ÍNDICE
GENERAL: Pulsando
el siguiente enlace, se llega a un índice general de artículos:
PARA LLEGAR HACER CLIK sobre:
http://historiasdelflamenco.blogspot.com.es/2015/09/indice-de-entradas.html
.
El
artículo se desarrolla en un texto escrito en negro y se acompaña
de imágenes con un amplio comentario explicativo (en
rojo y cuya finalidad es razonar las ideas).
Podrá leerse completo, pero si desea hacerlo entre líneas, bastará
con seguir
la negrilla o
las letras rojas destacadas.
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
Palillos
de marfil egipcios (castañuelas); fechados en la XII Dinastía,
labrados cuidadosamente con forma de manos; proceden de Abidos y son
propiedad del British Museum (al que agradecemos nos permita divulgar
la imagen). En
nuestro artículo anterior vimos como originariamente este
instrumento
-denominado castañuelas, palillos, chacletas o tablillas de choque-
tuvo
forma de un boomerang e inicialmente debió ser ese ingenio para
cazar:
Una pieza de madera con diseño curvo, lo que permitía que retornase
tras ser lanzado. Debido
a ello, durante las primeras dinastías las "castañuelas"
egipcias aún conservaban la apariencia de boomerang
(semejante a un "7"); aunque
más tarde se fabricaron en forma semicircular
-principalmente sobre colmillos de hipopótamo, seccionados en su
mitad-. Tras el Imperio Medio, pasaron a esculpirse con dos manos y
entre ambas pasaban una cuerda, para unirlas (tal como se aprecia en
la imagen y como hoy se sigue haciendo). Siendo
comúnmente uno de los palillos menor que el otro, por lo que al
repicar sonarían con tonos diferentes
-al igual que sucede con nuestras castañuelas, que también tienen
un "macho" y una "hembra"-. Para finalizar
diremos que los
que vemos en imagen superior se decoran con marcas oculadas
(semejando ojos); algo que nos habla claramente de un sentido
apotropáico, para combatir el aojo.
Además, aquel que parece menor (la hembra) contiene tan solo dos
símbolos de ojos, mientras el que debería sonar más grave lleva en
su palma tres marcas oculares (cuyo sentido debió ser espantar a
aojador con el sonido del repicar).
.
.
BAJO
ESTOS PÁRRAFOS:
Castañuelas
en madera del siglo XIX, propiedad del Museo Etnográfico de Castilla
León
(Zamora), al que agradecemos nos permita divulgar la imagen -tal como
se muestra en su catálogo ENSERES-.
Los "palillos" son el instrumento que hallaremos
prácticamente en todo el folklore hispano, apareciendo con más
profusión en las zonas mineras o de influencia orientalizante.
Nos referimos a áreas como Andalucía, los yacimientos de La Mancha
(Almadén y cercanías) o la Ruta de la Plata. De ello, el uso de las
castañuelas es también especialmente común en la música popular
de Extremadura, Salamanca, Zamora, León y Asturias. Algo
que nos demuestra una vez más la enorme influencia cultural que
dejaron los pueblos que nos colonizaron, buscando los metales de la
Península Ibérica.
Desde la Edad del Bronce, hasta los árabes del medievo (fenicios,
sirios, o neohititas); quienes dejaron sus rasgos culturales entre
los nuestros. Especialmente en el folklore. Por cuanto aquellos
crótalos tan comunes en la música faraónica, en la púnica y en la
árabe; han quedado especialmente en el recuerdo de los lugares
colonizados por fenicios, neohititas y musulmanes.
EL
PRESENTE ESTUDIO PRETENDE ENCONTRAR LOS ORÍGENES DEL FLAMENCO EN
MOMENTOS PREVIOS AL SIGLO XVII. ANTES DE QUE LOS GITANOS ESPAÑOLES
LO TRANSFORMARAN Y CONVIRTIERAN EN SU FOLKLORE. NUESTRA FINALIDAD ES
PODER APORTAR UNA NUEVA VISIÓN A LA HISTORIA DEL FLAMENCO, CUYOS
TRABAJOS RELACIONADOS CON EL MUNDO GITANO SON TAN ERUDITOS, COMO
SOBRADAMENTE CONOCIDOS Y ACERTADOS.
.
.
LA
CAZA, LA DANZA Y EL CANTO FARAÓNICO: SU RELACIÓN CON LAS AVES
ACUÁTICAS DEL NILO:
.
En
nuestro artículo anterior, habíamos visto cómo los palillos o
castañuelas eran de origen neolítico y fueron usados en Egipto
desde épocas inmemoriales. Considerábamos
asimismo que aquel idiófono percutido con el batir de las manos,
en principio fue un instrumento de caza, relacionado con el boomerang
del Nilo
(del que comparte diseño). De ello, en las representaciones más
antiguas de cazadores-danzadores repicando "chacletas",
sostienen palillos entre sus dedos con una forma similar a la del
boomerang (usado por los egipcios en las charcas). Del mismo modo,
expresábamos que no
hemos de descartar la idea de que aquellas tablillas sirvieran
también para batir y batear ánades; incluso para imitar el “canto”
de algunas de ellas
(como las zancudas, que con el pico realizan un sonido semejante al
que producen las castañuelas). Un chacleteo que quizás se realizaba
durante la caza, como reclamo o espanto de aves acuáticas. Simulando
ser una de aquellas, para acercarse hasta la bandada, o bien para
atraerlas de manera totémica y danzar imitando sus gestos o sonidos
(de los flamencos, las ocas o las grullas).
.
Por
su parte, habíamos
explicado que los bailes más antiguos de Egipto fueron a nuestro
modo de ver de origen totémico. Destacando especialmente aquellos
que simulaban el canto y los movimientos de animales.
Siendo así, nuestra teoría propone que esas danzas y formas de
música nacieron
con la intención de mimetizarse con un tipo de fauna.
Pero no tan solo con un sentido religioso, sino principalmente por
motivos de utilidad.
Pues creo personalmente que aquellos modos de bailar o de sonar
instrumentos, simulaban
los cantos y los movimientos de los animales; pero sobre todo de los
que eran especialmente útiles (para poder cazarlos o amaestrarlos).
Es decir, que
una gran parte de las danzas y sonidos egipcios nacieron como un modo
de engaño para atrapar animales.
En una forma de confundirse
con aves o cuadrúpedos; quienes ante el hombre vestido de cierta
manera, cantando y contoneándose como si fuera otra especie, les
lleva a creer que son aquellos a los que imita.
Pues sabido es que en el caso de los pájaros, el disfraz del cazador
puede actuar como un cimbel, al igual que la copia del canto
(valiéndose de silbatos o con manos y boca); siendo estos los
mejores reclamos. Así, cuando el
humano imita los sonidos y los modos de ciertos animales, consigue
acercarse hasta la presa o bien atraerles. Pero
del mismo modo puede realizarse la argucia, si el cazador logra
hacerse pasar por un animal gregario o simbiótico, del que quiere
capturar. En cuyo caso las especies que conviven y se ayudan no se
asustan ni huyen ante la presencia de un hombre disfrazado de ellas
(creyéndole un “amigo” del rebaño o de la bandada).
.
En
nuestra opinión este tipo de comportamiento de los cazadores durante
etapas previas al Neolítico, serían el origen del totemismo. Una
religión que
imita a las bestias o a las aves y fieras, pero con la intención de
enseñar a cazar y defenderse de ellas. No por una simple sublimación
religiosa;
tal como siempre dice. Aunque,
sin lugar a dudas, una vez ritualizados ciertos bailes y determinados
comportamientos, estos ya se idealizarían de manera sagrada (tanto
como para llegar a perder u olvidar su sentido inicial). Unos
comienzos que a mi entender estarían en aquellos modos de imitación
de las aves, para capturarlas; o en las formas de hacerse pasar por
un felino, un antílope o un bóvido, con el fin de acercarse y
hacerse con ellos. Métodos
de caza nada rudimentarios y muy sofisticados; basados en el engaño
y la argucia, que pasarían de padres a hijos. Cumplimentándose y
mostrándose ante el grupo en ceremonias donde se representarían
estas técnicas cinegéticas de enorme utilidad; todo lo que llevaría
al rito y a la celebración religiosa totémica.
.
Naciendo
así bailes como el famoso de las ocas en Egipto; que se considera
una de las más antiguas danzas del Nilo y que consistía en la
imitación de movimientos de los ánades. Mimetismo que a mi entender
nació con el fin de adentrarse en los charcales y riberas, para
cazar la gran cantidad de aves que poblaban las aguas del Nilo.
Patos que constituían una parte fundamental en la dieta faraónica,
pero que a su vez habían de eliminarse con el fin de evitar que
dañaran las huertas (pues suelen ser muy voraces; no así otras aves
acuáticas -zancudas o flamencos- que son benéficos y apenas
perjudican la agricultura). Por todo ello, vimos en nuestro anterior
artículo como en Egipto, en Grecia, Creta y Chipre; existían esos
bailes dedicados a las grullas, las ocas, los flamencos o los patos.
Seguramente nacidos del método de su captura (valiéndose de
cimbeles y reclamos) y
donde a mi juicio hemos de ver el origen de nuestro Flamenco. Un
Floklore que en su estilo, por su antigüedad y aires, parece
realmente la imitación de esas aves flamencas que
pueblan Andalucía. Zancudas que se mueven tal como los bailarines
hacen con piernas y brazos y cuyo sonido o canto (con el pico) es muy
parecido al del repiqueteo de castañuelas, del zapateado y de otros
instrumentos del Flamenco. Por todo ello, vamos
a retrotraernos al Nilo Antiguo, donde se bailaba aquella danza de
las ocas que aún se mantiene viva entre los habitantes del Egipto
moderno; explicando el significado que tuvieron los patos entre los
súbditos del faraón.
ARRIBA:
Crátera
de figuras negras ática, fechada entorno al 550 a. C., que
representa Heracles
disparando a las aves del Estínfalo
(propiedad del Museo Británico de Londres, al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen). El mito narra como aquel
lago estaba plagado de pájaros que destrozaban las cosechas, cuyas
garras y picos llegaban a dañar al ganado y a los humanos.
Entre los Doce Trabajos de Heracles estuvo este de acabar con las
bandadas de aves acuáticas del Estínfalo. El
héroe logró hacerlo gracias a un cascabel o una campana que le
regala Atenea. Valiéndose de su fuerte sonido, consiguió que todas
levantasen el vuelo, para en ese momento disparar venablos o glandes
de honda -devastando
varios grupos de pájaros y exterminando la plaga-. Una historia que
nos
muestra el horror que suponía para los habitantes de los charcales o
las desembocaduras, lograr hacer frente a determinados patos y aves
que perjudicaban sus cosechas.
Para lo que sin duda usaban un reclamo con fuertes sonidos (como el
de las castañuelas) y tras ello los capturaban con redes -pues con
proyectiles de honda o a flechazos es prácticamente imposible
devastar bandadas de este tipo-.
.
ABAJO:
De
nuevo una imagen pintada por mí con el dibujo de la crátera
de El-Amrah, hallada en el Sur de Egipto y fechada hacia el 3300
a.C..
En ella figura
una cacería de flamencos, de la que participan en un barco varios
personajes; entre los que destaca una mujer, danzando e imitando los
movimientos de las aves. A su lado, dos hombres tocan las castañuelas
(palillos) mientras uno de ellos sujeta una red, dejando claro que la
actitud es de reclamo para atrapar a las aves con su trampa.
A mi entender la
escena refleja el inicio de una serie de bailes totémicos para
capturar las aves acuáticas (muy gregarias) y que a mi juicio marcan
el origen de nuestro Flamenco
(pues muchas de esas danzas de las ocas, patos o grullas aún
permanecen en tierras del Mediterráneo; donde también se bailaban
hace miles de años).
A)
El dios Geb. Deidad de los ánades:
.
En
nuestro anterior artículo habíamos dejado dos figuras mitológicas
por analizar,
dado que sus conclusiones no se relacionaban tanto con las
castañuelas como con la caza. Nos
referimos a los dioses pato-oca,
que mencioné cuando tratábamos sobre
algunas chacletas, aparecidas ya desde periodo predinástico talladas
con forma de cabeza de palmípedo.
Unas figuras grabadas en esos instrumentos que Hickman y Pérez
Arroyo relacionaban con el
dios Geb. Deidad de los ánades que hemos de tratar más en
profundidad, pues
mucho nos dirá sobre el posible origen cinegético de las
castañuelas y de la danza en Egipto. De tal manera,
según Perez Arroyo -citando
a Hickman- los
palillos con patos grabados en sus extremos, se relacionaban con
ritos del amanecer. Debido
a que (como veremos) el
pato se unía con el Huevo Cósmico y este con la salida diaria del
Sol.
Alborada y resurección que aunaban el concepto de nueva vida y de
inicio a la luz del día. Una
idea religiosa que a nuestro parecer pudo proceder del sonido de las
aves al despertar
(en especial de las zancudas, con los primeros rayos solares). De tal
manera y acerca del sentido religioso de esas imágenes, Pérez
Arroyo, dice textualmente “El signo jeroglífico de la oca aparece
en el nombre de Geb, representado como un hombre con el falo erecto y
una oca sobre su cabeza. Planteando la hipótesis de que simbolice la
fuerza erótica y sexual del difunto resucitado”
(1)
.
.
En
esta última frase, el
investigador plantea
-a nuestro modo de ver- la
posibilidad de unir la figura de esta "oca deificada" con
la de Osiris. El gran dios egipcio de la agricultura que tras ser
asesinado y desmembrado, fue recompuesto uniendo
sus restos; después de encontrar cada trozo de su cuerpo en cada una
de las diferentes provincias egipcias (nomos). Pese a ello, nunca
apareció el falo; explicando la mitología que fue lanzado por sus
profanadores al Nilo,
donde lo tragó un Osirrinco (pez que recibe su nombre debido a ese
extraño hecho). Así
el pene sagrado y perdido tuvo que sustituirse por uno artificial;
un miembro viril imaginario o esculpido, con
el cual su esposa Isis llega a copular. De esta unión ritual nacería
el hijo de ambos: "Horus"
(2)
,
dios del bien que vengó la muerte de su padre. De tal manera, por
cuanto expresamos, es
posible que la “resurección del difunto sexualizada”, a la que
Pérez Arroyo hace referencia; pueda ser esta de Osiris, logrando
fecundar tras la muerte con un pene inexistente.
Por lo que aquel falo sagrado parece que más bien fue sustituido por
un "Ankh"; pese a que otras versiones mencionan una réplica
del sexo masculino, con forma de gran escultura, que daría vida al
hijo póstumo. Debido a ello, se adoraba un gran falo en los templos
de Isis, donde rendían culto funerario a esta diosa; como viuda
virgen y madre de Horus, el halcón -de este tema hemos tratado
extensamente en nuestro trabajo sobre el culto al higo y la higa en
la Antigüedad; para los interesados, ver referencia de nuestro libro
y artículos en cita (3)
-.
.
De
tal manera cree Pérez Arroyo que debido a lo antes dicho, muchas
mujeres músicos portaban siempre una oca como atributo, de símbolo
o amuleto.
Aunque más común es pensar que el motivo para que aquellas artistas
dieran forma de ánade a sus objetos de uso cotidiano, era su
adoración a Geb, como signo de fecundidad. En referencia a estos
hechos, el referido autor cita a Garner
Wilkinson,
quien afirma
que las castañuelas o chacletas eran el instrumento más utilizado
en las fiestas y procesiones de Isis;
donde las mujeres no dejaban de repiquetear con ellas de manera
repetida y muy escandalosa. Suponiendo que seguramente ello
es cuanto refiere Heródoto sobre ritos y procesiones del Nilo
(analizadas en nuestros artículos anteriores). Quien nos habla de
féminas levantando sus faldas, bailando y provocando a todos los que
las veían marchar en sus romerías. Camino del templo, subidas en
barcos y carretas, organizadas por grupos o danzando con gran
"jolgorio" y griterío (invitando así a todos, para que
les siguieran y asistieran a aquellos ritos) (4)
.
IMAGEN,
ARRIBA:
Altar
del templo
sintoista de Japón, Jinja Kanamara.
Como podemos ver, el
lugar de culto tiene la forma de un yunque con un pene
que sobresale, en recuerdo de una curiosa leyenda que lo rememora:
Esa historia narra como una famosa princesa del lugar no podía tener
hijos, porque cuando copulaba partía los falos de sus amantes, al
contener dientes en el interior de la vagina. Sin posibilidad de
descendencia, el rey pidió a los súbditos que solucionaran su
problema de sucesión; ante lo que se presentó un herrero, pidiendo
desposarse con la hija si lograba darle nietos. Se dice que aquel
hombre fabricó en su fragua un pene de hierro que introdujo en la
vulva de la princesa, cuyos dientes interiores quedaron partidos por
el falo férreo. Después, el afortunado forjador pudo copular sin
más problemas y así tener descendientes (convirtiéndose en su
esposo).
