta, pretendiera incorporar cultos
hebreos; al conocer el resultado final que conllevaban aquellos ritos
cruentos. Tras los que el pueblo, en muchos casos, terminaba
sublevándose a los monarcas, cuando los tifones, las epidemias,
hambrunas o guerras no terminaban; exigiendo entonces los sacerdotes
que el rey hiciera lo mismo con sus propios hijos.
.
JUNTO
Y BAJO ESTE PÁRRAFO: Al
Lado, altar en miniatura casi igual a los aparecidos en Canaán
(especialmente en Megiddo), pero en este caso hallado en Campello
(Alicante).
Se fecha en etapa greco-fenicia de colonización y se relaciona con
Akra Leuke o la colonia griega junto a la que se encontró
(Lucentum).
Abajo:
Dibujo mío
de diferentes altares
con cuernos hallados en Tell Miqne
(datados entre el siglo XI y el IX a.C.). Semejantes a otros muchos
encontrados en ciudades de Canaán (principalmente en Megiddo y Tell
Beersheva), estas mesitas-pebeteros con astas se
consideran de procedencia sirio-chipriota y más concretamente,
heredados desde el mundo minóico. Descendiendo
de
los altares con cuernos existentes ya en el tercer milenio a.C. en
Creta y
que también proliferaron en Chipre desde el 1600 al 600 a.C..
Comúnmente
se hallan unidos al culto del aceite de
oliva, lo que podemos interpretar desde dos puntos de vista: El
primero -a mi juicio-, porque estas
aras que vemos, fueran utilizadas como lámparas; poniendo en su
centro oleo y quemándolo con mechas que emergieran desde sus
cuernos.
En
segundo lugar -expresado
por el prof. Hitchock y otros-, desde
la veneración a una deidad de la prosperidad económica, pues no hay
que olvidar que el aceite -a
más de ser alimento, medicina y sistema de encender lámparas- era
uno de los mayores negocios en Creta y Chipre
(durante el segundo milenio a.C.). Industria
heredada siglos después en Siria y en algunas ciudades de Palestina,
como Ekron; que desde el siglo X al VII gozaron con el privilegio de
poseer centenares de almazaras que abastecían incluso a Asiria
(fabricas
de aceite donde habitualmente se encuentran estos altarcillos).
7)
CONCLUSIÓN A ESTE PRIMER CAPÍTULO:
.
Por
cuanto vemos, la
unión de Iberia con los ritos, cultura y civilización de Canaán es
tan evidente, como indiscutible. Principalmente Andalucía, “madre”
del Flamenco; un arte cuyos orígenes debemos buscar en estos pueblos
que migraron hacia nuestras tierras meridionales y que las
culturizaron, gobernándolas durante siglos. Pues la llegada y
dominio de estas gentes de Oriente Medio, se repetirá sucesivamente
a lo largo de nuestra Historia. Durante periodos muy extensos, en los
que aquellos venidos desde Canaán y de su área, llegaron a dominar
Iberia más de mil quinientos años:
Primero, a finales de la Edad de Bronce y comienzos del Hierro; con
los colonizadores iniciales de la Península. Marineros y
comerciantes, viajando al menos desde el siglo IX a.C.
(principalmente fenicios). Quienes se asentarán unos cien años más
tarde, en nuestras costas; fundando emporios como Gadir, Malaka, Sexi
etc.. Cuyos herederos (los cartagineses) finalmente dominarán gran
parte de nuestro territorio del Sur y Levante, a lo largo de otros
doscientos años. Un
gobierno y colonización de Fenicia y Cartago sobre Iberia; al que ha
de sumarse la llegada de judíos a nuestras tierras y
el establecimiento de la mayor colonia de israelitas huidos del
Mediterráneo (en la Hispania Romana, tras la dispersión de Tito).
Todo lo que se explica porque aquellos hebreos obligados por Roma a
abandonar su nación; conocían perfectamente que la Península era
de influencia y cultura muy cercana a la canaánea. Asimismo porque
desde tiempos de Salomón y de Jeremías, ya los hebreos tenían
contacto con estas tierras a las que llamaban Sefarad; un término de
origen semita y a mi juicio procedente de igual radical al de Spal,
nombre que dieron a Sevilla los fenicios -de donde procederá
Híspalis y España- (19)
.
.
Debido
a esta enorme influencia de Canaán y Oriente Medio sobre nuestra
Península, cuando Roma se desvanece (desde el 476 d.C.); el
área meridional de Hispania cae bajo dominio bizantino. En un
momento en que los godos -procedentes de Centro Europa- invadían y
dominaban gran parte del territorio ibérico. Llegando al Sur gentes
de Oriente Medio (en barco o a través de África) para controlar
esta zona. Tanto, que el propio cristianismo hispano procedió
desde ese área, viniendo principalmente de la antigua Cartago
(Túnez) y de escuelas orientales. Todo lo que explica por qué
doscientos años después, al entrar en crisis el mundo visigodo;
lleguen de nuevo gentes norteafricanas y canaanitas a nuestras
tierras. Con la entrada de Tarik por el Estrecho de Gibraltar en
el 711 d.C.; comenzando una última migración de colonos
procedentes de África y organizados desde Oriente Medio. Que
dominará la Península durante siglos, tras la llegada desde Siria
de los sucesores de Mahoma (los Omeyas); cruzando el Estrecho e
iniciando así el Califato de Córdoba -Independiente de
Damasco-.
.
Estos
dos periodos de colonización, con dominio pleno en Iberia por gentes
venidas desde Canaán, supone unos quince siglos en la Historia del
Sur de España (desde el IX al II a.C. y del VIII al XV d.C.). A
ello, ha de sumarse las migraciones de judíos,
de los que sabemos estaban asentados en el litoral de Andalucía en
el siglo III d.C.. Aunque no hemos de olvidar que La Biblia menciona
cómo Salomón comerciaba con Tarshis (junto al rey Hiram, de Tiro),
al igual que los Profetas Jeremías o Ezequiel, hablan de esta
Tarshis lejana. Mucho se ha dicho para no identificar Tarshis con
Tartessos (en Andalucía); incluso utilizando el error cometido por
Flavio Josefo, que llega a identificarla con Tarso. Una localización
imposible conforme a referencias, pues Tarso apenas estaba a dos
jornadas de navegación desde Tiro y a unos tres o cuatro días,
partiendo desde Haifa -el puerto de “Joppe” judío- (20)
.