.
Esta
divertida leyenda, a mi juicio, simbolizaría
la llegada de los metales a Japón (concretamente la aparición del
Hierro). Significando la vagina de
la princesa, la
tierra para cultivar; mientras el falo de hierro, sería el arado de
reja forjada. Pues
antes de la aparición de aquella herramienta férrea y dura, debían
surcar los campos valiéndose de cuernos y maderas; por lo que
constantemente se partirían sus arados (contra el terreno y las
piedras). Así, tras
la aparición del metal (más concretamente del hierro) la labor
agraria debió ser fértil y mucho más sencilla; logrando incluso
partir las piedras cuando araban los campos
-tal como se rompieron los dientes interiores de la princesa-. Debido
a ello, a
mi juicio, se
rememora y conmemora en el lugar de Kanamara (muy cerca de Tokio) una
fiesta agraria que coincide con el comienzo del año natural -al
acabar Piscis y pasar al nuevo Aries-. Siendo aquella
una gran celebración de la fertilidad,
donde se rinde culto al falo para que "aquel pene sagrado"
siembre y conceda buenas cosechas, multiplique el ganado y las
familias.
IMÁGENES,
ARRIBA Y ABAJO: Sobre
estas lineas, vemos la
concepción de Horus, en un dibujo mío
tomado desde un papiro antiguo. Observamos
tumbado a un Osiris ya difunto, aunque itifálico. Sobre él, Isis
convertida en Ave que toma "la semilla" de su marido en un
"recipiente" con forma de Ankh (cruz ansada).
De esta unión nacerá Horus, el hijo póstumo del gran dios.
Evidentemente, el rito describe modos y sistemas relacionados con la
iniciación egipcia y la metempsicosis. Muy probablemente nos habla
de la necesaria concepción en virginidad que precisaba la primera
mujer del faraón; quien era su hermana y la que engendraba al
heredero de la corona. Un vástago que evidentemente debía nacer por
un procedimiento de fecundación y no por copulación (sistemas de
fertilización utilizados desde tiempos inmemoriales por los
ganaderos, para mejorar las razas). Ya que de ser concebido entre
hermanos, la dinastía acabaría en pocas generaciones.
.
De
ello, debemos pensar que esta escenificación de la religión -en la
que vivían los egipcios-, buscaría un representante de Osiris en el
Mundo (quizás figurado en un sumo sacerdote o en un gran visir
-quien sería deificado debido a su inteligencia o bondad-).
Personaje que tras su muerte en vida (posiblemente al ser engañado
por quien le extraía el semen), concedería su semilla y pasaría a
ocupar un lugar social relacionado con la metempsicosis a la que
había sido ya sometido (siendo un muerto en vida, reencarnado en su
hijo, concebido artificialmente y heredero de la corona). Debido a
ello es importante observar el parecido del Ankh -cruz ansada- con
las herramientas utilizadas para plantar; ya que hasta hace no mucho
era común el uso de plantadores con ese diseño: Con un mango, que
permite clavar su vástago central hasta el tope; para colocar una
simiente en el vano dejado. Abajo: La concepción de Horus en una
imagen del papiro ANI (fechado hacia el 1250 a.C., propiedad del
British Museum, al que agradecemos nos permita divulgar su imagen).
Continuando
con Geb
-el dios oca del que hablábamos,- el diccionario de mitología
egipcia de Elisa
Castel
(5)
,
presenta
una versión
un tanto diferente;
diciéndonos que existían al menos dos dioses oca: El primero sería
el que los nilotas escribían “GB” y hemos de pronunciar en
castellano Gueb;
al que los latinos se referían como Keb y que relacionaban
plenamente con Cronos (dios del tiempo y de la Bóveda celeste). El
segundo era similar al antes descrito, aunque llevaría por nombre
Guenguenwr; acerca de es trataremos más tarde.
Previamente hablaremos de “Gueb”
-el divo ánade más antiguo-, del que narra Elisa Castel como
fue asimilado posteriormente a Cronos al ser el marido de Nut, la
diosa del firmamento nocturno.
Por ello, tal como dice Horapolo, (6)
la
oca simbolizaba el cielo en plenitud durante el día; siendo
interpretada como una deidad universal, creadora, de carácter
terrestre y planetario. Aunque
este divino Geb (ó Gueb) era
representado comúnmente como un hombre con una oca en su cabeza. Un
hecho que en mi opinión personal creo se trataría de una imagen
totémica relacionada con los cazadores;
quienes solían utilizar el ardid de atarse aves en su cabeza, para
engañar a presas (que confundían al hombre disfrazado de cimbel,
con un animal gregario o de su misma especie).
.
Para
explicar nuestra hipótesis, regresemos al totemismo y la caza entre
las tribus del Sudán (que
ya hemos mencionado varias veces). Recordando como dijimos, que hasta
hace unas décadas -en algunas zonas de África- quienes
querían acercarse a una presa, utilizaban como ardid atarse en la
frente un ave disecada.
Concretamente, lo
más común era usar como cimbel la cabeza del pájaro “calao”,
que colocaban a modo de gorro y sobre el pelo.
De esta manera ataviados, iban imitando los movimientos de estos
pájaros, agazapados en los márgenes de ríos y haciéndose pasar
por ellos. Logrando
así los cazadores ser confundidos con "calaos", pudiendo
acercarse a los animales que deseaban atrapar.
Simplemente con este disfraz llegaban a aproximarse tanto como para
lancear las presas (apenas desde un metro), sin que las bestias se
percataran de que eran hombres, creyendo confundidos que bebían o
pacían junto a inofensivos “calaos”.
.
Ello
muestra a mi juicio gran parte el origen del totemismo, que en muchas
ocasiones tuvo como misión engañar a los animales, para cazarlos y
atraparlos. Aunque en otras, los disfraces y cimbeles se hicieron con
el fin de lograr domesticarlos; tal como actualmente aún podremos
observar entre los criadores de aves silvestres.
Quienes
tras
salvar algunas caídas, o abandonadas en los nidos (de rapaces,
buitres o aves marinas); deben
conseguir que los polluelos coman de su mano. Para ello, lo más
eficaz es vestirse con un gorro en cuya parte alta figure un animal
semejante al de la especie a cuidar,
haciéndoles creer así que son sus progenitores -y las crías
comerán sin problema, al confundirlos con sus padres-. Siendo
otro caso semejante de totemismo dominador o domesticador de fieras,
un famoso disfraz que en las fiestas patronales lucen algunos mozos
de los pueblos (cuyo origen se ha perdido en muchos casos). Nos
referimos al vestido
de astado -del que comúnmente se desconoce el verdadero
significado-, cuyos orígenes más remotos a mi juicio están en el
engaño o la caza de bóvidos
(a través del llamado “falso manso”). Lo que podremos comprobar
aún en espectáculos taurinos en los que muchachos disfrazados de
toro, amansan y tocan a los más bravos morlacos. Simulando ser un
bóvido, ataviados de una forma en que el primer chico lleva una
cabeza con grandes cuernos de vaca, simulando sus piernas ser las
patas delanteras; mientras un segundo (apoyado sobre este y cubierto
con una tela), hace las funciones de lomo y cuartos traseros del
bóvido. Bastando aquel engendro compuesto por dos muchachos, para
que los bravos no tengan problemas de compartir ruedo con otro de su
misma especie (tanto como para permitir que los mozos escondidos
saquen los brazos y acaricien a la bestia -ante las risas de quienes
ven la escena-).
IMAGEN,
ARRIBA:
Imagen
tomada de las fiestas de Moncada (agradecemos
nos dejen divulgarla los propietarios del video subido a Youtube
https://www.youtube.com/watch?v=oDONKTvbwaY
).
En
el enlace antes referido, se recogen videos de las fiestas
de esta población, donde desde
el minuto 2,50 vemos el “engaño del falso manso”; en el que dos
chicos vestidos como una vaquilla hacen creer a un astado que son de
una misma especie (tanto
que llevan hasta los toriles al bravo). Otros casos parecidos se
muestran en Youtube y aconsejamos verlos, no solo por el interés que
pueden despertar, sino también por su comicidad (
https://www.youtube.com/watch?v=D779pJqJVgk
).
Siendo muy de destacar el trabajo y el espectáculo de una cuadrilla
de toreros cómicos llamados “Bravura Maña” que representan
varios de estos ardides; en los que vemos
cómo el hombre pudo dominar a las fieras sin necesitar cazarlas y ni
siquiera atraparlas por la fuerza o con trampas.
Debido a ello, considero que cierto tipo de “toreos” tienen como
origen la caza; pero sobre todo el dominio de los astados (para
capturarlos o amansarlos).
Para
los interesados en el tema, recomendamos también ver:
v=oDONKTvbwaYhttp://www.festejospopulares.net/cronicas/2007/28_zaragoza/09_actuacion_bravura/actuacion_bravura.htm
.
IMAGEN,
ABAJO: Dibujo
mío de un
dios Geb, perteneciente a la tumba de Pashedis
en Deir Medina. Observemos
su oca sobre la cabeza y el Ankh que luce en su mano. Símbolos ambos
de la fertilidad y la procreación.
Por
cuanto expresábamos anteriormente, considero que este hombre-dios
llamado Geb (llevando una oca o pato), puede referirse a un mismo
tipo de cazadores; posiblemente recordados desde el neolítico en el
Nilo.
Pues en Egipto debieron conservar gran parte de los modos
y sistemas de caza ancestrales; quedando muchos de ellos plasmados en
su totemismo. Fórmulas similares a las de algunas tribus que han
pervivido hasta hoy (desde
la Edad de Piedra) y
basadas la mayoría en el engaño. Técnicas que desarrollaron al
descubrir en qué forma los animales conocían y rechazaban al
hombre, según hubieran sido cazados.
En un instinto que toda especie desarrolla y que les hace huir de sus
depredadores; en especial del ser humano, cuando este durante unas
generaciones les ha dado muerte en estado salvaje (pues entre los
domésticos no surge ese instinto de huida, habida cuenta que el
hombre es el que les cuida). Actuando así, por evolución inmediata
y a penas en dos o tres saltos generacionales -de un modo semejante
al que las ratas se hacen invulnerables al raticida-. Volviéndose
las aves y los mamíferos asustadizos si son perseguidas en su estado
primario; huyendo de los depredadores, pero confiando en las especies
que no les hayan agredido o que les sirvan para alimentarse (tal como
sucede con el hombre, cuando los domestica).
Por cuanto unos y otros (bóvidos y aves) suelen ser familiares,
simbióticos y gregarios; pudiendo resultarles de gran utilidad la
presencia de otro en sus cercanías -tal como como observamos cuando
vemos cohabitar a distintos de pájaros acuáticos, junto a antílopes
y fieros mamíferos-.
.
Debido
a todo ello, los ánades y grullas no son rechazados por los
cuadrúpedos de gran tamaño. Pues
las aves ayudan a despiojarse o se comen las moscas y larvas que
habitan en la piel de aquellos; a la vez que remueven las aguas y
abren boquetes con sus pico (facilitando alimentos a todos). Incluso
es de gran utilidad para algunos la presencia de bandos de pájaros,
que al huir pronto avisan de la presencia de un depredador mayor en
las riberas (del hombre o los felinos). Siendo así, veremos
convivir a los antílopes y rumiantes con las aves acuáticas;
dejando que se les aproximen a pocos metros e incluso que se suban
sobre ellos (para comer los insectos que invaden aquellos, incapaces
de deshacerse de las moscas y larvas anidadas en su piel). De la
observación de
este hecho y de la necesidad de simbiosis entre ciertas aves y
determinados cuadrúpedos, debió
nacer desde el Paleolítico la caza con camuflaje o el disfraz de
pájaro (que pervivió hasta nuestros días, en
los que se usan cimbeles y vestimenta de engaño).
.
Hablamos
del Paleolítico porque parece lógico pensar que cuanto más
limitadas e imperfectas fueron las armas del hombre; más hubo de
ingeniárselas para acercarse a sus presas (cazándolas
con trampas o bien a través de argucias). Naciendo
de todo ello -a nuestro parecer-, algunas fases del totemismo
(tal como venimos afirmando). Puesto
que aquel hombre disfrazado de animal, habría de sentirse poseído y
poseedor de unas dotes y de una magia especial,
cada vez que así lograba alcanzar una presa. Más aún cuando esta
no la distinguía como un humano y la confundía con un animal
gregario, o de la misma especie. Dominio que se reafirmaría al
observar cómo gracias a su astucia lograba aproximarse a los
animales, sin ser “visto, ni olido”. Todo
ello debió conceder un carácter mágico y religioso a la caza,
principalmente al comprobar que también conseguía domar o
domesticar algunos de los que atrapaba vivos (hasta el punto de
convertirlos en especies caseras). En este trance
que duraría miles de años, desde el cazador disfrazado, hasta el
ganadero dominador de sus bestias;
creemos que nacieron y se desarrollaron el tipo de religiones
totémicas y de culto a los animales.
Generando cultos donde los ritos iniciáticos obligaban al baile y al
canto; semejando a la especie que se deseaba imitar, cazar o dominar.
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
Grabado
de la enciclopedia Diderot
-primera edición en 1751- recogido en su artículo "La Caza"
(imagen 11). En este podemos
observar algunas argucias utilizadas
cuando no existían las armas de fuego para pluma (escopetas con
cartuchos y perdigones). Siendo entonces necesario
atrapar las aves por medio de redes. Destacando en el dibujo inferior
cómo colocan una fila de cimbeles colgados (imitando palomas o
patos) con el fin de que los pájaros los confundan con un bando de
su especie.
Momento en el que bajarían a "visitarlas", quedando
atrapadas en el fondo de saco que la red contiene. Este tipo de caza
es fácil de idear debido a que ciertas aves (como las palomas o los
ánades) son muy gregarias; tanto que al ver otras semejantes, bajan
a su encuentro. Creyendo probablemente que ese lugar lleno de pájaros
parecidos está pleno de alimento, o es un sitio propicio y seguro
para descansar.
.
BAJO
ESTÓS PÁRRAFOS:
Nuevamente,
fresco
de la tumba de Nebamun,
fechada hacia el 1350 a.C y propiedad del British Museum (al que
agradecemos nos permita divulgar la imagen). Entre sus pinturas
contiene esta
imagen del difunto cazando aves de un lago, valiéndose de otro
ingenio: Un boomerang
-que sostiene en su mano izquierda-. Observemos cómo curiosamente
ese
arma de caza tiene forma de culebra, tanto que en su extremo lleva la
cabeza y boca del aspid. No siendo extraña esta representación del
boomerang en manos de un cazador, dándole
la forma de una serpiente; tal como aparece en otros frescos y
esculturas del Nilo. Seguramente al considerarse un artilugio de gran
inteligencia, pues tras ser lanzado y de no derribar la pieza,
regresa a la mano del que lo arroja.
Por
lo que vamos exponiendo, estas formas de caza debieron dar origen a
lo que se ritualizó entre muchas tribus como fórmulas mágicas;
todo lo que posteriormente se idealizaría en
modos de cantar y danzar, con pinturas y en un
largo etcétera de expresiones artísticas
-halladas en las cuevas y que aún pretendemos no comprender; pese a
que su uso sería casi igual al que dan a objetos semejantes los
pueblos primitivos llegados al siglo XX-. Generando asimismo un
primer sistema de religiones basadas en el poder de la inteligencia y
el del espíritu del hombre, frente a los animales. Un culto común y
existente en casi todos los pueblos cazadores; que a más de expresar
magia, pensamos que contiene los secretos de una profesión: La del
dominio y captura de las bestias.
Siendo la historia que narran gran parte de sus ceremonias, esos
misterios y las formas para atrapar animales: Valiéndose del
disfraz, imitando el canto de aves o bien simulando una especie igual
o gregaria (para lograr acercarse, hasta hacerse con la presa).
.