Por todo ello, parece evidente que los israelitas, desde tiempos de
su fundación conocían Iberia; a la que luego llamaran Sefarad
(Occidente), del mismo modo que hicieron a mi juicio los griegos, que
la denominarían Hesperia (Ocidente). Voces, semitas o indoarianas de
las que procederían las palabras “Iberia” e “Hispania” (en
mi teoría etimológica). Pudiendo
suponerse también una migración judía hacia Occidente, promovida
por los fenicios, en el momento en que Israel cae en manos de
Asiria, en el año 732 a.C..
-cuanto exponemos en la cronología que incluimos en imagen última-.
.
JUNTO
ESTE PÁRRAFO: Mapa
y comentario que ya habíamos incluido en nuestro artículo LA
TARSHISH BÍBLICA Y LOS ALTARES APARECIDOS EN TARTESSOS, SEMEJANTES A
LOS CANAANEOS -ver
última (20)-. Prodece del publicado en
la página 86 del libro "Por
los caminos de la Biblia" Editado
en Barcelona 1967 y de
M.J. STEVE (a
quienes agradecemos nos permitan divulgar esta imagen). En este vemos
el reino de Israel y
Judá entre los siglos X al VII a.C., junto a algunos de sus
territorios más próximos. Como
podemos observar, apenas
se necesitan tres o cuatro jornadas de navegación para llegar desde
las costas de territorio judío (Haifa
-Joppe antigua-) hasta
la mencionada Tarso de Cilicia (marcadas
en rojo). Entre ambos
puertos no hay más de 300 millas costeando
todo el trayecto y unas
200 en caso de navegar mar adentro -en
linea recta-. Como sabemos, una embarcación común, recorre unas 100
millas al día (a unos 4 nudos de velocidad constante); del mismo
modo que una caravana camina unos 50 kilómetros diarios de promedio.
Como la distancia interior entre Israel-Judá y la Tarso de Cilicia
es menor a 500 kilómetros, podemos calcular que se tardaba algo más
de una semana en llegar por tierra hasta este punto. Evidentemente,
esta Tarso, distante de Israel a unos tres días de navegación y
algo más de una semana andando, no puede ser la Tarshish lejana y
desconocida que menciona La Biblia. Un lugar para el que habían de
hacer naves especiales y pactar el viaje con los fenicios, con el fin
de ir cada tres años a por oro, plata y otras riquezas.
.
ABAJO:
Tabla representando a Isaías por Correa de Vivar
(propiedad del Museo de Santa Cruz de Toledo, al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen).Este profeta habló en nuerosos
casos sobre las Naves de Tarshish. Isaías vivió precisamente la
época de convulsiones en las que Asiria conquistó Israel y más
tarde asedió Fenicia (causando
grandes daños en sus principales capitales puertos de Tiro y Sidón).
En la imagen, a lado y bajo el cuadrito he situado una
serie de datos fundamentales para poder comprender la huida de
frigios, fenicios, israelitas y judíos hasta Occidente. Unos
hechos históricos que he separado por zonas, pero que antes de
comenzar el nuevo epígrafe vamos a ordenar cronológicamente,
mezclándolos con datos sobre Tartessos:
.
EN AZUL DATOS DE GORDION (Frigia; reino de Midas).
EN ROJO, DATOS DE FENICIA (Tiro y Sidón).
EN NEGRO LOS DE ISRAEL.
EN MORADO LOS DE JUDÁ.EN NEGRILLA MAYÚSCULA, DATOS SOBRE TARTESSOS..................................................................................
- SIGLO X a.C., EMERGEN NUEVAS CULTURAS EN EL SUR PENINSULAR COMO CONSECUENCIA DE LA VISITA DE COLONOS. NACE PAULATINAMENTE LO QUE SE LLAMARÍA TARTESSOS.- 966 al 928 a.C. Israel: Salomón, creación del Reino unido de Israel
- 928 a.C. Israel: Rebelión de las tribus del norte contra separación de Judá (dos reinos distintos)- 928 a.C, Judá nació como Estado trás la muerte del rey Salomón.- 875 a,C, Acoso sirio. Alianza Israel con Fenicia
- 838 a.C. Israel ya es tributaria de Salmanasar III- 814 a.C. Fenicios, ante el empuje de Asiria, fundan Cartago en Túnez.- 748 a.C. Israel a.C. tributaria plena de Asiria.
- 732 a.C. Caida de Israel, dominio de Asiria.
- 726 a.C. Salmanasar III invade el norteño reino de Israel.
- 722 a.C. Sargón derrota la capital israelita (Samaria) y lleva a numerosos israelitas cautivos a Asiria.
- Gordion: 710 a.C. Los cimmerios invaden Asia Minor y Midas solicita ayuda al rey de Asria Sargon II- siglo VII a.C., Jerusalén capital de Judá,; gran auge de población y de poder. Apoyo asirio, que veía en Judá un valioso vasallo y una importante fuente de aceite de oliva.- Siglos VIII y VII en Fenicia: Gran influencia y presión de Asiria, pese a ello Tiro y Sidón se mantienen independientes y como un solo reino.