Debido
a cuanto decimos,
los ritos totémicos más antiguos hubieron de ser muy semejantes a
los que han permanecido entre las tribus cazadoras,
que pervivieron hasta el siglo XX. Donde podríamos estudiar su
parecido con las religiones del Neolítico y la Edad del Bronce;
siendo fácil encontrar paralelismos entre la Egipcia (o las de Creta
y Mesopotamia) con
aquellas costumbres de los pueblos primitivos aún vivos en nuestro
tiempo. Llegándose pronto a la conclusión de que muchas de las
ceremonias que se celebraron en Altamira o en Lascaux, debieron ser
bastante parecidas a las que se hicieron en las cavernas de Creta, e
incluso en los templos de Egipto y Mesopotamia
(durante el tercer y segundo milenio a.C.). Rituales
entre los que destacaba la lucha del hombre contra la fiera-dios; el
sacrificio del totem, dando muerte al divo para que naciera el
hombre.
Una iniciación que comúnmente pudo representarse en escenas como la
tauromaquia o bien en otras semejantes, pero donde se mostrase el
dominio del hombre frente a las bestias (obligando a soportar al
neófito cubrirse de serpientes o permanecer al lado de una fiera
indómita, sin dañarla -actuando como el domador de aquellas-).
.
Quizás,
anteriores autores hayan apuntado esta idea, más desconocemos otras
fuentes que mencionen el origen del totemismo en los modos de caza
con engaño. Por lo que considerando esta teoría como el principio
más seguro de las esas religiones; creemos
que el comienzo de la fe y de la vida que imitaba a los animales,
procedería de esa utilidad de disfrazarse para atraparles. Siendo el
origen del totemismo (a mi juicio) esta necesidad de comportarse
mimeticamente y de imitar a las aves o a los cuadrúpedos, para
lograr hacerse con ellos. Sin proceder realmente de unas creencias en
las que estos ritos realizados por los cazadores, les dieran poderes
mágicos (tal como comúnmente se explica la religión totémica).
Habiendo nacido a mi modo de ver, de un modo inverso. Es decir, que
aquellos rituales basados en la simulación o adoración de animales,
se implantaron cuando la tribu -o el grupo- descubrió un medio
totémico de atraparlos (camuflándose entre ellos o actuando como
una especie gregaria). Por lo que sus cultos procederían no solo de
tratar de imitarlos -al idealizar los animales-, sino de enseñar a
otros a cazar mimetizándose con las especies; todo lo que mostrarían
en sus celebraciones.
.
Pese
a ello,
hemos de pensar que mucho después, cuando comenzase la cría de esos
animales capturados y en cautividad (la domesticación de aves y
cuadrúpedos); nacería un totemismo diferente. El puramente ritual y
a ajeno a las argucias de caza; siendo este el que expresan ya las
religiones del Neolítico y de la Edad del Bronce
(como las minóicas o las del Nilo). Consecuentemente, algunas de las
deidades más importantes de Creta serán mujeres que domestican
sierpes o que saltan y juegan con el toro; a la vez que en Egipto se
adoraron dioses con cabeza de un totem (perro, ibis, halcón etc) o
animales domesticados, que como el gato -o la cobra- servían para
cuidar los graneros.
IMAGEN,
ARRIBA:
Señor
de los caballos
(bronce tartessio, posiblemente un pasarriendas) hallado
en Cancho Roaño -tal
como lo exhibe el Museo Arqueológico de Badajoz, al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen-. Sobre
este he colocado dos jeroglíficos egipcios (dibujados por mí), que
nos enseñarán a comprender perfectamente el significado de este
dios de los animales.
Pues la voz "QUES" (como se lee este ideograma),
significaba
en la cultura faraónica "unir" y se representaba por medio
de un individuo que juntaba dos jirafas o bien hacía lo mismo con
dos culebras.
Observemos que aquel
"señor de las bestias" apareció en zonas tartéssias
hacia el siglo VII a.C.
-en Zalamea de Badajoz-; representado
de un modo muy semejante al jeroglífico del Nilo. Todo
ello en
un santuario dedicado al caballo,
tal como era este de Cancho Roano. Algo que nos habla de los cultos
al domesticador de los animales y de las religiones totémicas,
debiendo venerar a quienes domaban y criaban equinos (pues por
entonces los animales cumplían funciones de ayuda, sustituyendo a
los hombres en el trabajo, tal como hoy lo hacen las máquinas)
IMAGEN,
SOBRE Y BAJO ESTAS LINEAS: Arriba,
fotografía de los famosos Toros
de Guisando,
en la "venta juradera", junto a San Martín de
Valdeiglesias (en El Tiemblo de Ávila). En ella vemos
otro de los grandes totems ibéricos; el toro, que junto al caballo
siguen siendo un tesoro para muchos de los hombres de campo hispanos.
.
Más
abajo, una imagen de la famosa mascarada "La Vijanera";
una de las primeras que se llevan a cabo en España, justo al
comenzar el año. En
ella se muestran y mantienen todos los rasgos de las religiones
totémicas,
tal como podemos ver en la fotografía, donde se halla el hombre
vestido de oso, siendo lanceado.
Se celebra en Silió (Cantabria), tierras muy cercanas a Altamira
y junto a otros yacimientos Magdalenienses; por lo que debemos
pensar que los ritos de la Vijanera pudieran tener como origen
aquellos celebrados durante el Solutrense o en épocas cercanas a las
pinturas de las famosas cuevas.
Una idea que no es tan disparatada si observamos que la
gran mayoría de los cultos de caza y de los totems adorados por
distintos pueblos, tienen sus orígenes en etapas muy anteriores al
neolítico. Algo que podremos comprobar simplemente recordando
ceremonias de iniciación como la del “novio”,
consistente en que todos los que asisten a una montería pueden hacer
con el neófito lo que deseen, cuando alguien caza por vez primera
una pieza mayor -le embadurnan con las entrañas y la sangre del
animal que ha matado, realizándole una pantomima de juicio, cortando
el pelo del “iniciado” y llegando a hacerle múltiples
barbaridades; hasta considerar que ya es “novio” del animal al
que dio muerte-.
Para
los interesados en ver una de esas ceremonias de “novio de
montería” que no conozcan, les invito a pulsar:
https://www.youtube.com/watch?v=KGzNsWFUDjU
.
.
.
.
Tal
como decimos, es absolutamente seguro que para el proceso de captura
con domesticación; el hombre hubo de disfrazarse continuamente del
animal a dominar. Para producir en aquellos a los que criaba un
efecto denominado “impregnación”.
Tal “impregnación” resulta un extraño comportamiento común a
todas
las especies,
que aceptan
lo que la naturaleza les presenta como parecido a ellos, dejando que
se acerquen cuanto seres le sean familiares.
En especial es muy destacada la “impregnación” de los
ansares domésticos,
que creen
común cuanto les rodea en el momento de nacer; hasta el punto de
“considerar” su progenitor aquello que primero ven tras salir del
huevo.
Tanto que si al partir su cascarón toman contacto directamente con
un humano (sea adulto o niño) le siguen y quieren como a sus padres;
bastando con alimentarles y tocarles, para que el hombre se pueda
hacerse pasar por quien engendró al pato. Llegando esta
“impregnación” a hacer inseparable el ganso del hombre; de un
modo tal, que si no se atiende al ave esta puede incluso morir de
pena -historias como Leda con el Cisne, proceden de este extraño
comportamiento de las palmípedas caseras-. Aunque peor puede ser el
resultado de la “impregnación” si el primer contacto del ansar
lo hacemos con una máquina (una bicileta o un carricoche); pues el
pobre pájaro puede llegar a sentir que aquel ser de hierro y con
ruedas, es su progenitor... . Siguiéndole allí donde vaya o
durmiendo entre sus cadenas y sus frenos.
.
Pero
volvamos
al totemismo y sus fases,
entre las que habíamos dictaminado como primera,
la caza con disfraz; para pasar posteriormente a una segunda de
dominio sobre el animal (el comienzo de domesticación).
Debido
a ello, durante el Neolítico
y cuando comenzaron a amaestrar especies -hasta llegar a hacerlas
caseras- nacería un totemismo
absolutamente distinto.
Siendo ese momento en el que el hombre dispuso de patos, ovejas o
vacas domésticas; cuando ya se
promoverían unos rituales a través de los que el ganadero
expresaría su agradecimiento hacia la Naturaleza y a la Sociedad
-que le permitía disponer de animales-. Realizando entonces un
ceremonial
de entrega del inmolado, que relaciona las reses o aves con riquezas
y a su vez, con los individuos de su familia.
De
ello surge la adoración al totem doméstico
(sea vaca, toro, cordero o pichón), que se asimila a un dios que da
su vida para que la familia (y el hombre) pueda sobrevivir. Es
entonces, en
Sociedades ya organizadas con casta militar, cuando ese dios-totem
(toro, gallo, carnero etc) se asimilará con los guerreros que dan su
vida por el grupo
y como tal actúan cual dioses, organizando y dominando. Aceptándose
como “pacto social entre castas” que el militar entregará su
hijo para la guerra, en defensa del grupo; mientras el ganadero lo
que inmola o paga es con su ganado y hacienda. Todo
lo que concederá el derecho a las clases dominantes a obligar
ofrecer en sacrificio a vástagos de sus súbditos (logrado así el
dominio bajo unos ritos de tremenda crueldad). Tal como aparece en
los cultos de los Baal semíticos
y como veremos en el sacrificio de Isaac; momento en que tales
ceremonias dejan de realizarse, para sustituir el primogénito por
una res. Punto de inflexión histórica en el que parecen haber
terminado los sacrificios humanos, para sustituirlos por los de
ganado y animales (ofrecidos al templo).
.
De
tal manera, el sacrificio (sagrado o no) de aves y reses, se
comparará al esfuerzo y “trabajo de sangre” del militar, quien
de alguna forma es totemicamente el dios inmolado. Aunque existe
en mi opinión una última fase de estos ritos, que se producirá al
final del Neolítico; con la llegada de los metales y cuando algunas
Sociedades pasan a ser plenamente agricultoras (con territorio y
población censada). En ellas lo que se ofrece ya al grupo social
será el fruto del trabajo,
y como tal se sustituyen las “ceremonias” de entrega de seres
vivos (animales) por
el pago una parte de grano o del ganado.
Diezmo que se daba anualmente a una casta superior (naciendo el
sistema estatal con imposición). En
estas Sociedades, la religión comienza a liberarse del totemismo,
aunque nunca lo consiguió del todo,
pues la clase guerrera ha continuado dominando las Naciones hasta
bien entrado el siglo XX. Todo lo que implicaba ciertamente mezclar
los ritos de sangre con los de sacrificio social (conceptuando los
impuestos con la obligación de ir a la guerra). Como ejemplo de esta
imposibilidad de autoliberación del totem inicial, podríamos citar
el Cristianismo: Religión nacida en plena Roma Imperial, que deseaba
solo se entregase “el pan y la vid, frutos de la tierra y del
trabajo del hombre” . Pese a ello, a Dios se le representará
todavía como “el cordero que quita los pecados del Mundo”, como
recuerdo a otros ritos que precedieron a los cristianos.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Arriba,
curioso capitel
de una iglesia románica del siglo XII en Andaluz, Soria. En
este vemos un
hombre entre lo que parece un burro y un caballo,
iconografía que posiblemente sea el recuerdo de lápidas ibéricas
aparecidas en esta zona (tan rica en arqueología). Una
escena muy semejante se representa en la estela de abajo,
perteneciente al Museo de Jaén
(al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En
ella figura el "señor de las bestias" entre dos equinos
(la pieza en caliza procede de Villacarrizo -Jaén- y se fecha entre
el siglo V y el IV a.C.). Sin duda alguna, los
hombres o deidades aquí representados simbolizan el domesticador y
el que lograba criar mejor el ganado. Virtudes
que en aquellos tiempos eran tan importantes como hoy puede serlo,
fabricar las máquinas o los aviones más perfectos. De ello esta
representación dual, que como vimos en Egipto se leía “unión”
y que significa en sí mismo “cópula”; habida cuenta que no es
fácil criar y cruzar bien caballos o los animales en cautividad.
Pero
regresemos al dios oca Geb, que
a nuestro parecer era la imagen (o el recuerdo) de este sistema
cinegético utilizando un disfraz o reclamo. Por ello y observando
las características iconográficas del dios, pensamos que se
entiende fácilmente por qué
ese sobrenombre de Geb (o Gueb), llamado
“el gran cacareador” -quizás,
más bien habríamos de traducirlo por “el gran graznador”-. Pues
recordaremos que
el cacareo o chacleteo de los picos de las aves acuáticas, eran su
modo de cortejarse. Una
ceremonia y sonidos que se
imitaban excelentemente con las tablillas entrechocadas
(los palillos); tanto que los griegos denominaban “tañedores” de
castañuelas a estos pájaros (en especial a la cigüeña). Debido
a lo que muy probablemente se utilizasen reclamos con ese repiqueteo,
con el fin de aparentar un pájaro zancudo. Ya que tal como venimos
diciendo, en nuestra opinión esta
representación del dios oca se correspondería con el modo mas
simple y primitivo de cazar aves en de Egipto. Para lo que bastaría
portar una red y enmascararse como un pato atado en la cabeza
(una oca, con un cimbel -vivo o bien disecado-). Así ataviado y
lanzando
graznidos o usando un reclamo,
atraparían primitivamente lo ansares que poblaban todas las tierras
inundadas del Nilo. Siendo esta la forma más sencilla de acercarse a
las aves y a sus especies gregarias. Pudiendo cazar con toda
facilidad de ese modo: Hundido hasta medio cuerpo en las charcas y
simplemente ayudado de redes y un reclamo (imitando el canto).
Técnicas que aún hasta hoy existen; siendo normal la caza con un
sombrero de pato, vistiendo traje camuflado que permite andar en los
charcales, mientras hacen sonar un silbato imitando el canto de
algunas aves. Avanzando entre las aguas, cubiertos con un cimbel en
la cabeza; para atraer infinidad de ansares y que hoy se matan con
armas de fuego, aunque antes eran atrapadas con redes.
.
Por
su parte, este Geb -como
dios egipcio- habíamos
dicho que lo equiparaban con Cronos; deidad del tiempo que
nacía de algún modo del Varuna indoeuropeo y que representaba la
bóveda celeste (7)
.
En nuestro análisis sobre Cronos
publicado por la revista Folklore (8)
,
explicábamos que ese divo
grecorromano del tiempo era fundamentalmente agrario, por cuanto fue
crucial para los agricultores conocer las estaciones del año y el
calendario.
En Egipto, sin embargo el dios del calendario era Toth, relativamente
similar a Geb, puesto que mientras uno tenía la una oca en la
cabeza, Toth llevaba el rostro de Ibis (aunque este último, ha de
asimilarse con Hermes-Mercurio). Geb,
además siempre enseñaba su pene erecto, itifalia que también
supone un símbolo agrario, significando la fertilidad. Todo lo que
nos recuerda al dios-rey egipcio mas antiguo y legendario, llamado
Min (Minu o Menes).
Sobre Min también tratábamos extensamente en otro de nuestros
estudios (9)
,
donde explicábamos cómo ese monarca o leyenda era considerado el
iniciador del periodo dinástico; el primer faraón-deidad, venido
del Sur.
Igualmente al rey Min y a Geb, se les representaba con el falo
erecto, como símbolo de la inundación
y la fertilidad, significando su itifalia la crecida de las aguas del
Nilo desbordándose y regando la madre Tierra (para hacerla fecunda).
Por cuanto el significado de
ese pene levantado de Geb, era también una imagen relacionada con la
irrigación
de los campos, aunque más concretamente hemos de pensar su relación
con
los ánades -extendidos
por todas las charcas-, que emigrarían
a Egipto sobre todo en periodo de inundación
(en los meses primeros de verano). Como tal, el
dios pato y la crecida del Nilo se identificarían totalmente; por
cuanto el ansar se uniría a unas aguas que fertilizaban las tierras
con su limo.
De ello, la itifalia de Geb y la de Min, significaban la inundación,
tan benéfica en Egipto y de tal modo, al faraón se le recuerda como
el iniciador de los canales, los saltos de agua y los sistemas de
riego.
.
Pero
a su vez, hay que tener muy en cuenta que los
patos, y mas concretamente las ocas, son de una promiscuidad y de una
sexualidad exageradamente llamativa. Llegando a copular varias veces
al día
esas aves caseras (tanto las hembras como machos).Todo
lo que relacionaría a Geb con el Cronos griego; haciendo de ambos
deidades agrarias, que se relacionaban con la fecundación
y la plantación. Aunque el
Geb egipcio representaría el periodo de crecidas, mientras el Cronos
heleno simbolizaba el calendario; unas fechas que marcaban cuándo
llegaban las lluvias
(almanaque necesario para preparar el campo y semillar). De tal
manera
Cronos, con su hoz, significó el cuarto lunar y la herramienta del
grano;
arma en forma de creciente de Luna con la que castraba a Caos (su
propio padre). Tal
hoz, simbolizaría el calendario y era un signo muy cercano a la
itifalia de Geb, que interpretábamos como la crecida anual del Nilo
(y por lo tanto, un ciclo de siembra). Todo lo que explica por qué
ese Geb,
posteriormente se une con su esposa Nut (la noche en su firmamento),
para engendrar el Mundo (la Sociedad). Ciclo
mitológico que considero muy identificado con la iconografía de
Leda y el Cisne, de donde nacerá Helena (cuyo nombre significa la
"hélice" y seguramente simbolice la Vía Láctea en esa
forma helicoidal).
.
Cuanto
hasta aquí hemos narrado, indicaría que los egipcios en un
determinado momento del neolítico identificaron el movimiento de las
estrellas (Nut) con la llegada de los patos (Gueb); así
comprendieron los ciclos siderales, creando el calendario. Por
su parte y sobre la
hoz de Cronos;
dijimos en nuestro estudio que además del tiempo lunar, simbolizaba
el paso desde las civilizaciones ganaderas a las agricultoras (que
necesitaban de unas estaciones reguladas y regidas en principio por
lunas -hoces-).
A su vez, aquellas Sociedades basadas en la agricultura precisaron de
una organización territorial estable, dividida en castas, con
propiedades y población censadas. De todo ello se deriva y se
comprende por qué antes de la existencia del Cronos (el calendario
que permite la agricultura); gobernaba el Caos (las Sociedades
pre-estatales basadas en la caza y ganado). Por cuanto también
comprendemos como
Geb (dios ánade) es igualmente el divo de la civilización; del
tiempo y la fertilidad. Pues las bandadas de patos emigraban al Delta
del Nilo con las crecidas, momento en que se repartían las tierras y
los agricultores comenzaban su labor.
Por cuanto podemos entender que la oca o el pato hallan llegado hasta
nuestros días muy relacionados con voces y sinónimos de la palabra
“año” (el “anus”, del ansar que anualmente regresa).
Mientras en egipcio antiguo ese palmípedo se escribía de forma
igual a la palabra “hijo”; pronunciándose ambos “sa”. Voces
que se expresaban por un jeroglífico relacionado con esas aves (tal
como vimos en el anterior artículo) y que significaban
indistintamente “oca” o “vástago”.
IMÁGENES,
SOBRE Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
De
nuevo, dos
grabados de la Enciclopedia Diderot
(artículo la caza, litografías XIII y XXVI) en
los que vemos algunas argucias que todavía usaban para cazar aves en
el siglo XVIII.
Valiéndose de antorchas, redes o trampas. Todo lo que muestra como
los reclamos, los disfraces o los engaños, eran el único medio de
atrapar aves (al menos hasta la aparición de las armas de fuego para
pluma, a mediados del siglo XIX).
.
.
.
IMAGEN,
ABAJO: Palillo
de percusión del Reino Nuevo, fabricado en marfil y con las
características de un amuleto
(propiedad de la Colección Drovetti, a la que agradecemos nos
permita divulgar la imagen). Como hemos indicado, en
Egipto, las batutas para tocar tambores o
panderos eran
también labrados con gran
perfección; dándoles comúnmente forma
de una mano. Este diseño en principio se asemeja al primer
instrumento de percusión (las palmas) aunque en verdad tenía un
sentido más profundo y unido a la religión.
Ya que
la mano era
el símbolo de Athor y a su vez una
señal apotropáica de protección;
quizás por ser la palmada el primer modo de ahuyentar animales o
seres que no deseamos a nuestro lado. A ello se debería que en
múltiples ceremonias el mal se haga huir dando una gran palmada o
golpeando dos grandes bloques de madera,
produciendo un enorme chasquido (tal como sucede en el sintoismo).
.
Debido
a circunstancias como las descritas, la "mano de Athor"
era el amuleto más común entre los egipcios; tanto que ha llegado
hasta nuestros días como la "Mano de Fátima" (entre
los árabes) llamada por los judíos "Mano de Miriam".
Siendo a mi juicio, una derivación clara de este
amuleto de Athor, las "higas" y garras con las que se
combate aún el aojo en nuestras tierras. Cuyos orígenes debemos
marcarlos en el sentido apotropaico de "la palmada", un
sonido que haría huir animales y seres no deseados. Siendo así,
entenderemos por qué aquella mano fue el signo la diosa patrona
de la música y la danza -Athor-; ya que normalmente estas artes
se acompañan de palmadas. Por su parte, no hemos de olvidar que
el sonido que emiten las aves acuáticas, es en muchos casos
semejante al de palmear (o las castañuelas) y que a su vez, el
nombre que tienen esos pájaros es el de palmípedas. Pues su
pata en forma de remo les permite nadar; un hecho que los
convertía en totems de los pueblos marineros y de los danzantes o
músicos.
B)
"Guenguenwr" (Gngnwr) el otro dios oca:
.
Como
dijimos al comienzo de nuestra exposición sobre Geb; en
Egipto había otro dios-pato muy similar. Este se representaba como
hombre no itifálico y con cabeza de oca (a diferencia de Geb, que
portaba la oca sobre la testa). Su nombre era "Guenguenwr"
(en
egipcio Gngnwr)
(10) ;
voz que consideramos es onomatopeya del sonido que emiten los ánades,
ya que nos vuelve a recordar mucho al graznido del ánade (incluso a
la propia palabra graznar que en castellano tiene ese origen) . En lo
que se refiere a
este otro dios pato, creemos que representa al "hijo" y
como tal Guenguenwr, es el responsable del Huevo Cósmico; huevo del
cual nace el Sol.
Partiendo
de que el anterior (Geb) suponía la deificación de la luz, mientras
su mujer (Nut) lo era de la noche y el Universo; el huevo del que
nacía la luz del Sol, simbolizaría el origen del mismo Geb
y por lo tanto de ese "hijo" que en egipcio se decía “sa”
(y se escribía con el jeroglífico de "huevo"). Siendo
"hijo" y "Sol" posiblemente dos conceptos que se
unían en el Huevo Cósmico
(que albergaba al astro rey); algo que quizás se entendiera como el
embarazo de la madre -entre los mamíferos-. Puesto que si
el ave nace de un huevo, el hombre asimismo procede de un periodo de
gestación en el que su “nido” también va tomando forma
redondeada.
Una “semiesfera” que tras nueve meses rompe en algo similar al
cascarón;
lo que mejor sería comparar con la inundación del Nilo
(provocando aquella rotura de aguas, el origen a la vida y de las
cosechas).
.
En
nuestros estudios sobre el Omphalos;
más cocretamente sobre este y su relación con la Oca (11)
,
vimos
la unión entre el huevo cósmico griego y ese centro del Mundo,
que se situaba en el Templo de Apolo de Delfos. Un ombligo terráqueo
con
forma de medio cascarón pétreo y que se tenía por la piedra que
había tragado Cronos,
creyendo que era su hijo Zeus. De ello, el Ónfalos (Ómphallos) era
ese huevo primigenio que no solo había salvado la vida del gran dios
heleno, sino que asimismo simbolizaba
el Universo y el globo terráqueo -pues la esfericidad de la Tierra
era conocida desde la más remota antigüedad-.
Dividido en dos partes iguales con forma redonda, se
guardaban en aquel templo de Delfos ambos “ombligos”,
donde solo la Pitonisa podía verlos. La piedra principal se
cubría con un ovillo de lanas y un extremo de esa maraña salía
desde la habitación
donde secretamente se guardaba el Omphalos, para
dárselo a la Pitia. Sacerdotisa que así unida al “huevo pétreo”
profetizaba,
como si tratase de aferrarse a un cordón umbilical que le comunicara
con el inframundo.
.
En
lo que se refiere al significado de ese
ombligo terrestre, a mi juicio estaba ligado plenamente al de la
iniciación y al conocimiento de la esfericidad de la Tierra
(esencial para pueblos viajeros y marineros). Del tal modo, los
cordones que se trazaban sobre él, consideramos que significaban
igualmente lineas similares a los meridianos, para orientarse. Pero
su origen pensamos que procede, del culto al Sol
y a sus sombras; tal y como en nuestro estudio sobre el Ómphallos
decimos. De ello, consideramos
que este ombligo no es más que la sublimación del gnomon,
el menhir o el obelisco; necesario
para medir las sombras y conocer la fecha y la latitud.
Con el fin de que entendamos este significado del "ombligo
terrestre" unido a la luz solar, diremos que para
los griegos
-viajareros por todo el Mediterraneo- sería
fácil comprobar que un mismo día del año, la luz en Alejandría y
en Atenas era muy distinta. Algo que demostraba cómo el Mundo era al
menos semiesférico (nunca plano).
Así lo escribió Heratóstenes de Cirene, quien dirigía la
Biblioteca de Alejandría y quien parece que leyó en algunos papiros
muy antiguos, el modo de calcular el tamaño el globo terráqueo.
Ciertamente aquel director de la biblioteca y preceptor de los
Ptolomeos logró dar con una medida bastante exacta del meridiano;
aunque todos los métodos que usó para determinar ese perímetro de
la Tierra, fueron erróneos. Tanto como para llegar a aumentar al
final de sus cálculos la medida en miles Estadios más (sin
justificar por qué lo hacía), aunque el tamaño que se lograba con
esa añadidura era casi exacto; acercándose mucho a los 40.000
kilómetros (lo que prácticamente mide el “arco terrestre”) (12)
.
.
Todo
ello solo puede demostrar que aquel director nacido en Cirene había
leído sobre los papiros de la biblioteca el cálculo del grado, con
un método llevado a cabo por sacerdotes egipcios (pese a que no
había entendido realmente el modo de hallarlo). Cuanto narramos
demostraría una vez más la necesidad de conocer el Arco terrestre
para los que navegaban por el desierto y los que estudiaban los
astros; pero a la vez el hecho de mantener ese secreto solo entre los
iniciados o los sacerdotes (seguramente con el fin de que ajenos al
clero o al poder, no pudieran navegar por las arenas y llegar hasta
puntos de defensa). Pese a ello, existiría un culto a esa Tierra
esférica que relacionarían con el “huevo primigenio”. Algo que
puede explicarnos por qué el primer "Onfalos" estuvo en la
urbe egipcia de Tebas (Luxor). Ya que esta ciudad se eleva en
las proximidades de Asuán; siendo esa última donde situaban la
frontera final de Egipto. Ciudad de Asuán que precisamente se
localiza casi en el Grado 24 y prácticamente en la línea de
Trópico. Siendo allí donde se hallaba el Templo de Philae,
junto a Elefantina. Lugar sacrosanto que marcaba el final del reino
faraónico, que distaba unos 108,5 kilómetros del templo de Horus,
en Edfú; la siguiente capital del Nilo, a la que se llega casi en
linea recta navegando por el Nilo (desde Asuán). Por lo que sería
realmente fácil medir la longitud entre ambos puntos, tras haber
observado que a las mismas horas las sombras en Edfú y en
Elefantina, varían un grado. Procedimiento muy sencillo con el que
sabremos el tamaño de la Tierra. Es decir, que comprobando con
una regla de grados que entre la luz solar de Edfú y la de
Elefantina hay un grado de diferencia; bastará multiplicar la
distancia entre ambos puntos por los 360 grados y sabremos cuanto
mide el total de la circunferencia planetaria (360º · 108,5 kmts =
39.060 kilómetros para el Arco, que es lo que indicó Eratóstenes
en sus cálculos -pese a no poder justificarlo con el sistema que usó
para medir-).
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
Eratóstenes
de Cirene; bibliotecario y sabio que en el siglo III a.C. dirigió la
Biblioteca de Alejandría, y que se considera el primero que midió
el Arco Terrestre. Pese
a ello, sabemos que sus conocimientos los toma desde un papiro y de
escritos antiguos faraónicos, llegando
a calcular el Meridiano con bastante precisión, aunque todo su
sistema esté pleno de errores y no pueda justificarse. Tanto, que
tras llegar al resultado final y expresar que la Tierra debía medir
250.000 Estadios (egipcios); si saber por qué, corrige esta cantidad
hasta los 252000, logrado así una precisión absoluta en su
estimación. Todo
lo que unido a los fallos de planteamiento en las fórmulas y
distancias, hace obvio que tomó los datos y la solución desde
escritos antiquísimos egipcios, que describían el tamaño del
Meridiano y las formas usadas para medirlo.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Mapa
de Egipto, con las capitales del Bajo y el Alto Nilo. En este hemos
marcado dos franjas en las que pudo ser muy fácil medir el Grado.
En primer lugar y al Sur, el tramo del río comprendido entre Edfú y
Asuán; dado que esta parte del Nilo tiene un trazado perfecto de
Norte a Sur y es totalmente recto. Existiendo unos 108.642 metros
entre la antigua isla de Philae, donde estaba el templo de Isis
(actualmente trasladado a una zona bajo la presa) y el templo de
Horus en Edfu -practicamente en el Grado 25º-. Ello concordaría con
un valor de unos 52 centímetros para el Codo Real, como medida
nacida de ese Grado (que correspondería a 700 Estadios de 300 Codos
= 210.000 Codos Reales por Grado). De igual manera, pudo estudiarse
aquella distancia en que la sombra varía un Grado, tomando como
referencia Giza y avanzando hasta un punto perfectamente al Sur. Todo
tras haber trazado canales rectos de agua, con el fin de llevar las
piedras o las mercancías hacia las pirámides. Siendo así, si
buscamos un lugar al Sur de Giza, a la distancia exacta de un Grado;
llegaremos hasta Beni Suef, que se sitúa en igual línea de
meridiano, pero justo en el 29ºN (y 31º05´50´´E). Habiendo entre
ambos puntos geodésicos (Giza y Beni Suef) unos 109.940 metros. Si
dividimos esa distancia por 210.000, nos daria un valor para el Codo
Real en época de las Pirámides de 52,36 centímetros -que es el que
se sabe tenía, por cuantos edificios se han medido comparativamente
(o por los Codos de esa etapa, hallados en excavaciones)-.
Sabiendo
que aquellos "Ómphalos" marcaban ombligos geodésicos,
comprenderemos por qué el de Tebas estaba encomendado a las palomas
(aves que se utilizaban para conocer las distancias entre varios
puntos terrestres, debido a que en condiciones climatológicas
similares, vuelan con una misma velocidad). Ante lo anteriormente
expresado, entenderemos la unión entre el "Huevo Cósmico"
y el Ónfalos y de este con la semiesfera de la Tierra. Porque como
dijimos, el "ombligo" de Grecia tenía dos partes, al
igual que un cascarón partido por su mitad. Aquella segunda “bola
rota” (que también se guardaba en Delfos), sería el símbolo del
otro lado del Mundo o del conocimiento de la plena esfericidad.
Algo fácil de descubrir para cuantos se hubieran aventurado a viajar
al Sur; pero sobre todo para los que habían cruzado el Ecuador.
Rutas que se hacían desde Egipto por el Mar Rojo y dirigiéndose
hacia Sudán; o remontando el Nilo (tras la actual Aswan); llegando
incluso a circundar África en barco.
.
De
aquellos periplos hay testimonios en
Egipto, principalmente de alguno llevado a cabo en tiempos del faraón
Nekao, quien envió a fenicios a circundar el mar; aunque
la Historia decidió ignorar a estos expedicionarios por haber
afirmado que al pasar el Ecuador, el Sol quedaba detrás del barco y
caminaba en sentido contrario
(13)
.
Del mismo modo existen otras narraciones como las de griegos y las de
Hannon y Himilkón, en el siglo V a.C.; que recogen estas
expediciones hacia el Sur siguiendo el litoral del actual Marruecos.
Evidentemente, si
los griegos y fenicios tenían pleno conocimiento de islas como las
Canarias y de las costas desde Mauritania
en adelante, hemos de suponer que en
el Ecuador habrían visto como todo el firmamento celeste cambiaba,
hasta el punto de que el Sol salía por el lado contrario y las
estrellas eran otras.
Es decir, que el Sol al medio día marcaba el Norte y nacía por la
derecha (tal como afirmaban los expedicionarios de Nekao). De igual
modo, desde ese punto los astros del firmamento son diferentes; tanto
que la guía es la Cruz del Sur.
Algo que hubieron de ver todos los buscadores de metales egipcios,
quienes durante miles de años se dirigieron en barcos hacia el Sudán
y el Sur de África con el fin de hallar oro, plata y estaño
(además de marfil y gemas). Pese a ello, nadie lo escribiría por
motivos evidentes: Primero por ser anatema religioso y principalmente
por constituir secretos de Estado que no podrían divulgarse -pues
enseñarían el modo de viajar y hasta el de llegar al paradero de
las minas y de los yacimientos metalúrgicos del faraón-.