- 700 a.C. TARTESSOS: COMIENZA EL LLAMADO PERIODO ORIENTALIZANTE, DE SEGURO MOTIVADO POR LOS HUIDOS DE LAS CONVULSIONES DE ORIENTE MEDIO (isrealitas, frigios y fenicios).- Gordion: 696 a.C. Se supone que Midas se ve obligado a huir o a suicidarse, al tener su reino vencido y acabado.- 672 a. C. Fenicia. Tiro fue asediada por Esarhaddon, y del 668 al 667 a.C. por Assurbanipal, pero no pudieron conquistarla.- La prosperidad de Judá bajo el vasallaje asirio terminó con la caída del Imperio Asirio (lucha entre la Dinastía XXVI de Egipto y el Imperio Neobabilonio).- 670 a.C. TARTESSOS: FINALIZA EL LLAMADO PERIODO ORIENTALIZANTE, PARA INICIARSE EL TARDÍO Y MÁS AUTÓCTONO. PROBABLEMENTE MOTIVADO PORQUE LAS INVASIONES DE BABILONIA EMPUJAN A GRIEGOS (jonios) HACIA OCCIDENTE MIENTRAS JUDÁ Y FENICIA SE DEBILITAN. Es la que se conoce como etapa de Arganthonios o filohelena, que termina en la derrota de Alalia (531 a.C.). - Gordion: 620 a.C. Los lidios (helenos) expulsaron a los cimerios y conquistaron lo que ya se llamaba Frigia.- 591 al 572 a. C.. Tiro es asediada y ocupada por Nabucodonosor II de Babilonia (durante trece años, sin llegar al éxito). Firman un acuerdo de paz por el cual Tiro pagó tributo a los babilonios -hecho que recoge el profeta Ezequiel (hacia el 574 a. C.)-.- 597 y 582 a.C. Judá en medio de la zona en disputa condujo a la destrucción del reino luego siguió el Cautiverio en Babilonia tras la derrota de Nabucodonosor en el 586 a.C.- Gordion: 547 a.C. La conquista persa llevo de nuevo a Gordio (reino de Midas) a ser capital de la satrapía de Frigia perdiendo hegemonía los lidios (griegos).- 537 a.C. DERROTA DEL IMPERIO NEOBABILÓNICO Y CAIDA DE ASIRIA BAJO LOS PERSAS: CIRO LIBERA ISRAEL y JUDÁ Y PACTA MANTENER TRIBUTARIA A FENICIA.
- 531 a.C. DERROTA DE LOS GRIEGOS EN ALALIA; PROGRESIVA DESAPARICIÓN DE TARTESSOS. Destrucción de Tartessos quizás no solo motivada por la caida del comercio heleno en el Mediterráneo, al perder su dominio tras ser vencidos por Cartago. Sinó probablemente también debida al regreso a su lugar de origen de muchos judíos y fenicios asentados hasta entonces en Tartessos; tras serle devueltas por los aqueménides.
EN AZUL DATOS DE GORDION (Frigia; reino de Midas).
EN ROJO, DATOS DE FENICIA (Tiro y Sidón).
EN NEGRO LOS DE ISRAEL.
EN MORADO LOS DE JUDÁ.EN NEGRILLA MAYÚSCULA, DATOS SOBRE TARTESSOS..................................................................................
- SIGLO X a.C., EMERGEN NUEVAS CULTURAS EN EL SUR PENINSULAR COMO CONSECUENCIA DE LA VISITA DE COLONOS. NACE PAULATINAMENTE LO QUE SE LLAMARÍA TARTESSOS.- 966 al 928 a.C. Israel: Salomón, creación del Reino unido de Israel
- 928 a.C. Israel: Rebelión de las tribus del norte contra separación de Judá (dos reinos distintos)- 928 a.C, Judá nació como Estado trás la muerte del rey Salomón.- 875 a,C, Acoso sirio. Alianza Israel con Fenicia
- 838 a.C. Israel ya es tributaria de Salmanasar III- 814 a.C. Fenicios, ante el empuje de Asiria, fundan Cartago en Túnez.- 748 a.C. Israel a.C. tributaria plena de Asiria.
- 732 a.C. Caida de Israel, dominio de Asiria.
- 726 a.C. Salmanasar III invade el norteño reino de Israel.
- 722 a.C. Sargón derrota la capital israelita (Samaria) y lleva a numerosos israelitas cautivos a Asiria.
- Gordion: 710 a.C. Los cimmerios invaden Asia Minor y Midas solicita ayuda al rey de Asria Sargon II- siglo VII a.C., Jerusalén capital de Judá,; gran auge de población y de poder. Apoyo asirio, que veía en Judá un valioso vasallo y una importante fuente de aceite de oliva.- Siglos VIII y VII en Fenicia: Gran influencia y presión de Asiria, pese a ello Tiro y Sidón se mantienen independientes y como un solo reino.
- 700 a.C. TARTESSOS: COMIENZA EL LLAMADO PERIODO ORIENTALIZANTE, DE SEGURO MOTIVADO POR LOS HUIDOS DE LAS CONVULSIONES DE ORIENTE MEDIO (isrealitas, frigios y fenicios).- Gordion: 696 a.C. Se supone que Midas se ve obligado a huir o a suicidarse, al tener su reino vencido y acabado.- 672 a. C. Fenicia. Tiro fue asediada por Esarhaddon, y del 668 al 667 a.C. por Assurbanipal, pero no pudieron conquistarla.- La prosperidad de Judá bajo el vasallaje asirio terminó con la caída del Imperio Asirio (lucha entre la Dinastía XXVI de Egipto y el Imperio Neobabilonio).- 670 a.C. TARTESSOS: FINALIZA EL LLAMADO PERIODO ORIENTALIZANTE, PARA INICIARSE EL TARDÍO Y MÁS AUTÓCTONO. PROBABLEMENTE MOTIVADO PORQUE LAS INVASIONES DE BABILONIA EMPUJAN A GRIEGOS (jonios) HACIA OCCIDENTE MIENTRAS JUDÁ Y FENICIA SE DEBILITAN. Es la que se conoce como etapa de Arganthonios o filohelena, que termina en la derrota de Alalia (531 a.C.). - Gordion: 620 a.C. Los lidios (helenos) expulsaron a los cimerios y conquistaron lo que ya se llamaba Frigia.- 591 al 572 a. C.. Tiro es asediada y ocupada por Nabucodonosor II de Babilonia (durante trece años, sin llegar al éxito). Firman un acuerdo de paz por el cual Tiro pagó tributo a los babilonios -hecho que recoge el profeta Ezequiel (hacia el 574 a. C.)-.- 597 y 582 a.C. Judá en medio de la zona en disputa condujo a la destrucción del reino luego siguió el Cautiverio en Babilonia tras la derrota de Nabucodonosor en el 586 a.C.- Gordion: 547 a.C. La conquista persa llevo de nuevo a Gordio (reino de Midas) a ser capital de la satrapía de Frigia perdiendo hegemonía los lidios (griegos).- 537 a.C. DERROTA DEL IMPERIO NEOBABILÓNICO Y CAIDA DE ASIRIA BAJO LOS PERSAS: CIRO LIBERA ISRAEL y JUDÁ Y PACTA MANTENER TRIBUTARIA A FENICIA.
- 531 a.C. DERROTA DE LOS GRIEGOS EN ALALIA; PROGRESIVA DESAPARICIÓN DE TARTESSOS. Destrucción de Tartessos quizás no solo motivada por la caida del comercio heleno en el Mediterráneo, al perder su dominio tras ser vencidos por Cartago. Sinó probablemente también debida al regreso a su lugar de origen de muchos judíos y fenicios asentados hasta entonces en Tartessos; tras serle devueltas por los aqueménides.
----------------------------------------------------------------
CITAS:
----------------------------------------------------------------
(1):
Autores
como Grehard Herm, en LOS FENICIOS (Ed. Destino, Barcelona 1986)
afirman que Canaan significa “país de la púrpura”; dando este
significado como etimología generalmente aceptada en el siglo XX.
Otros autores, principalmente de origen judío, la asocian con el
vocablo hebreo “CAN” que se traduciría por “fundación” y
con “MSD” que es “comercio”; en esta linea escribe Isaac
Asimov que se trataría de una fundación comercial.
.
(2):
Ver
imágenes con los jeroglíficos de Benu; ave que parece era la garza
real, aunque puede identificarse con el AVE FENIX
.
(3):
Acerca
del ave Gwengnenwr recomendamos a los interesados en su sigificado
consultar nuesra entrada II-5:
DIOSES
ÁNADES DEL EGIPTO ANTIGUO Y SU RELACIÓN CON LAS DANZAS TOTÉMICAS
(Capítulo 5º de la Parte Segunda "EGIPTO ANTIGUO y su relación
con el Flamenco")
LA
CAZA, LA DANZA Y EL CANTO FARAÓNICO: SU RELACIÓN CON LAS AVES
ACUÁTICAS DEL NILO:
A)
El dios Geb. Deidad de los ánades:
B)
"Guenguenwr" (Gngnwr) el otro dios oca:
C)
Totemismo en Egipto, los ánades las garzas y su significado como
Cronos calendárico:
PARA
VER PULSAR:
.
(4):
GÉNESIS
VI
10-
Y engendró Noé tres hijos: a
Sem, a Cam y a
Jafet.
GENESIS
X
1
ÉSTAS son las
generaciones
de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos
después del diluvio.
2
Los hijos de Jafet: Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y
Mesec y Tiras.
3
Y los hijos de Gomer: Askenaz, y Rifat y Togarma.
4
Y los hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Quitim y Dodanim.
Por éstos
fueron repartidaslas
5
islas
de las
gentes en sus tierras, cada cual según su lengua, conforme a sus
familias en sus naciones.
6
Los hijos de Cam:
Cus,
y
Mizraim,
y Fut y Canaán.
7 Y
los hijos de Cus: Seba, Havila, y Sabta, y Raama y Sabteca. Y los
hijos de Raama: Seba y Dedán.
8
Y Cus engendró a
Nimrod;
éste comenzó a ser poderoso en la tierra.
9
Éste fue poderoso cazador delante de Jehová, por lo cual se dice:
Así como Nimrod, poderoso cazador delante de Jehová.
10
Y fue el comienzo de su reino
Babel,
y Erec, y Acad y Calne, en
la
tierra de Sinar.
11
De esta tierra salió Asur y edificó
Nínive, y Rehobot, y Cala
12
y Resén entre Nínive y Cala,
la
cual es ciudad grande.
13
Y Mizraim engendró a Ludim,
y
a Anamim,
y
a Lehabim,
y
a
Naftuhim,
14
y a Patrusim, y a Casluhim,
de
donde provinieron los filisteos,
y
a Caftorim.
15
Y Canaán engendró a Sidón,
su
primogénito, y a Het,
16
y al jebuseo, y al amorreo, y
al
gergeseo,
17
y al heveo, y al araceo, y al
sineo,
18
y al arvadeo, y al zemareo
y
al hamateo; y después se
dispersaron
las
familias de los
cananeos.
19
Y fue el territorio de los cananeos
desde
Sidón, viniendo a
Gerar
hasta
Gaza, hasta entrar
en
Sodoma
y Gomorra, Adma
y
Zeboim,
hasta
Lasa.
20
Éstos son los hijos de Cam
por
sus familias, por sus lenguas,
en
sus tierras, en sus naciones.
21
También le nacieron hijos
a
Sem, padre de todos los hijos
de
Heber, y hermano mayor de
Jafet.
22
Y los hijos de Sem: Elam, y
Asur,
y Arfaxad, y Lud y Aram.
23
Y los hijos de Aram: Uz, y
Hul,
y Geter y Mas.
24
Y Arfaxad engendró a Sala,
y
Sala engendró a Heber.
25
Y a Heber le nacieron dos hijos:
el
nombre
de
uno fue
Peleg,
porque
en sus días se
dividió
la
tierra; y el nombre de su hermano,
Joctán.