.
De
las expediciones que narramos hay varias citas históricas entre las
que se destacan las referidas al faraón Nekao, que mandó a los
fenicios que pertieran desde el Mar Rojo, para circundar África y
que regresaran a Egipto por el Estrecho de Gibraltar. Pese a ello,
quienes lo recogieron no creían las palabras narradas por aquellos
que viajaron y así lo manifiesta Heródoto, que da por
falso que el Sol pueda caminar en sentido opuesto. El hecho
demostraba la esfericidad de la Tierra y posiblemente por ello fue
más que ocultado, pues este debió ser uno de los grandes secretos,
tan solo en manos de los grandes sabios. Algo que permitía a los
pilotos de las naves y a los guías en el desierto, orientarse
perfectamente; pues aquellos que desconocían esa forma de globo
y creían la Tierra plana, estaban condenados a perderse entre las
arenas o entre las olas. Por ello, consideramos que este segundo
Omphallos oculto también en Delfos, era el símbolo del conocimiento
sobre la existencia del Hemisferio Sur, ya que muchos de los que
guiaban naves pensaban que el Mundo era semiesférico y que se
situaba sobre el mar (flotando en este como un corcho redondo). De
tal manera a mi juicio, el Huevo Cósmico griego, fue heredado de
este culto egipcio de Guenguewr y en nuestra opinión no era otro
más que el signo del conocimiento de la redondez de la Tierra
-crucial para poder navegar y guiarse con rumbo correcto-. De
todo ello, que Guenguenwr y su antecesor Gueb, fueran formas arcaicas
del Cronos griego; dios heleno que presidía todo el culto de Delfos.
Pues recordemos que el Ómphallos fué lo que sustituyó a Zeus en
los pañales y que su madre entregó allí envuelto para que el
romano Saturno lo devorase (pensando que tragaba a su hijo).
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
Foto
compuesta con dos
monedas que contienen la imagen del Ompalos. A la izquierda
Tetradracma en plata de Antiochos I (hacia el 270 a.C.), con la
imagen de Apolo sentado sobre el omphalos de su templo en Delfos. A
la derecha, un quinario de la Republica Romana, hacia el 87 a.C. con
una Victoria que camina junto al omphalos del que sale una sierpe
(indicando seguramente que se trata del omphalos de Delos, que
tenía esta carácteristica, en recuerdo de que bajo aquel estaba
enterrado la Pitón). Más abajo damos una interpretación a este
ombligo del Mundo en Delos, con una pitón enroscada quizás como
símbolo de inestablidad y de que en aquella isla había de
calcularse el centro del globo (tal como se hacía en los barcos).
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Dibujo
mío del Ómphalos de Tebas en Egipto
(el Templo de Karnak en la actual Luxor); lugar del que se supone
procedían los cultos de Dodona. Nada extraño tendría aquello,
porque las veneraciones ctónicas griegas son en gran parte de origen
egipciante, importadas hasta el Egeo seguramente por los fenicios (o
por bibliotas). Tanto que los misterios de Eleuisis podemos
contemplarlos como el desarrollo de religiones unidas a la Isis
faraónica, que quizás dió hasta nombre a esa diosa helena unida a
Demeter y que presidía en Atenas la iniciación bajo la tierra
("Eley-Isis" quizás como una forma de Isis Helenizada).
Por lo demás, los cultos a Dodona se basaban en la
adoración a la paloma, un ave que se usaba como mensajera pero
también como guía en los barcos y también para medir las
distancias entre puntos terráqueos
(algo que podían realizar con bastante precisión pues estas aves
vuelan con bastante regularidad si las condiciones de clima y viento
son similares).
La
cosmogonía que narra cómo Cronos tragó esa roca, creyendo que era
su hijo, se explica mitológica y lógicamente de modo perfecto.
Pues simboliza que hubo un momento en el cual el Tiempo fue engañado
por este huevo o gnomon, que permitía el estudio de las sombras
solares. Ya que tal y como dijimos en nuestro estudio, Cronos
significaba el tiempo medido por el calendario lunar (el mas antiguo)
y por ello su signo era la hoz -el creciente- con la que castraba
a su padre (el Universo, Urano). Mito que idealizaba el modo en que
la medición del tiempo por ciclos lunisolares, cortaba por primera
vez el Cosmos (Urano-Varuna). Es decir, que El Tiempo (Cronos)
nacía al controlarse la sucesión de movimientos del Espacio
(Uranos) a través de la Luna. Mas este dios del calendario lunar
(Cronos) fue engañado por su mujer (Rea) quien le entregó una
piedra en vez de su hijo, para que la devorase. Leyenda de un
Saturno comiendo a su prole que hemos de analizarlo desde el punto de
vista del Tiempo imparable, que va matando o envejeciendo al hombre y
conduciéndole a la muerte. Pese a ello la roca (Ónfalo) era
-como hemos dicho- el símbolo del Gnomon para lectura de luz; y como
tal, el del calendario Solar. Por lo que el tiempo lunar (Cronos)
quedó derrotado con el advenimiento de un calendario regido por el
Sol y nacido del día. De tal manera su dios se llamaba el
diurno, “Diauys” en indoeuropeo y que en griego es Zeus; nombre
que entre nosotros hubiera sido “Díario” o “Luz de Sol”.
.
Más
esta medición del tiempo solar por medio de un gnomon, obelisco u
omphallos, conllevaba a la comprensión de la esfericidad de la
Tierra, por cuanto era sinó inexplicable. Pues cuanto más al
Norte lo situábamos, las sombras de los gnomons eran mas largas, los
días mas cortos; tanto como el clima mas frío. De todo ello,
nacería la idea del ombligo del Mundo como aquella piedra que salvó
al Dia (a Zeus) y a la luz de la Tierra, siendo este el símbolo de
la esfericidad y de sus dos hemisferios. Todo lo que también
explica un segundo gran Ómphallos, situado en la isla de Delos (casi
igual de nombre a Delfos). Aunque aquel ombligo de la pequeña Delos
parece que era el de un santuario reservado sobre todo a navegantes y
por ello su roca no estaba enredada en madejas de hilo
(semejantes a meridianos), sino que la envolvía la Pitón. Siendo
representado normalmente el Ómphalos de Delos como ese "medio
huevo" que una gran serpiente abrazaba; algo que nos
determina cómo los secretos de la navegación se entendían unidos a
los de "Tifón" o "Pitón". Las enormes sierpes
que representaban el tifón o la tormenta, a las que había dado
muerte Apolo y luego enterró bajo la roca sagrada, tras haberla
vomitado Cronos. Mitos y ritos que describen claramente los
secretos de los marinos sobre el conocimiento de latitudes y
longitudes, acerca de los astros para guiarse y del tiempo o las
horas (un parámetro que es absolutamente necesario dominar para
poder navegar y orientarse).
.
Pero
volvamos a Egipto y al dios pato Guenguenwr (el segundo tipo
de deidades oca), ya que nos habíamos apartado un tanto de él, para
explicar cómo y por qué los dioses ánades del Nilo eran
equiparables al Cronos griego. De tal modo y de cuanto hemos
narrado anteriormente, también se comprendería por qué
observando la similitud con el huevo de todos los astros, pudo
llegarse a pensar que en sí mismo el Universo fue en principio un
solo planeta o cuerpo sideral. Un Huevo Cósmico, que reventase o se
disgregase, tal como hace el huevo fecundado y el vientre
materno. Idea del Huevo Cósmico, unida al concepto de la creación
y del Caos que en otras épocas hubiera podido ser tenida por
absurda, más no en la nuestra cuando la teoría que se acepta como
hipótesis mas cierta de la Creación, es la del Big-Bang de Hawkins.
Por ello tendremos entonces que replantearnos si la intuición de los
egipcios recreando ese “momento inicial” del Universo como un
gran huevo que se quiebra y de donde surge todo, demostraría que no
estaban tan lejanos en visión de lo que actualmente se piensa. Pues
igualmente hoy se considera que el Universo antes de expanderse
por “esa rotura de cascarón” (o Big-Bang) estaba comprimido en
lo que podemos llamar perfectamente un Huevo Cósmico -que se
disgregó y continúa avanzando en este viaje evolutivo hacia lo
indeterminado (como el ave que abre su cascarón y comienza a
vivir)-.
SOBRE
ESTAS LÍNEAS: Cerámica negra, representando
a Cronos antes de devorar el Ómphallos creyendo que era Zeus
(propiedad del Metropolitan Museum de NY al que agradecemos nos
permita divulgar la imagen). Esta cerámica decorada por el pintor de
Nausicaa, entre el 475 y el 425 a.C.; muestra el mito en el momento
que Rea entrega al padre la roca envuelta en los pañales.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Ómphallos
que exhibe el Museo de Delfos
-al que agradecemos nos permita divulgar la imagen- y que fue hallado
en las inmediaciones del recinto sagrado
(catálogo 8194); pieza en mármol del templo de Apolo, fechado
en el siglo II a.C.. Observemos
que la semiesfera va cubierta
de cuentas de collares; pues las hileras en bajorrelieve que le
rodean muestran joyas de oro,
muy semejantes a las que colgaban de los cuellos y ropas las mujeres
griegas (parecidas a las que veremos en la orfebrería ibérica de
época cercana). Estas
lineas hechas con dijes, sin lugar a dudas simbolizarían meridianos
sobre la esfera terrestre. Coordenadas imprescindibles de trazar y
conocer para guiarse en el mar
(un aprendizaje que sería absolutamente necesario para los marinos
helenos, que viajaban de altura con el fin de que no les robasen las
valiosas cargas -pues en la Antigüedad en singladuras de cabotaje,
en cada cabo podrían acecharles piratas-).
Pero
regresando a las ocas y al totemismo (que es lo que nos atañe, en
referencia al origen del Flamenco); recordaremos cómo habíamos
mencionado el comportamiento llamado de impregnación, común
entre los patos. En especial de las ocas, quienes tras nacer
consideran su progenitor lo primero que ven (pudiendo llegar a
serlo hasta una máquina que se mueva). En nuestra opinión,
Guenguenwr simbolizaba esa extraña dependencia de lo que
primeramente hallan los patos. Mi idea de que ese comportamiento
de impregnación es representado en Guenguenwr, procede de la
iconografía; pues su cabeza de oca creemos que significa este
raro sentimiento de los ánades domésticos. La unión del pato
con aquello que toma como sus padres, que en realidad es lo que ven
al nacer; se une a aquellos hombres que vistieran como ocas y
figuraría esta circunstancia. Un disfraz que realmente serviría
para criar aves silvestres o para confundirse con ellas. Pues
como ya hemos dicho, quienes recogen polluelos de grandes aves (de
nidos abandonados); para que las crías acepten el alimento, se ven
en la necesidad de tapar su cara y su cabeza con una gran máscara
que aparente el aspecto de los verdaderos progenitores. De tal modo,
miles de años de engaños del hombre, logrando confundir a
los ánades, haciéndose pasar por sus padres (por medio de disfraces
y otras argucias); pudieron generar ese sentimiento de
impregnación (después de cientos de generaciones viviendo entre
humanos que las convirtieron en domésticas).
.
Por
otro lado ese dios Guenguenwr significaba también la idea de que
antes de la Creación, el Universo -el todo- era un gran huevo que
se abría; igual que el Sol nace de aquel “ovo” cada mañana.
Hechos y pensamientos religiosos con los que observamos como el
principio filial de los ánades es bastante paralelo al que los
hombres utilizan para analizar su mundo espiritual y sus dioses. Pues
al igual que los patos, la Humanidad toma como divino aquello que más
necesita (en el origen de cada grupo o civilización) o lo que
primero ve. La frase anterior puede parecer extraña pero es un
hecho históricamente comprobable; pues tal como para los
cazadores de bisontes el dios fue un bisonte, para los ganaderos lo
era el toro o entre los pastores, el carnero. Idénticamente, con
la llegada de la agricultura las deidades se convirtieron en
abstracciones de la climatología, los ciclos siderales y las
tierras (personificaciones de calendario, las tormentas o “genios”
de la Naturaleza que ayudaban a las labores del campo).
Finalmente, con la creación Sociedades de tipo estatal, nace un
nuevo concepto de dioses; aquellos que proceden de la necesidad de
unión y cohesión de la Humanidad, llegándose a deificar conceptos
como el amor y la comprensión (por ser lo más necesario para la
convivencia firme del grupo).
.
Pero
volviendo al divo egipcio Guenguenwr, observaremos como no era una
deidad cazadora, pues no luce una oca en su cabeza; sino era
directamente el dios-pato, que ya tenía la cabeza de oca. En
este punto habríamos de reflexionar sobre el carácter de muchas
de las máscaras de tipo totémico y las cabezas de animales que
lucían los sacerdotes y dioses en Egipto. Pues el origen de estos
ritos seguramente tendrá un carácter mas cinegético que
propiamente totémico. De ello, nuevamente hemos de regresar a la
idea del disfraz para confundirse con los animales, o para hacerse
pasar por especies gregarias. Sobre cuanto explico y con el fin de
evitar dudas acerca del poder que el hombre ejerce sobre los
animales al camuflarse como ellos. Vamos a comentar de nuevo qué es
“el poder”; algo que la tauromaquia entiende como la
capacidad que del torero para que la fiera haga lo que él desea.
Una técnica que puede desarrollarse a través del “engaño”
en el arte de “Cúchares”, pero también con un simple disfraz
-tal como unas lineas arriba hemos descrito-. Donde ya expliqué como
he visto a chicos que amansaban ganado bravo, en una plaza llena de
público (con la res muy nerviosa), simplemente simulando ser una
vaca .
.
De
tal modo, el disfraz “totémico” en ocasiones es tan simple como
cómico;
pues algunos consisten en un traje de lunares, con grandes ubres y
una cabeza de vaca con pestañas y lengua fuera -produciendo la risa
de los asistentes-. Así, vistiéndose uno con la parte de la cabeza
y medio bóvido (siendo sus piernas las patas delanteras) y el
segundo, con lo que parecerá el resto de lomo, ubres y las patas
traseras. Abrazados, uno tras otro con
ese traje
de vaca, consiguen confundir a un toro bravo. Logrando que les
permita tocarle e incluso acariciarle la cabeza, sacando sus manos
bajo el disfraz.
El gran morlaco, en mitad de la plaza, les seguirá como hacen las
reses con los cabestros, confundido y seguro de que se trata de uno
de su especie, mientras
el público ríe a carcajadas. Tras haber visto aquello, hemos
entendido multiplicidad de leyendas, mitos y danzas, que hacen
referencia al totemismo y al dominio de animales. Para
los interesados en comprender qué es el totemismo y la fuerza que
ejerce el hombre sobre los animales cuando se disfraza y confunde
con ellos, le recomendamos ver el siguiente video del grupo Bravura
Maña -que es además verdaderamente divertido
https://www.youtube.com/watch?v=VqWbxSmrbhw
.-:
Por
todo lo narrado, quizás
la leyenda del Minotauro es más un relato que habla del modo de
vencer al toro vistiéndose de este, que luchando contra él. Muy
posiblemente el hilo de Ariadna
con el que se consigue que Teseo mate al Toro de Minos; pudo
ser este hecho de enseñar a disfrazarse “de bovino” a los
tesalios, para poder robar a los cretenses sus rebaños de bueyes.
Pues podemos asegurar que de "esta guisa", el bos -por muy
bravo que sea- deja de embestir, permitiendo acercarnos hasta tocarle
con nuestras manos (14)
.
.
IMAGEN,
ARRIBA:
Pareja
de palillos (castañuelas)
de
marfil fechadas entre el 1353 y el 1136 a.C.
(XVIII Dinastía) y pertenecientes al Metropolitan de Nueva York -al
que agradecemos nos permita divulgar la imagen. De nuevo vemos unas
chacletas semipreciosas (en marfil) que tienen hasta orificio para
pasar una cuerda (como se hace con los palillos comunes del
Flamenco). Su
diseño en forma de mano vuelve a recordarnos a la diosa Athor y el
carácter apotropiaco de estos instrumentos musicales.
.
IMAGEN,
ABAJO: Uno
de los palillos hallados en Abidos, del Nuevo Reino
y perteneciente al Museo de El Cairo (al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen). Observemos
como representa una cabeza de dios que posiblemente sea Geb, aunque
en vez de tener un pato sobre ella, lleva una mano
(quizás como símbolo del palmípedo, que se identifica con la
palma, el remo o la mano).
C)
Totemismo en Egipto, los ánades las garzas y su significado como
Cronos calendárico:
.