26
Y Joctán engendró a Almodad, y a Selef, y a Hazarmavet,
y
a Jera,
27
y a Adoram, y a Uzal, y a
Dicla,
28
y a Obal, y a Abimael, y a
Seba,
29
y a Ofir, y a Havila y a Jobab;
todos
éstos fueron
hijos
de
Joctán.
30
Y fue su habitación desde
Mesa,
camino a Sefar, hasta la
región
montañosa del oriente.
31
Éstos fueron los hijos de Sem
por
sus familias, por sus lenguas,
en
sus tierras, en sus naciones.
32
Éstas son las familias de los
hijos
de Noé por sus descendencias,
en
sus naciones; y de éstos
fueron
divididas
las naciones en
la
tierra
después del diluvio.
-SANTA
BIBLIA
por Casiodoro
de Reina (1569)
Revisada
por Cipriano de Valera (1602)
Otras
revisiones: 1862, 1909
.
(5a):
A
los interesados en este importante tema, recomendamos leer mi
artículo:
LOS
HEREDEROS DE MICENAS: Su establecimiento en Israel y su relación con
Tartessos (De "Lo invisible en la mitología": Los bueyes
de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte LXVII).
QUE
HABLA ACERCA DE DÓNDE HUYERON LOS PUEBLOS QUE CONFORMARON MICENAS,
TANTO COMO DEL ORIGEN Y LUGAR EN EL QUE SE ESTABLECIERON MUCHOS DE
LOS LLAMADOS "DEL MAR": LAS COSTAS DEL ACTUAL ISRAEL
Para
llegar al artículo pulsar:
(5b):
“Los
Fenicios”, Gerhard Herm; Capítulo II (Ed. Destino; Barcelona
1976).
.
(6):
ISIS
Y OSIRIS de Plutarco; Nº 13; Edición Vázquez-Prego (Buenos Aires
1976)
(6a):
ISIS
Y OSIRIS de Plutarco; Nº 15
(6b):
ISIS
Y OSIRIS de Plutarco; Nº 16
.
(7):
A
LOS INTERESADOS EN LA NAVEGACIÓN DURANTE LA EDAD DE BRONCE,
RECOMENDAMOS LEER:
-MARINEROS
Y METALURGIOS ENEOLÍTICOS: DE LA RUTA DEL ÁMBAR, A LAS FUENTES DEL
ESTAÑO
(Capítulo 112 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El
Carambolo"):
PARA LLEGAR AL ARTÍCULO,
PULSAR ENLACE ABAJO:
-MARINEROS
Y MINEROS: LA PROTOCOLONIZACIÓN (Capítulo 113 de "Los
bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo"):
PARA LLEGAR AL ARTÍCULO,
PULSAR ENLACE ABAJO:
-TESORO
BALLENERO Y RUTAS DEL ÁMBAR: HIPÓTESIS SOBRE LOS ORÍGENES DEL
MEGALITISMO Y SU SECUENCIA EN TARTESSOS (una interpretación de
Jonás) -Capítulo 114 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro
de El Carambolo"-:
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE ABAJO:
.
(8):
HISTORIA
DEL ANTIGUO EGIPTO Jaques Pirenne (Capítulo del Reino Hicso; tomo
II; edición DESTINO Barcelona 1977) Reino Hicso, lo fecha hacia el
1730 a.C.
.
(9):
LA
VIDA COTIDIANA EN LA CRETA MINÓICA. Paul Fauré. (Argos Vergara,
Bercelona 1984). Concusión y cronologías comparadas -pag 284-
.
(10):
La
catástrofe del Tera se sabe que fue mayor que la del Kratatoa,
desastre que en 1883 de nuestra era, fue documentado por quienes allí
sobrevivieron. Así se pudo comprobar que las explosiones del
Krakatoa se oyeron a mas de tres mil quinientos kilómetros y su
derrumbe provocó un maremoto con una ola de mas de cuarenta metros
de muro, que barrió costas a miles de kilómetros. Estuvo
erupcionando durante más de dos días liberando lava, cenizas y
magma con gases que llovieron de forma continuada en un area de
cuatromil kilómetros a la redonda del volcán. Piedras volcánicas,
gases y hasta cadáveres, en semanas llegaron a mas de diez mil
kilómetros desde su lugar de origen. Tras ello, durante años, la
atmósfera de toda la Tierra se cubrió de azufres y partículas de
cenizas, que proyectaron una luz solar distinta, tanto como para
bajar varios grados la temperatura de todo nuestro planeta.
ACERCA
DE LA DATACIÓN DE LA ERUPCIÓN DEL TERA HAY DIFERENTES TEORÍAS. LA
MÁS COMÚN LA FECHA ENTORNO AL 1630 A.C.; AUNQUE NOSOTROS SEGUIMOS
DOS CRONOLOGÍAS DIFERENTES.
LA
EXPLOSIÓN DE 1680 Y LA DE 1580 COMO FECHAS MÁS PROBABLES DE LOS
GRANDES CATACLISMOS EN SANTORINI.
Sobre
el tema recomendamos el libro:
EL
FIN DE LA ATLÁNTIDA de J.V. Luce (Ed. Destino; Barcelona 1975)
Capítulo III “Tera y su volcán”.
Acerca
de la datación del Tera, les recomendamos leer este artículo de
TERRAE ANTIQVUAE
Para
más información. Pueden consultar la página Erupción Minóica de
WIKIPEDIA
.
(11):
DE
NUEVO, A LOS INTERESADOS EN LA NAVEGACIÓN HACIA NUESTRAS TIERRAS
DURANTE LA EDAD DE BRONCE, RECOMENDAMOS LEER:
-MARINEROS
Y METALURGIOS ENEOLÍTICOS: DE LA RUTA DEL ÁMBAR, A LAS FUENTES DEL
ESTAÑO
(Capítulo 112 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El
Carambolo"):
PARA LLEGAR AL ARTÍCULO,
PULSAR ENLACE ABAJO:
-MARINEROS
Y MINEROS: LA PROTOCOLONIZACIÓN (Capítulo 113 de "Los
bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo"):
PARA LLEGAR AL ARTÍCULO,
PULSAR ENLACE ABAJO:
-TESORO
BALLENERO Y RUTAS DEL ÁMBAR: HIPÓTESIS SOBRE LOS ORÍGENES DEL
MEGALITISMO Y SU SECUENCIA EN TARTESSOS (una interpretación de
Jonás) -Capítulo 114 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro
de El Carambolo"-:
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE ABAJO:
.
(12):
I
Paralip. 18, 1: “después de esto, David batió a los filisteos y
los sometió, arrancándole a Gat sus villas anejas de manos
filisteas” .
A
los interesados en la formación de Israel y en la historia de los
filisteos, recomendamo leer mi artículo:
LOS
HEREDEROS DE MICENAS: Su establecimiento en Israel y su relación con
Tartessos
.
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO PULSAR:
.
(13):
A
LOS INTERESADOS EN EL TEMA, RECOMENDAMOS LEER NUESTROS ARTÍCULOS:
-PROTOCOLONIZACIÓN
Y PRECOLONIZACIÓN A DEBATE (PARTE PRIMERA: ANÁLISIS DE LAS
CONCLUSIONES DEL PROFESOR ESCACENA)
-Capítulo 117 de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro de El
Carambolo"-. Comenzamos
desde este artículo a analizar el libro “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane)
La precolonización a debate"; un magnífico compendio del
análisis de distintos investigadores; dirigido y coordinados por el
prof. Sebastián Celestino (junto a N. Rafel y X.-L. Armada). En el
presente capítulo estudiamos la aportación del prof. Escacena;
donde expresamos no estar de acuerdo en su planteamiento. Pues la
colonización ibérica no pudo ser simplemente una aculturación
fenicia; algo que se observa comprobando que los alfasilabarios con
los que escribieron los iberos eran de origen cretochipriota y no
púnicos. No habiendo una aculturación fenicia en el Sur peninsular
(propiamente dicha); pues estas civilizaciones procedentes de Tiro,
Sidón o Cartago no dejaron en nuestras tierras ni un corpus de
inscripciones que pueda destacarse como ibero-fenicio (o
tartesso-fenicio). Siendo los epigramas prerromanos peninsulares
resdactados con unos caracteres que procedían de Creta y Chipre; o
en el mejor de los casos, de la Jonia (como el grecoibérico
levantino). Por lo demás, negar la unión entre el mundo nurágico y
el mundo ibérico; nos parece una contranatura. Dado que Cerdeña y
la Península eran riquísimas en cobre y las únicas tierras con
minas de estaño en todo el Mediterráneo; teniendo en cuenta que
hablamos de la Edad del Bronce donde el mineral cúpreo y la
casiterita eran imprescindibles. Finalmente, debido al trabajo en
orfebrería de las piezas de El Carambolo; y su valor, al ser casi
tres kilos de oro puro. No podemos considerar gran parte de este
tesoro en la forma que lo interpreta el profesor Escacena: Como un
ajuar para colgar de la frente y solomillos de unas reses antes del
sacrificio. Tampoco creemos que hubiera sido arrojado al cenicero
sagrado del templo, tras haberse "amortizado" (dejado de
usar); pareciendo más lógico pensar en una ocultación en el
basurero ritual -antes de huir y quemar el edificio, tal como hacían
los tartessios al verse asediados-. En el artículo datamos El
Carambolo en las siguientes fases: 1º.- Carambolo V y IV -quinto y
cuarto estrato que se corresponden con el más antiguo edificio y el
siguiente- (entre el 850 y el 750 a.C.) "Periodo del santuario
indígena // 2º.- Carambolo III y II; el tercero de influencia
frigia (entre el 740 y el 672 a.C.) y el segundo de influjo fenicio
(entre el 672 y el 550 a.C.) "Fase oriental" // 3º.-
Carambolo I, destrucción por los cartagineses hacia el 535 a.C.
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE:
-CHIPRE,
COLONIZADOR PENINSULAR DURANTE LA EDAD DEL BRONCE
(Mariano Torres Ortiz y Jose Ma. López Castro en “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico. La precolonización
a debate") -Capítulo 118 de: "Los bueyes de Gerión en el
tesoro de El Carambolo"-. Continuamos
analizado la obra que en nuestro anterior artículo habíamos
comenzado a estudiar: “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane)
La precolonización a debate"
. En este caso comentando el artículo del prof. Torres Ortiz: LOS
«TIEMPOS» DE LA PRECOLONIZACIÓN; y el del prof. López Castro: LAS
RELACIONES MEDITERRÁNEAS EN EL II MILENIO A.C. Y COMIENZOS DEL I EN
LA ALTA ANDALUCÍA (EL PROBLEMA DE LA ‘PRECOLONIZACIÓN’
FENICIA). Vemos como con gran acierto Torres Ortiz comienza señalando
que el profesor Almagro Gorbea, hace unos veinte años, clasificó
cronológicamente diversos artículos encontrados en la Península, y
que este investigador consideraba “objetos precoloniales”(...)
diversos elementos vinculados con Chipre o los Pueblos del Mar; todos
ellos, previos a la aparición de los fenicios en nuestro litoral. En
su siguiente epígrafe trata ya de “la colonización, como un
fenómeno diacrónico”; donde comienza expresando que este periodo
anterior a la llegada de los fenicios, hubo de ser muy largo y
complejo (tal como señaló Almargo Gorbea). Un tiempo especialmente
difícil de seguir en su etapa intermedia y que parece de enorme
influencia chipriota; en la que hay que dilucidar si quienes vienen a
nuestras tierras eran chipriotas autóctonos o bien de gentes
influidas por los micenios (durante los siglos XII y XI a.C.). Por su
parte, el profesor López Castro, escribe que
“En
lugar de precolonización, que implica un vicio teleológico como es
la consideración de la posterior colonización; sería más sensato
hablar de contactos durante l Edad del Bronce o durante el II milenio
a.C.".Añadiedo
con gran inteligecia que “El
problema estriba en que admitimos los contactos atlánticos pero
dudamos de los mediterráneos o los sobrevaloramos, sin término
medio”
(SIC). Parasá el profesor a fechar los periodos de precolonización
como: “1º-Un
Bronce Tardío postargárico comprendido
entre
1615
a.C. y
1375/1350
a.C., con intervalos
extremos
en
torno a c. 1700-1300 a.C. // 2º-Le seguiría el Bronce
Final
del
Sureste,
datado
entre
c.