Por
todo lo expuesto, consideramos que el totemismo egipcio -que nos
resulta a veces tan “extravagante”-, quizás contiene una gran
lógica social basada en principios de utilidad cinegética, de
domesticación y del uso de los animales. Recogiendo modos neolíticos
para poder amaestrar, atraparlos y dominarlos;
ya que hace miles de años, era imprescindible vivir de la caza y de
las bestias. Unos
hechos que consideramos como los orígenes indiscutibles del
totemismo, y la verdadera esencia de la religión egipcia, que hunde
sus raíces en el Neolítico. De
tal forma, aquella civilización que guardó su Historia y sus
monumentos desde antes de la difusión generalizada de los metales,
igualmente creemos que conservó los usos y costumbres de los
cazadores de los tiempos más remotos. Por
cuanto los hombres con cabeza de cánido (o chacal, como Anubis),
probablemente fueron los que domesticaron al perro
y crearon el galgo -raza que se sabe artificialmente construida en
Egipto-. De
igual modo, quienes se vestían de gato o lo adoraban
en tierras del faraón, probablemente
rememoraban a los que originariamente lo domesticaron
(en el segundo milenio a.C.) para sustituirlo como guardianes de los
graneros por las peligrosas serpientes. De
todo ello, los dioses con rostro de oca (como Guenguenwr) o de ibis
(como Toth), quizás son el recuerdo de los sabios cazadores de las
riberas,
que así disfrazados conseguían evitar los daños causados por esas
aves en las cosechas y en los cultivos inundados.
.
De
tal modo, sobre el totemismo faraónico
consideramos que su organización religiosa nacida del culto a los
animales,
pudo originarse en una sociedad neolítica cazadora-agricultora.
Donde los estratos sociales se distinguieran
no solo por los trabajos que realizaban, sino principalmente
por las presas o animales a los que cada grupo se dedicaba. Siendo
los más importantes aquellos que dominaran especies peligrosas
(como el cocodrilo, la cobra o el hipopótamo). Unas élites
guerreras que ya entonces (antes de la Edad de los Metales) pudieron
confirmarse como aquellos que luchasen contra estas alimañas,
consiguiendo controlarlos o apartarlos del suelo egipcio (sin ánimo
propiamente de captura, sino de servicio al pueblo). Otros
estratos mas bajos sociales, se dedicarían a cazar o domesticar
(cuadrúpedos y sobre todo aves -tales como la oca-).
Finalmente a todos ellos se sumaría un pueblo emigrado en su mayor
parte del Alto Nilo (nubios). Lo que al término del IV milenio a.C.
generaría una “clase” compuesta por agricultores de tez oscura,
concentrados fundamentalmente en los cultivos; junto a otros
ciudadanos de aspecto más mediterráneo, dedicados al funcionariado
y al ejército. Creándose desde entonces (IV milenio a.C.) una
Sociedad de castas que generaría un tipo de religión
totémico-agrario. De difícil explicación para quienes carecemos de
orígenes directamente ligados al Neolítico y que no hemos sufrido
en nuestra Historia esta transformación gradual, sino las diversas
invasiones de pueblos que solían aniquilar una civilización
anterior. De
todo ello, lo que deseamos destacar es la idea de que las máscaras y
los animales que fueron adorados en tierras faraónicas; tuvieron un
sentido histórico, social y económico. Tan importante como el lugar
que pudo tener el oro, la plata, el bronce, o el hierro; que también
se adoraron en la Edad de los Metales (idealizados en dioses,
minerales o planetas).
.
En
razón a esta Historia
y a cuanto vamos exponiendo, creemos
-como dijimos- que
para los egipcios la música y la danza tenían también un sentido
muy unido a la domesticación de animales y a su caza.
Un hecho que también se muestra en un curioso dato recogido por
Horapolo,
que nos dice:
Los egipcios para expresar viejo que cultiva la música “pintan un
cisne,
pues este entona su canto mas dulce cuanto mas envejece” (15)
.
Todo lo que
se une a la leyenda de la muerte del cisne y su canto, que es tan
antigua como bella y ya la recoge Platón en Fedón
(16)
. Sobre ello, González de Zárate -citando a Eliano ( His. Ant.
32)-, narra sobre ese ánade que estaban consagrados a Apolo;
recogiendo esta historia con las siguientes palabras: Está “El
cisne al servicio de Apolo, más no sé decir en qué otra relación
con la música y el canto está. Nuestros antepasados creían que
después de cantar la canción llamada del cisne este moría” (17)
. Muy
de destacar es que este ave en Grecia fuera la dedicada al dios
Apolo, inventor de la lira (la música) y que presidía el gran
templo de las musas:
El templo de Apolo en Delfos. Más
es un hecho común a muchísimas culturas que este palmípedo se
identifique con la canción, por los conocidos sonidos que al parecer
emite cuando está muy enfermo
o sufriendo terribles fríos entre los hielos de lagos; que
estoicamente soportan, aunque les puede llevar a la muerte. Acerca de
ello, Huerta (en Historia Natural X, XXIII An.) habla así de esos
hechos -cita que recoge igualmente González de Zárate- : Narran que
tiene el cisne un bello canto a su muerte en soledad “como dijo
Sócrates en El Fedón de Platón, y por esta causa los indios y los
egipcios tenían a estas aves como la del fénix, por sabias” .
Dicen que cantan por cualquier tristeza y también otros que es a la
luz del alba cuando entonan su canción “De aquí el proverbio
Cynea Cantio, y queriendo los egipcios significar un viejo músico,
pintan un cisne; el cual como cantor fué dedicado a Mercurio aunque
otros lo dedican a Apolo. No solamente por ser ave cantora, sinó
también por su blancura de cuerpo que significa la luz del día,
como la negrura del cuervo la oscuridad de la noche”
(18)
.
.
Como
comentario para finalizar estos párrafos solo añadir que nuevamente
vemos aquí una unión plena entre las aves acuáticas y la música,
desde Egipto. Una identificación que es innegable y que hace
entender por qué muchos ánades son aún en nuestros días, el totem
del canto y del baile.
Por su parte, el final de la anterior cita de Historia Natural (de
Huerta), menciona que el blanco del cisne se identifica con la luz
del día, mientras la negrura del cuervo es símbolo de la noche.
Ello nos lleva de nuevo a la imagen de el dios Gueb, que representaba
el cielo durante el día y por ende el nacimiento del Sol. Mientras
su mujer (Nut) era el firmamento de la noche. Ambos ( marido y mujer)
son el símbolo del calendario; aunque el primero, los es del solar
que se mide por cada día; mientras la Nut significa el calendario
lunar, sideral o de las estrellas.
ARRIBA:
Representación de una Oca en el templo de Karnak (Luxor.
XVIII dinastía). A mi juicio se trata de una figura del dios
Guenguenwr.
.
ABAJO:
El
autor de estas líneas hace algunos años “atacado” por un cisne
en Sintra.
Como pude comprobar, estas aves son muy celosas y no permiten que
nadie se acerque a su hembra. Pese a ello, y deseando ver si era
verdad, me aproximé intentando tocar a la pareja del macho, que se
abalanzó sobre mí en el modo que podemos ver. Ello daría un
carácter
aún más romántico a esos ánades que se suponen “monógamos”;
capaces de cruzar miles de kilómetros en grupo y de soportar las
temperaturas más bajas imaginadas.
Durmiendo sobre los lagos de Rusia o Centro Europa; donde a
veces, al quedar atrapados por los hielos, comienzan a llorar el
famoso “canto” del cisne, que también emiten al morir su pareja.
Regresando
al totemismo egipcio, volvemos
a citar al dios egipcio Toth
(19)
,
que ya hemos mencionado, como
equivalente a Apolo y a Mercurio
(Hermes) unidos; por ser la deidad
de la cultura, las letras y las artes.
De Toth ya dijimos que
lucía cabeza de ibis, un ave sumamente sagrada entre los egipcios,
similar a pequeñas garzas, de extraordinario pico y que con
continuos toques o pinchazos, va haciendo orificios en las arenas de
las riberas, oxigenando el terreno (descubriendo moluscos, conchas,
caracoles y sobre todo, comiendo culebras). Hoy en día, quizás el
ibis poco ayude al agricultor, pues no hay enormes extensiones de
charcas sino más bien regadíos controlados y sin grandes plagas de
insectos. Pero en
el Egipto de las inundaciones debió de ser muy útil, siendo incluso
posible que con su pico ayudase
a
descubrir culebras, moluscos y peces ocultos en el barro -a
quien así lo amaestrara-.
Por lo demás, conocemos que aquella pequeña garza hacía
acto de presencia en los momentos en que iba a producirse la crecida
y además se alimentaba de huevos de cocodrilo. Ello, unido a la
enorme limpieza del ibis, lo haría tan sagrado como útil y venerado
en en Nilo.
.
Según
narra Elisa Castel
(19)
,
los
egipcios conocieron tres tipos de
ibis
y adoraron dos “sub-razas”;
denominadas comúnmente: Ibis eremite e ibis religioso. Se
consideraban símbolo de la resurección y de lo mas benéfico,
puesto que come continuamente insectos y liendres del barro, además
de reptiles.
Su pico (dice esta autora) se imaginaba relacionado con el cuarto de
luna y su color blanco le otorgaba aún mayor significado sagrado. Su
costumbre, de picotear bajo el lodazal se relacionaba con la búsqueda
de la ciencia y la sabiduría, por lo que se tuvo como el símbolo de
las artes y las letras. Sobre este mismo ave y el dios Toth, señala
la obra de Plutarco -Isis y Osiris-,
que
Diodoro de Sicilia la menciona como sagrada, pues se comía las
serpientes, saltamontes, langostas y orugas (“Isis y Osiris” en
versión de Vázquez-Prego -en sus notas aclaratorias y glosario del
traductor-) (20)
. Del mismo modo Heródoto cita que es deificada por alimentarse de
culebras. Según este último había dos tipos de ibis, una negra y
otra blanca. Aunque
realmente hubo tres clases: El negro que comía serpientes llamado
“gemet”;
otro que denominaban “ach”, de pluma oscura y con copete (hoy
desaparecido); por último el ibis blanco que ya tan solo habita en
el Sudán. Por
estos tres colores de pluma (gris, negro y blenco) se consagraba a la
Luna y significaba sus fases (tanto como por su pico en forma de
creciente)
(21).
.
Cuanto
exponen sobre el ibis la profesora Elisa Castel y la edición
mencionada de Plutarco, quizás pueda resumirse diciendo que esa
pequeña garza fue adorada por su limpieza y utilidad, aunque también
era símbolo de las letras por su sabiduría y capacidad de cazar
serpientes, langosta y orugas. De tal manera era venerada, que cuando
comenzaron a escribir en jeroglífico alfabético, la primera letra
de estos “alfa-ideogramas” faraónicos fue el dibujo de un ibis.
Ave que a mi juicio pudo en algunos aspectos usarse domesticamente
o bien “semi amaestrarse” para algunos fines (como
sucede con las cigüeñas o las palomas, que son medio caseras). Un
sistema con el cual posiblemente se ayudaron los egipcios para
erradicar plagas de langosta y orugas; criando y protegiéndolas para
que buscaran comida en el lodo de ciertas zonas. Tanto como
sirviéndose de ellas para prevenirse de serpientes, bajo el barro
(manteniendo ibis en las zonas que trabajaban). Con esta
hipótesis quizás comprendemos los motivos que llevaban a ser tan
importantes las zancudas y los ánades en Egipto. Ya que con aves
acuáticas que no temieran al hombre, viviendo entre las charcas del
Nilo; pudo pescarse o limpiarse los fangos de insectos y de
peligros. Usando muchos de ellos de igual manera como aún se
hace en algunas partes del Mundo; tal como sucede por ejemplo con
los córvidos marinos. Aves como el cormorán, que se
“domestica” -en cierta forma- para pescar con ellos. Lo que
realizan simplemente atándolos en largo y colocando una anilla en su
cuello; para que no traguen el pez que capturan con su pico, cada vez
que son soltados (una técnica semejante al modo en que se utilizaba
el cerdo trufero -que hoy en día se sustituyó por un perro-).
.
De
este modo, se pudo dar uso a infinidad de especies animales (para
pescar, cazar o hallar aquello que deseaban buscar). Unas labores
que se iniciarían en la Edad de Piedra y se perfeccionarían en el
Neolítico, habiéndose perdido en la noche de los tiempos muchas
de aquellas utilidades y trabajos en que los hombres se ayudaban de
aves, cuadrúpedos o bestias. De algunas nos han llegado
noticia tan solo por referencias; como sucede con la pesca griega
ayudada por delfines. Mamíferos del mar a quienes los helenos
amaestraban y premiaban con los restos de lo atrapado, pero sobre
todo regalando pan mojado en vino (algo que pudieron ver como
costumbre en los puertos griegos hasta no hace tanto y que de seguro
creó la amistad entre el hombre y el delfín). A su vez, de esos
usos y argucias, nacerían muchas de las leyendas y mitos. Como el de
Dionisos, del que se contaba que fue rescatado por delfines tras
haber sido abandonado en el mar. O los de Apolo, en cuyo
templo oracular se adoraba a este totem que daba nombre al lugar
sagrado mas famoso de le hélade: Delfos (22)
.
.
Un
culto que hemos de relacionar plenamente con la pesca y el
amaestramiento de mamíferos del mar, realizado por los marineros en
la Antigüedad (usos que se conservaron hasta no hace tanto).
Pero su carácter sagrado procedería no solo porque los delfines
descubrían a los pescadores bancos de atunes y sardinas (tal
como se sabe); sino también por salvar a quienes caían a las aguas.
Todo lo que indica que asimismo debieron ser amaestrados para
poder regresar a puerto -utilizándolos como guías del mar-. De
ello, que se les adorase con sentido oracular y de sabiduría,
relacionándose su veneración con el del vino; pues tal y como
narran los que visitaron las costas Grecia hace siglos, allí se les
premiaba con pan mojado en este caldo (que les arrojaban al mar, tras
encontrar los bancos de peces). Esta pesca y navegación con delfines
desapareció en un momento histórico, por lo que muchos dudaban si
fue realmente posible -o solo invención de algunos autores-. Aunque
la llegada de los nuevos zoológicos con delfinarios, ha demostrado
que el amaestramiento de esos mamíferos no conoce fronteras.
Acerca de las dudas que despierta la posible pesca o guía con
delfines en el pasado; tan solo hemos de decir que lo mismo ocurriría
si hubiera desaparecido de la Historia la caza valiéndose de
rapaces. Ya que nadie puede imaginar hasta qué punto el hombre
es capaz de domesticar un halcón o un buho y hasta las águilas.
Pero por fortuna la cetrería no se perdió, siendo un uso de claro
origen neolítico (cuando no hemos de pensar que pueda ser anterior).
Por su parte, de ella podemos comprender el sentido pleno del culto
al dios Horus, representación del príncipe de Egipto, e hijo de
los grandes Osiris e Isis (el Sol y la Luna).
SOBRE
ESTAS LÍNEAS:
Libro
de Muertos, papiro de ANI fechado en el 1250 a.C.
y propiedad del British Museum (al que agradecemos nos permita
divulgar la imagen). En ella
observamos una escena puramente totémica,
tan solo imaginable en el mundo de Walt Disney; quien creó un género
imaginario absolutamente totémico, siguiendo la tradición de la
civilización Norteamericana (arraigada en los amerindios del Norte).
En el papiro vemos al buey Apis observando escondido entre los juncos
(donde tiraban su cabeza una vez sacrificado). Al
lado está Tueris, diosa de las embarazadas
(con cuerpo de hipopótamo y boca de cocodrilo); realizando ofrendas,
portando dos amuletos (un Ankh y una mano de Athor).
.
.
BAJO
ESTE PÁRRAFO:
Mi
mujer junto al dios halcón Horus, en el templo de Edfú. Como
decimos, a
mi juicio el halcón fue idelizado como ave que ayudaba a la caza en
el desierto.
Una labor tan importante para los que habitan entre las dunas, que
aún la cetrería es uno de los deportes más valorados por los
descendientes de aquellos antiguos egipcios (en el mundo árabe).
Además, ayudarían
estos halcones a capturar palomas mensajeras no deseadas;
donde enemigos y personas infiltradas en la Sociedad, pudieran
enviarse órdenes peligrosas para el grupo. El
valor del halcón para cazar fue tanto, que la mitología egipcia
consideraba que Horus había acabado con Set
(el mal) convertido
en cerdo o facochero (animal
inmundo para las culturas del desierto, habida cuenta que daña los
humedales, infecta las aguas y destroza las zonas con poca lluvia
-buscando pozos y manantiales, que arruina chapoteando-).