1300-920 a.C.// 3º-Para
Andalucía Occidental el Bronce Final Tartésico, coetáneo en líneas
generales del Bronce Final del Sureste estaría comprendido en el
intervalo c. 1250-950 a.C., aunque sólo estaría bien documentado
arqueológicamente entre 1150-900 cal a.C.// 4º-Entre
920 y 750 a.C.; o a partir de 890/800, como mínimo se situaría el
intervalo cronológico de la etapa inicial de la colonización
fenicia". Partiendo
desde estas idea añadimos las nuestras que se resumen en la
evidencia de que en una nave de remo y vela se puede llegar desde
Creta a tierras de Iberia en unas tres semanas. Así, considerando
que nos encontramos en la Edad del Bronce donde era imprescindible el
cobre y el estaño; que escaseaban totalmente en el Mediterráneo.
Habiendo visto en nuestros estudios como tan solo había minas de
casiterita en Cerdeña (con muy mala calidad); mientras la Península
era riquísima en estaño, cobre, plata y oro. Parece obvio que el
contacto entre ambas orillas del Mediterráneo hubo de ser constante
y continuado (eso sí, a mi juicio llegando a Iberia de manera tan
secreta como vigilada; pues en el secreto de las rutas del estaño y
el cobre residiría el poder y la riqueza de imperios como el
minóico).
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE:
-LA
PRECOLONIZACIÓN A DEBATE:
La precolonización a debate (parte tercera): Jose Clemente Martín
de la Cruz -comentario a su estudio, intercalando ideas del profesor
Delibes-. Capítulo 119 de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro
de El Carambolo". Continuamos
comentando y resumiendo y la obra que hemos analizado en los dos
últimos artículos: “Contacto
cultural entre el Mediterráneo y el Atlántico (siglos XII-VIII ane)
La precolonización a debate". En este caso analizando el
capítulo del prof. Martín de la Cruz: EL VALLE MEDIO DEL
GUADALQUIVIR. Donde comienza el prof. Martín de la Cruz enumerando
diversos hallazgos que demuestran la llegada a nuestras tierras de
gentes del Mediterráneo oriental, en épocas anteriores a la
colonización (previas al siglo VIII a.C.). Consecuentemente con
cuanto plantea el autor, diferenciamos en cuatro grupos estas
distintas muestras de precolonización. Objetos que conforme a su
tipología podemos clasificar en: Mesas altares con cuernos; puntas
de flecha y armas; cerámicas a torno; joyas o abalorios. De
tal manera, durante todo el extenso artículo vamos a estudiar
primero las mesas con forma de toro (o con astas) que se dan en
Creta, Chipre y el Egeo. Cuyos más antiguos ejemplares contienen
cuernos y asemejan toros; aunque a final del Bronce comenzarían los
altares a parecer un Labrys (bipenna) y asimismo una piel de buey
(como veneración al metal y al comercio en reses, cueros y en
lingotes valorados como cabezas de ganado). En segundo lugar, pasamos
a estudiar las puntas de lanza y los objetos del Bronce; llegando a
la conclusión de que son muchas las influencias orientales de cuanto
aparece en la Península durante el Bronce. En toda nuestra
exposición anterior recogemos ideas del Prof. Delibes sobre la Edad
del Bronce y épocas anteriores; observando que estas aportaciones
pueden darnos una visión más clara y certera de la época. Por
último, exponemos cuanto Martín de la Cruz escribe acerca de las
cerámicas a torno y los abalorios procedentes del Levante
mediterráneo; fechados antes del siglo IX a.C. y hallados en
nuestras tierras (comprobando que son muchos los datos que inciden en
un contacto continuado entre las dos orillas). Para finalizar
proponemos una cronología partcular de la Península, comprendiendo
desde el megalitismo a la colonización. Cuyas fases serían: 1º-5500
al 4500 a.C.: INICIO DEL MEGALITISMO Civilización ballenera y
canoera: // 2º-4500 al 3500 a.C.: MEGALITISMO PLENO Rutas del ámbar
y pepitas de oro o plata, viajes de canoa por el Atlántico europeo
// 3º-3500 al 2700/2500 a.C.: LOS MILLARES (megalitismo bajo;
eneolítico y cobre) Contactos entre Oriente medio y la Península
(cultura de los ojos) // 4º-2700/2500 al 1800/1600 a.C.: VASO
CAMPANIFORME Y ARGAR (Bronce Antiguo y Pleno) Aculturación llegada
de Oriente // 5º-1800/1600 al 1200/1100 a.C.: COGOTAS I, ARGAR EN
DECADENCIA (Bronce Bajo) Protocolonizadores // 6º-1200/1100 al 850
a.C. PRECOLONIZACIÓN EN EL BRONCE FINAL (decacencia de Cogotas I;
final del Bronce hasta inicio del Hierro y colonización).
Precolonizadores
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE:
.
(14):
Las
imágenes y comentarios a pié de ellas proceden de nuestro artículo:
LOS
HEREDEROS DE MICENAS: Su establecimiento en Israel y su relación con
Tartessos
.
PARA
LLEGAR AL ARTÍCULO PULSAR:
.
(15):
Las
palabras SIC refiriéndose a lo reyes Hicsos fueron escritas por el
sacerdote Manetón (siglo III d. C.) y están recogidas en el libro
LOS FENICIOS de Grehard
Herm, (Barcelona 1986); capítulo III
.
(16):
La
Biblia menciona que los fenicios sacrificaban niños a sus dioses (II
Reyes 23,10) y lo prohíbe condenando a muerte a los que incumplieran
esa ley (Levítico 18,21; 20,1-5)
.
(17):
Así
podemos leerlo entre otros pasajes en:
1
REYES 11, 7
7
Entonces edificó
Salomón un
lugar
alto a Quemos, dios abominable
de
Moab, en el
monte
que
está enfrente de Jerusalén, y
a
Moloc, ídolo abominable de los
hijos
de Amón.
8
E hizo lo mismo para todas
sus
mujeres extranjeras, las cuales
quemaban
incienso y ofrecían
sacrificios
a
sus dioses.
9
Y se enojó Jehová contra Salomón,
por
cuanto se había desviado
su
corazón de Jehová Dios
de
Israel,
quien se le había
aparecido
dos
veces.
Jeremias
7, 31 y ss.
31
Y han edificado los lugaraltos de Tofet, que está en el valle
del
hijo de Hinom, para quemaren el
fuego
a sus hijos y a sushijas, cosa que yo no les mandéni estuvo en mi
corazón.
32
Por tanto, he aquí, vendrándías, ha dicho Jehová, en queno se
dirá más Tofet ni valle del
hijo
de
Hinom,
sino
valle de laMatanza; y serán enterrados enTofet, por no haber lugar.
Jeremias
19, 5 y ss.
5
Y edificaron los lugares altos a Baal, para quemar en el fuego
a
sus hijos en holocaustos a Baal,
cosa
que no les mandé, ni dije ni me vino al pensamiento.
6
Por tanto, he aquí, vienen días, dice Jehová, en que este lugar no
se llamará más Tofet ni valle del hijo de Hinom, sino valle de la
Matanza.
7 Y
haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar; y les
haré caer a filo de espada delante de sus enemigos y en las manos
de los que buscan su vida; y daré sus cuerpos como comida a las aves
del cielo y a las bestias de la tierra.
8 Y
pondré a esta ciudad por espanto y por objeto de burla; todo aquel
que pase por ella se
maravillará
y se burlará a causa de todas sus calamidades.
9 Y
les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada
uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que
los afligirán sus enemigos y los que buscan su vida.
10
Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que
van
contigo,
11
y les dirás: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así
quebrantaré a este pueblo y a esta ciudad, como quien quiebra una
vasija de barro, de modo que no puede restaurarse más; y en Tofet se
enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar.
Ezequiel
20, 26
26
Y los contaminé en sus
ofrendas
cuando hacían pasar
por
el fuego
a todo primogénito,
para
que yo los
desolase,
a
fin
de que supiesen que yo
soy
Jehová.
27
Por tanto, hijo de hombre,
habla
a la casa de Israel y diles:
Así
ha dicho Jehová el Señor: Aun
en
esto me
han
blasfemado vuestros
padres
cuando
cometieron
infidelidad
contra
mí.
-SANTA
BIBLIA
por Casiodoro
de Reina (1569)
Revisada
por Cipriano de Valera (1602)
Otras
revisiones: 1862, 1909
.
(18):
Sobre
la última plaga de Moisés:
EXODO
11
4
Y dijo Moisés: Jehová ha dicho
así:
A la media noche yo pasaré
por
en medio de Egipto,
5
y morirá todo primogénito
en
la tierra de Egipto, desde el
primogénito
de Faraón que se
sienta
en su trono, hasta el primogénito
de
la sierva que está tras
el
molino,
y todo primogénitode
las
bestias.
6
Y habrá gran clamor por toda
la
tierra de Egipto, cual nunca
hubo
ni jamás habrá.
7
Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta
la
bestia, ni un perro moverá
su
lengua, para que sepáis que
Jehová
hará
diferencia
entre los
egipcios
y los israelitas
EXODO
12
29
Y aconteció que a la medianoche
Jehová
hirió
a todo
primogénito
en
la tierra de Egipto,
desde
el
primogénito de Faraón
que
se
sentaba sobre
su
trono
hasta
el
primogénito del cautivo
que
estaba
en la cárcel,
y
todo
primogénito
de
los animales.
30
Y se levantó aquella noche
Faraón,
él y todos sus siervos
y
todos los egipcios; y hubo un
gran
clamor en Egipto, porque
no
había casa donde no hubiese
algún
muerto.
31
E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche y les dijo:Salid de en
medio de mi pueblo
vosotros
y los hijos de Israel; e
id,
servid a Jehová, como habéis
dicho.
32
Tomad también vuestras ovejas
y
vuestras vacas, como habéis
dicho,
e
idos; y bendecidme también
a
mí.
33
Y los egipcios
apremiaban
al
pueblo,
dándose prisa a echarlos
de
la tierra, porque decían: Todos
moriremos.
-SANTA
BIBLIA
por Casiodoro
de Reina (1569)
Revisada
por Cipriano de Valera (1602)
Otras
revisiones: 1862, 1909
.
(19):
A
los interesados en la etimología de la palabra Hispania,
España,Spal, Sefarad, Híspalis, Iberia, Hesperia; recomendamos leer
nuestro artículo:
-
LA FUNDACIÓN DE SEVILLA Y EL ORIGEN DE EL CARAMBOLO.
Donde
hablamos sobre el origen de Spal, Hispalis y de su nombre semita.
Tanto como llegamos a diferenciar las etapas de El Carambolo en tres:
1ª Autoctona (del 850 al 750 a.C.). 2ª Frigia y Fenicia (del 740 al
672 frigia) (del 672 al 550 a.C. fenicia). 3ª Destrucción por los
cartagineses hacia el 531 a.C.:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2013/08/la-fundacion-de-sevilla-y-el-origen-de.html
.
(20):
A
los interesados en la identificación de TARSHIS; recomendamos leer
nuestro artículo:
LA
TARSHISH BÍBLICA Y LOS ALTARES APARECIDOS EN TARTESSOS, SEMEJANTES A
LOS CANAANEOS