De
estas costumbres y usos de los más remotos tiempos, nada nos debe
extrañar; debiendo estar abiertos a creer que pudieran domesticar
los ibis, las garzas o los flamencos (tanto como hicieron con
algunos patos; al menos para darles ciertos usos en las charcas).
Pues si es evidente que el hombre realizó con los animales
ingenios tan sobrenaturales como lograr que las palomas les guiaran
el camino, que el perro pastorease, que el caballo le obedeciera o
que las rapaces cazaran para él.... Hemos de suponer cuánto
habrá inventado en el pasado para encontrar comida, calor, evitar
los insectos, los peligros, o simplemente orientarse al estar perdido
(en el mar y en el desierto). Si tenemos alguna duda sobre ello baste
reflexionar en las palomas mensajeras, que pueden
amaestrarse hasta por un niño, llegando a alcanzar los siete
mil kilómetros de recorrido. Es decir, que son capaces de llevar
un mensaje desde España a Egipto en pocos días.... Del mismo
modo, el uso y la observación de ciertas zancudas migratorias de
seguro llevó a "domesticarlas" en cierto modo y que
algunas llegaran a ser "sagradas”. Este es el ejemplo de la
cigüeña, venerada aún por el labrador, en los pueblos (guardando
sus nidos en los campanarios). Pues comen ratones o culebras, además
de perforar el campo y tan solo con su llegada sabían que desde ese
momento no habría grandes heladas, por lo que comenzaban a preparar
la siembra. Promoviendo frases del refranero español como “por San
Blas, la cigüeña verás y si no la vieres año de nieves”. Donde
se muestra tales costumbres de absoluta vigencia (siendo evidente
que si a primeros de Febrero no llegan la cigüeñas al interior
peninsular, va a continuar el frío y la nieve). Igualmente se usaban
diversas especies para medir los ciclos del clima (que a veces no se
corresponden tanto con el calendario); por cuanto la avutarda
indicaba la llegada el otoño y las lluvias, o las golondrinas avisan
de la primavera y del tiempo soleado.
.
Partiendo
desde usos como los antes referidos, el
ibis, en Egipto debió ser un ave de gran utilidad;
más de lo que Elisa Castel y otras fuentes narran (justificando su
veneración en que comía insectos y culebras, limpiando los
lodazales). De ello que este dios
Toth con rostro de ibis,
fuera el equivalente a Hermes griego, protector de las ciencias, las
artes y las letras. Aunque además,Toth era
también el dios del calendario y del tiempo (como Cronos y Gueb).
Un atributo que en
el caso del ibis y de ánades salvajes se explica fácilmente, pues
emigraban y regresaban en igual época del año al Nilo.
Aunque el ibis no es del todo migratorio y algunos permanecen en
Egipto los doce meses; por lo que entendemos que también represente
el conocimiento del ciclo anual desde el punto de vista zodiacal o
estelar. Es decir, que algunas
de estas aves que no migraban, simplemente por su comportamiento
podían revelar las estaciones (no
solo por sus idas y venidas, como el resto de ánades y zancudas).
De ello que representasen o simbolizaran al sabio que conocía los
meses, gracias a la observación del cielo -como
la cabeza del ibis- (23)
.
.
Para
comprender lo anteriormente expuesto hemos
de tener muy en cuenta que el año y su duración, en Egipto era un
dogma secreto
-tal como repetidamente apuntamos en todos nuestros estudios donde
hablamos del calendario civil faraónico- (24)
.
Es decir, que siendo evidente que
los sacerdotes conocían el bisiesto desde la más remota antigüedad,
todo apunta a que lo guardaban en celoso secreto con el fin de que la
población no pudiera calcular el día en que vivían
(sin conocer los ciudadanos los astros por sí mismos, o poder
guiarse en el desierto, al no saber la fecha verdadera). El
ciclo anual civil que divulgaban al pueblo era complejísimo
y se basaba en Shotis (Sirio), un astro cuyo año era igual al
sideral de la Tierra. Ello hacía que la anualidad egipcia tuviera
365 días, sobrando un cuarto de jornada anualmente. De
tal manera cada cuatro años el calendario atrasaba un día completo
(por no tener bisiesto); lo
que producía que cada cuatro décadas las fechas tenían ya un
desfase de diez días (todo lo que se vería claramente en las
sombras...).
Debido a ello; si la civilización del Nilo hubiera durado tan solo
unas centurias, quizás sería defendible que no se habían percatado
de tales desfases en las sombras (que en cuatro siglos era de cien
días). Pero el hecho es que el reino de los faraones y sus
monumentos perduraron por casi tres milenios, por lo que tuvieron al
menos que darle dos vueltas completas al calendario... . Todo
lo que narramos supone que normalmente los meses y los días
calendáricos fueran incalculables para los no iniciados, por lo que
el pueblo no sabría realmente en que día astral vivía. Algo que
creemos servía para evitar que aquellos que no estudiaban con el
clero, pudieran conocer bien la bóveda celeste, ni menos orientarse
por las estrellas (o
el Sol); evitando así que huyeran de sus pueblos y menos que ajenos
al poder consiguieran atravesar el desierto, encontrando las ciudades
y los oasis (función
que se reservaba al sacerdocio y a los guías militares).
IMAGEN,
ARRIBA:
Ocas
en Pampliega
(Burgos). Apenas ya se crían
estas aves
en los pueblos de España, aunque antaño
no faltaban en todo lugar donde el agua fluyera (pese
a que pueden criarse en granjas sin apenas agua). Su
utilidad en la Antigüedad era mucha, pues no solo ponen huevos y
tienen una de las carnes de ave mejores; sino que además sirven para
cuidar (tal como hacen los perros). Ya
que al acercarse extraños comienzan a graznar con estrepitoso jaleo
y de intentar invadir su terreno una persona desconocida, suelen
atacar en bandadas (a picotazos y patadas). Por
lo demás, su sabrosa carne era una de las más deseadas por los
pueblos que no comen cerdo;
siendo su cría el equivalente a la del ganado porcino para las
gentes del desierto (que excluyen de su dieta el puerco al ser un
animal devastador en áreas de calor y muy infeccioso en zonas sin
agua).
.
Por
cuanto explicamos, en tierras de Castilla uno de los platos más
típicos (el cocido), en su forma más antigua se hacía al estilo
hebreo: Cocinado tan solo con carne y huevos de oca (al que daban el
nombre de "adafina"). Debido a ello, tras la Reconquista
dejó en parte de criarse y de comerse el pato, por considerarse
alimento de judíos y musulmanes. Aunque posteriormente y por
influencia francesa fueron instalándose nuevos cebaderos de ocas en
la Península, principalmente en las inmediaciones del camino
de Santiago. Motivo por el cual creemos se identificó esa ruta con
las ocas.
.
.
IMAGEN,
ABAJO: Grabado
que representa a Taharka
y su reina Dikahitamanu,
(lámina de Faucher-Gudin, del libro de Lepsius "HISTORY OF
EGYPT..." By G. MASPERO). Observemos
al monarca en su trono, junto su esposa; rodeados de símbolos
totémicos:
El rey tiene cabeza del carnero Ra; sobre este aparece la gran cobra
Mehent; a su lado, la princesa va coronada con el buitre en su frente
(al igual que los dos que presentan ofrendas, lucen una cobra en
igual zona).
Ello, unido a las plumas y otros símbolos que utilizaban los
egipcios, nos indica el carácter absolutamente totémico de su
religión (cuyas bases teológicas explicarían la unión entre los
hombres y los animales).
La
demostración de este tipo de organización y del conocimiento
perfecto del año sideral por los sacerdotes o las élites del Nilo,
se advierte al observar que medían el año marcando su inicio la
jornada en que amanecía la estrella Sirio (cuyo ciclo dura 365 días,
por cuanto cada cuatro años, esta aparece una fecha mas tarde).
Debido a ello, la anualidad completa del calendario egipcio era
llamada "siriaca" y tan solo se daba por finalizada cuando
coincidía la salida de Sirio con un mismo día del año civil
(siendo igual la fecha solar y la siriaca). Esto ocurre cada 1460
años, o lo que es lo mismo cada 365 años multiplicados por 4; que
corresponden al número de días de la anualidad civil egipcia,
multiplicados por el desfase del bisiesto que quitaban. Evidentemente
suponer que quienes tenían el Ciclo Siriaco no conocían el
bisiesto; es como creer que quienes se orientan por millas marinas,
desconocen la medida del Arco terrestre (pues la milla precisamente
es una medida surgida directamente del grado). Por lo demás,
sabiendo que los sacerdotes calculaban perfectamente la hora y el
día, tanto como guiaban sus caravanas a través de las estrellas en
tramos de miles de kilómetros (aplicando tiempo y fecha siriacas).
Todo ello nos debe hacer reflexionar acerca de los conocimientos
astronómicos de los egipcios, que debieron ser tantos como para
dominar prácticamente cuantas estrellas existieron para la
Humanidad, hasta que se inventó el telescopio.
.
Evidentemente,
el pueblo desconocería cuanto hemos referido; del mismo modo que hoy
en día casi todos ignoramos los secretos de la astronomía y la
física moderna; pues tan solo unos pocos son capaces de
comprender los principios de la ciencia avanzada. Pero en el Nilo
se daba tanta importancia los astros y de tal manera era obligado su
estudio, que -como dijimos- sus sacerdotes tenían como misión
fundamental conocer la bóveda en todas las estaciones del año, para
calcular y marcar las horas del día y la noche. De ello la
importancia de medir los rezos para las culturas de origen desértico,
algo que a quienes vivimos fuera de este ámbito nos puede resultar
poco comprensible. Pero realmente, los árabes (y antes los egipcios)
gracias a su deber de rezar cinco veces al día y en horas muy
determinadas, tuvieron la obligación de conocer estas horas -gracias
a lo que pudieron guiarse en el desierto-. Cuanto relatamos puede
resultar extraño, pero hemos de pensar que desde el Renacimiento, es
relativamente fácil calcular la hora con los relojes mecánicos.
Aunque anteriormente fueron sobre todo estas civilizaciones del
desierto las que conocieron bien este arte de saber leerla; con las
sombras en el día y por las estrellas en la noche, algo que de
seguro les otorgó la primacía cultural en la Edad Media. Ya que
sin hora y fecha no hay posibilidad de tomar rumbo social ni en un
viaje entre dunas; un rumbo que normalmente se elegía durante la
noche cuando viajaban las caravanas que dormían y descansaban
tras salir el Sol.
.
De
todo ello se entiende por qué Toth -hombre con cabeza de ibis,
dios del calendario y la sabiduría- era
el totem del clero faraónico; lo que obliga a pensar que
ese ave, además de respetada y venerada por su utilidad, fue
considerada una gran conocedora de los medios de guiarse.
Así
el Ibis Toth, como la Oca Gueb, eran también los dioses del tiempo
climatológico y de las estaciones.
Aunque -como dijimos- el primero lo fué del calendario (del año en
un sentido cósmico), mientras el pato lo era en el aspecto agrario.
Recordemos
que Gueb representaba al día y mas concretamente en su posterior
conversión en Guenguerwr, simbolizaba la apertura del Huevo Cósmico;
por lo tanto significaban el amanecer. Una luz
(solar)
que era el símbolo de la comprensión simple del calendario, sin
necesidad de estudio y valiéndose de sombras.
Pues como vimos, en Egipto los verdaderos días de ciclo anual civil
no se correspondían con el año sideral en que vivían. Por
su parte, Toth pasa a tomar los atributos de Nut (el firmamento en la
noche esposo de Geb) y de la Luna; debido a su curvo pico, similar a
un creciente. De tal manera se convierte el ibis en dios de los
cuartos y del mes lunisolar, una deidad del año regulado, pensado y
razonado; por ello porta sobre sí el disco, espejo y símbolo de
este astro, en su cabeza. Siendo igualmente Toth el dios de la
medicina que cura el ojo del Sol (su luz) que se simboliza en la
Luna apareciendo y desapareciendo (de nueva a llena),
como si al cambiar los crecientes quedase ciego el firmamento. Ese
dios médico va “sanando” las diferencias de intensidad en la
luminosidad de los astros reyes, la del Sol de invierno a verano y la
de la Luna cada 29 días . Con
ello Toth cura aquello que no es mas que la comprensión del el ciclo
anual del Sol y la Luna, que volverán siempre a lucir iguales al
terminar los periodos siderales concatenados. Este
símil que une el Sol y la Luna como los ojos del Universo, que Toth
cura; significa la comprensión plena del calendario (solar y
lunisolar), lo hemos estudiado en profundidad en nuestro trabajo
sobre oftalmología egipcia (25)
.
Cosmogonía donde podemos entender con claridad la espiritualidad del
hombre egipcio y su visión tan bella de la realidad.
SOBRE
Y BAJO ESTAS LÍNEAS:
Arriba,
imagen del escarabajo,
también sagrado en Egipto. Su modo de reproducirse fue visto como
una cosmogonía; al poner los huevos en el estiércol, que luego va
modelando en una bola que empuja, para terminar llevando con sus
patas la “pelota” de detritus y larvas hasta un agujero.
Allí
deposita la bola de estiercol que contiene su furuta prole y que un
día se parte como un "huevo cósmico", naciendo de ello la
vida (“un Universo”).
Pese a ello, el escarabajo debió ser además un insecto de gran
utilidad; quizás al proporcionar quitina (kitosana) en su cáscara,
un alimento hoy práticamente olvidado pero que es altamente
beneficioso -principalmente curativo-. Por lo demás, creo
personalmente que ese insecto quizás cumplió una función
primordial en la limpieza del suelo egipcio; pues sus habitantes no
podían tirar sus detritus al rio (so pena de infectarlo). Así
mantendrían vertederos entre las arenas, donde vaciaban orinales,
que cuidadosamente limpiaban (ya que conocían las enfermedades
infecciosas producidas por la falta de higiene). Por lo que quizás
el escarabajo cumplía una función “regeneradora” de heces
humanas importante, lo que le sacralizó para que se extendiera y
acabase con las plagas que las inmundicias producen.
Por
cuanto hemos narrado, el otro dios egipcio del tiempo Geb (el pato)
es solo un divo del año agrario. Es decir de los días o meses, pero
sin conocimiento del calendario, en la forma que el campesino lo ve y
lo reconoce; principalmente cuando observa las aves durante las
Estaciones (emigrando o criando). Como dijimos, esta fue la
fórmula mas simple para los agricultores de comprender los ciclos
anuales, desde la antigüedad Paleolítica hasta hoy. Realmente
es la mejor que hay para establecer los periodos de labor, ya que
con la venida de las migratorias (y su cría), se sabe cuando se
puede sembrar, recoger o arar. Sin necesidad de estudiar las
fechas, teniendo certeza con gran seguridad de la llegada de la
inundación, lluvia o sequía (o del regreso del frio o el calor). Es
este un ”calendario” que llamamos “agrícola”, pues en muchas
ocasiones no coincide totalmente con uno real (que se aproxima,
pero varía según el clima). Porque la verdad de la agricultura
obliga a fiarse más de la aparición de los patos o de las cigüeñas,
que de las fechas (para laborar con seguridad). Debido a lo que
este año agrario era lo que creemos que simbolizaba Geb, el ánade
que aparecía periódicamente y el calendario realmente el útil para
el pueblo, el que debían mirar los egipcios comunes. Máxime
cuando el civil solía estar desfasado en días, o meses con la
bóveda celeste, coincidiendo en fechas tan solo cada 1461 años... .
.
Como
venimos repitiendo, este medio de conocer las Estaciones valiéndose
de las aves, es el más indicado para el cultivo y la siembra. De
ello deriva, en nuestra opinión, que las voces año y ánade, tanto
como anual y anillo, tengan una misma raíz; significando
originariamente “lo cíclico”. Pues el año se repite
circularmente, de igual forma que cada temporada el ánade emigra
y regresa, en un continuo anillo o ciclo cósmico imperturbable.
Además consideramos a su vez que nuestras palabras “ciclo” y
“círculo” tienen su etimología en una voz fenicia cercana al
sonido “ok” -procedente a su vez esa, del egipcio “aq”- ,
cuyo significado entre los púnicos llego a ser tanto “lo
circular”, como “el ojo” y “el huevo”. Voz fenicia que
daría origen a la letra “o” y que los griegos pusieron como
final de todo (omega). Un carácter en principio redondo, como lo fue
para ellos el “okeanos”, o el “kiklos”. El ciclo, el círculo,
la circunferencia, el circo; tal como también es el huevo (término
que en casi todos los idiomas se relaciona con esta palabra “ok”
fenicia, o con la “aq” egipcia). Voces que consideramos
originadas hace milenios desde ese jeroglífico faraónico “aq”
y que recordamos que se dibujaba como un ánade; significando “pato”;
pero también unas castañuelas, y que se traducía como “estar en
el centro”. Siendo los jeroglíficos de un ánade o de unos
Palillos, lo que nos permite comprender por qué ambos signos
simbolizaban el tiempo: El pato, por cuanto viene y va en unas mismas
épocas marcando las estaciones. Las castañuelas o palillos, porque
marcan el tempo (tiempo o ritmo) musical, y con ello se
identificaban con el corazón y su latido o con el mismo cosmos,
cuyos ciclos marcan nuestro tempo.
.
No
podremos extendernos en el sentido del tiempo filosófico e Egipto y
su relación completa entre el tempo musical y los ciclos del
Universo. Más para consultar el significado de ello recomendamos la
lectura de nuestro estudio “Creación, temperacion e improvisación”
(26) en donde se demuestra que toda la teoría
pitagórica, que “descendía” de las filosofías de los
sacerdotes egipcios y babilonios, se basa en el conocimiento de los
astros y la música. De ello que las relaciones de Espacio y Tiempo,
y de Tiempo como una sucesión de Espacios, que unen la música en
Pitágoras con el Universo. La teoría recogida por el sabio de
Samos, explicaba desde el siglo VII a.C. que las distancias entre los
planetas guardaban una relación directamente proporcional e igual a
los intervalos de la música. Es decir, que del DO al RE y del RE al
MI y del MI al FA etc. hay unos intervalos o distancias iguales en
proporciones que la que los astros tienen ( del Sol a la Luna, de la
Luna a la Tierra etc). A ello se debe, que cada una de las siete
notas se tuviera como cada uno de los siete planetas hasta entonces
conocidos. Por su parte, la Música de las Esferas era la que se
generaba en el Cosmos con el movimiento de los astros, del mismo modo
que nuestra música en la Tierra y con los instrumentos, era creada
por el recuerdo de aquella cósmica, “oida” cuando estuvimos en
“el cielo”. Vibrando las cuerdas y produciendo notas que guardan
iguales intervalos a los planetas, se produce la Armonía Mundi, como
recuerdo de esta armonía universal. En todo ello, el tempo
musical (marcado normalmente con percusión) y el calendario (marcado
por las aves migratorias) tienen un mismo significado, y por esto
consideramos que ambas palabras se pudieron decir “aq”; y así se
dibujó bién como un pato o como unos Palillos. Palabra que como
hemos visto, después pasaría a las lenguas fenicias en la forma
“ok”, y que dió lugar a Oceano (mar circundante), el Ojo y
Huevo. Igualmente, esta voz deformada como “kok”, daría origen
a “kiclos” de donde viene como vimos, ciclo, circulo,
circunferencia etc. Mas todas ellas en nuestra opinión tiene su raiz
en la onomatopeya egipcia del graznido del pato ( ese “aq” que
sería como nuestro “cua”), cuyo sonido significaría en Egipto
antiguo, la llegada de la inundación y la fertilización de las
tierras junto al Nilo (27)
.
IMAGEN,
ARRIBA Y ABAJO: Jeroglíficos
relacionados con el pato, las ocas y los palillos
(dibujados por mí y que ya habíamos recogido). En ellos podremos
ver la relación entre estas aves y el concepto de hijo, huevo,
tiempo, dedos, números, o castañuelas (los palillos que se
figuraban como dos dedos).
.
----------------------------------------------------------------
CITAS:
----------------------------------------------------------------
(1):
RAFAEL
PÉREZ ARROYO; La música en la Era de las Pirámides // Madrid 2008
// Cap. I Periodo predinástico y Tinita"; Apartado "IDIÓFONOS"
: Epígrafe "Tablillas de entrechoque" // Cap. V
“Idiófonos en el Imperio Antiguo” (chacletas con figuras
grabadas).
(2):
El
nacimiento de Horus desde un pene reconstruido (en algunos casos con
forma de Ankh), se contempla en algunas versiones mas antiguas del
mito egipcio. Dicho falo falso de Osiris, hecho en madera o esculpido
en una gran talla, se veneraba en algunos de los templos de Isis
(donde las mujeres exhibían y paseaban la verga sagrada, como
símbolo de fertilidad).
(3):
Para
ampliar conocimiento sobre el tema, recomendamos leer nuestros
artículos:
-
DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses
de la Fertilidad; Min o Minu egipcio. -RELACIÓN
DEL SEXO Y LAS ENFERMEDADES VENÉREAS CON EL MAL DE OJO, SU
PLASMACIÓN EN LAS JOYAS QUE LO EVITAN-
(de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro
de El Carambolo. Parte XXX). VER:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-8.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses de la Fecundidad y su posible significado calendárico -de Egipto a Japón-. -VEMOS LA RELACIÓN PLANETARIA DE LA SEXUALIDAD Y SU CONEXIÓN DIRECTA SOBRE EL OJO Y SUS MALES, PLASMADO EN LOS DIOSES DE LA LUZ-(de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXI). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-9.html
- Dioses de la fertilidad, de la luz, del Sol y del oro; diosas del agua, de la Luna y la plata. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXII). -MÁS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA SEXUALIDAD Y LA LUZ, TODO ELLO UNIDO A LOS TALISMANES Y JOYAS QUE ALEJABAN EL MAL DE LAS TINIEBLAS; EL AOJO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/12/1-6.html
- DE FALOS, JOYAS Y OTRAS... "BOLLAS". Continuación: Dioses de la Fecundidad y su posible significado calendárico -de Egipto a Japón-. -VEMOS LA RELACIÓN PLANETARIA DE LA SEXUALIDAD Y SU CONEXIÓN DIRECTA SOBRE EL OJO Y SUS MALES, PLASMADO EN LOS DIOSES DE LA LUZ-(de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXI). VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/11/1-9.html
- Dioses de la fertilidad, de la luz, del Sol y del oro; diosas del agua, de la Luna y la plata. (de Lo invisible en la mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXII). -MÁS SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA SEXUALIDAD Y LA LUZ, TODO ELLO UNIDO A LOS TALISMANES Y JOYAS QUE ALEJABAN EL MAL DE LAS TINIEBLAS; EL AOJO- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/12/1-6.html
-
FIESTAS DE LA LUZ, LA TIERRA Y EL AGUA. (De: Lo invisible en la
mitología: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte
XXXVI). -DEIDADES
DE LA FECUNDIDAD RELACIONADAS CON EL BIEN Y LA PROSPERIDAD; SU
REPRESENTACIÓN A TRAVÉS DE LOS METALES PRECIOSOS; LA CELEBRACIÓN
DE SUS FIETAS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/01/1-8_30.html
- EL DIÓS OJO, QUE TODO LO CURA (De: Lo invisible en la mitología, Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXVII).-SENTIDO CURATIVO VENÉREO DE LA JOYERÍA; TALISMANES QUE PROTEGEN CONTRA EL MAL DE OJO Y LAS ENFERMEDADES- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/02/1-8.html
(4): Costumbres recogidas y descritas por Heródoto en Euterpe (LXXXV y LXXXVI).
- EL DIÓS OJO, QUE TODO LO CURA (De: Lo invisible en la mitología, Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo. Parte XXXVII).-SENTIDO CURATIVO VENÉREO DE LA JOYERÍA; TALISMANES QUE PROTEGEN CONTRA EL MAL DE OJO Y LAS ENFERMEDADES- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2012/02/1-8.html
(4): Costumbres recogidas y descritas por Heródoto en Euterpe (LXXXV y LXXXVI).
(5):
GRAN
DICCIONARIO DE LA MITOLOGÍA EGIPCIA (pag 56 y ss) // Elisa Castel //
Ed. Aldebarán// Madrid 2001
(6):
HORAPOLO,
Hieroglyphica, por Jesus Ma. González de Zárate; AKAL 1991 //
capítulo
XXI, jeroglífico "Oca"
(7):
Acerca
del significado de Uranos, como dios descendiente del Varuna
indoeuropeo, recomendamos ver los primeros capítulos de la MITOLOGÍA
COMPARADA de Max Müller (Edicomunicación Mad; 1996)
(8):
REVISTA
FOLKLORE 313 ; Obra
Social y Cultural de Caja España.
Plaza
Fuente Dorada, 6 y 7 - Valladolid, 2007.
// EL
JUEGO DE LA OCA Y SU TOTEM ANADE (Continuación)
Angel Gómez-Morán Santafé
(9):
HIGO,
HIGA, HÍGADO Y AOJO (Magia, religión y medicina); Angel Gómez-Morán
Santafé // en el "Cuerpo y la tradición" Publicado por
Fundación Joaquín Díaz; Valladolid 2008.
(10):
GRAN
DICCIONARIO DE LA MITOLOGÍA EGIPCIA (pag 56 y ss) // Elisa Castel //
Ed. Aldebarán// Madrid 2001 // ARTICULO: "Guenguenwr"
(11):
Para
la relación entre el Ónfalos y la oca ver nuestro artículo de la
revista Folklore ya citado en (8)
. Aunque unos estudios mucho más profundos acerca del Ónphalos y su
significado podemos encontrar en mis artículos:
-
OMPHALOS, MERIDIANOS Y PARALELOS EN LA ANTIGÜEDAD -los santuarios
ibericos y su situación en el Grado 38,5º Norte- (Capítulo 105 de:
"Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo"):
DESCUBRIMOS CÓMO SE HALLABA EN LA ANTIGÜEDAD LA LATITUD, USADA
FUNDAMENTALMENTE PARA ORIENTARSE. FINALMENTE DESCUBRIMOS QUE A LA
ALTURA DEL TEMPLO DE APOLO DE DELFOS (38º37´ Norte) SE ENCUENTRAN
LA MAYORÍA DE LOS TEMPLOS IBÉRICOS DE TIEMPOS EN QUE LOS HELENOS
FUNDARON SUS COLONIAS EN LEVANTE.
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2015_06_01_archive.html
-
SECRETOS DE LOS ORÁCULOS (Capítulo 106 de: "Los bueyes de
Gerión en el Tesoro de El Carambolo"): LLEGAMOS A LA CONCLUSIÓN
DE QUE LOS OMPHALOS SITUADOS EN LOS TEMPLOS ORACULARES TIENEN SUS
ORÍGENES EN PUNTOS GEODÉSICOS. MÁS CONCRETAMENTE PUEDE DEMOSTARSE
QUE LA FUNDACIÓN DE GIZA EN EL PARALELO 30º, O DE ATENAS EN EL 38º;
SE LLEVARON A CABO POR MOTIVOS DE ORIENTACIÓN. SITUADOS SOBRE PUNTOS
GEODÉSICOS, IMPRESCINDIBLES DURANTE LA ANTIGÜEDAD PARA PODER VIAJAR
Y LOCALIZAR POBLACIONES.
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2015_07_01_archive.html
-
PUNTOS GEODÉSICOS Y PIEDRAS MEGALÍTICAS: OMPHALOS Y MARCAS DE
ORIENTACIÓN (Capítulo 107 de: "Los bueyes de Gerión en el
Tesoro de El Carambolo") : Continuamos analizando las latitudes
durante la Antigüedad, exponiendo su relación con la Serpiente
Cósmica (Constelación de Dragón). Así como la difiusión del
mundo megalitista, que se extendió desde Portugal y Bretaña hacia
todo Occidente y el uso de los cromplechs y menhires como
observatorios o puntos de orientación. Describimos la localización
de las ciudades antiguas ibéricas, conforme a Latitud descrita por
Ptolomeo y otros. Terminando por hablar de las "aras terminalis"
y el posible significado de los toros vettones de granito, como
piedras de demarcación y protección. PARA LEER, PULSAR:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2015/08/nuevo-articulo-anadido-secretos-de-los.html
(12):
Acerca
de los conocimientos sobre geodesia que existían en el Mundo Antíguo
y sobre la figura de Eratóstenes de Cirene, recomendamos leer mis
artículos:
-METROLOGÍA
EN EL MUNDO ANTIGUO: Sobre ponderales y modelos de logitud; hipótesis
peninsulares prerromanas (parte cuarta).
1.-
METROLOGÍA EN EL MUNDO ANTIGUO: Sobre ponderales y modelos de
logitud; hipótesis peninsulares prerromanas (parte primera).
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2014/05/metrologia-en-el-mundo-antiguo-sobre_3354.html
2.-METROLOGÍA
EN EL MUNDO ANTIGUO: Sobre ponderales y modelos de logitud; hipótesis
peninsulares prerromanas. CONTINUACIÓN (parte segunda).
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2014/05/metrologia-en-el-mundo-antiguo-sobre_4016.html
3.-
METROLOGÍA EN EL MUNDO ANTIGUO: Sobre ponderales y modelos de
logitud; hipótesis peninsulares prerromanas. CONTINUACIÓN (parte
tercera).
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2014/05/metrologia-en-el-mundo-antiguo-sobre_5.html
(13):
De
esta manera lo recoge Heródoto
Los nueve libros de la Historia, IV, XLII "navegaban otra vez;
de suerte que, pasados así dos años, al tercero, doblando por las
columnas de Hércules, llegaron al Egipto, y referían lo que a mí
no se me hará creíble, aunque acaso lo sea para algún otro, a
saber, que navegando alrededor de la Libia tenían el sol a mano
derecha. Este fue el modo como la primera vez se hizo tal
descubrimiento".
(14):
FUENTES
SOBRE EL MINOTAURO: Estrabón, Geografía 10. 4. 8 // Calímaco Himno
4 a Delos 311 // Pseudo-Apollodorus, Biblioteca 3. 8 - 11 ; 3. 213
; 7 - 1. 9 //Diodoro Siculo, Biblioteca de la historia 4, 61. 4 ; 4,
77. 4 // Pausanias, Descripcion de Grecia 1. 24. 1 ; 1. 27. 10 ; 2.
31. 1 // Ovidio Metamorfosis 8, 130 ss // Virgilio Eneida 6, 24
(15):
HORAPOLO,
Hieroglyphica, por Jesus Ma. González de Zárate; AKAL 1991 // Cap
VII jeroglífico 3º “Viejo que cultiva la música”
(16):
Platón,
Diálogo; FEDON: 86
(17):
Idem
cita (15)
(18):
Idem
cita (15)
(19):
Pag
98 del GRAN
DICCIONARIO DE LA MITOLOGÍA
EGIPCIA // Elisa Castel // Ed. Aldebarán//
Madrid 2001
(20):
Isis
y Osiris; PLUTARCO // Traducción A. Vázquez-Prego // Glosario, pag
153 "ibis" // edición Lidium // Buenos Aires 1986
(21):
Elisa
Castel ; EGIPTO: SIGNOS Y SÍMBOLOS DE LO SAGRADO. // Aldebarán 2006
// artículo "ibis".
(22):
ACERCA
DEL COMPORTAMIENTO Y EL SIGNIFICADO DE LOS DELFINES EN LA ANIGUA
GRECIA DESEO RECOGER LAS PALABRAS QUE UNA "PROFESORA QUE NO
FIRMA" NOS OFRECE EN el enlace:
http://griegoelaios.blogspot.com.es/2008/10/historias-de-delfines.html
ΓΝΩΘΙ
ΤΟΥΣ ΑΛΛΟΥΣ
BLOG
DE UNA PROFESORA DE GRIEGO DE ENSEÑANZA
SECUNDARIA DE ZARAGOZA.
DONDE
TEXTUALMENTE DICE:
"Recientemente
se ha publicado un vídeo grabado por científicos japoneses en el
que se observa cómo unos delfines se desviven por evitar que uno de
sus congéneres ,que está herido, se ahogue . Es un ejemplo más de
la inteligencia y solidaridad de estos animales tan sociables que no
suelen rehuir la compañía del ser humano .
La
noticia me ha hecho recordar lo que la tradición griega cuenta
acerca del poeta Arión,inventor del ditirambo , quien según cuenta
en su Historia Herodoto ,tan amigo de este tipo de anécdotas, fue
salvado por un delfín de morir a manos de los marineros que lo
transportaban cuando volvía a Corinto desde el sur de Italia con la
gran fortuna que había amasado gracias a su dominio del arte poética
y musical . Al ser amenazado de muerte por los codiciosos marineros
corintios, Arión les pidió como último deseo antes de morir que le
dejaran interpretar un poema al son de cítara y revestido de sus
mejores galas. Nada más hacerlo se tiró al mar ,donde lo recogió
un delfín que lo llevó en su lomo hasta la costa de Corinto, donde
el tirano Periandro, después de asegurarse de la "veracidad"
de la historia ,dio su merecido castigo a los marinos.
No
es la única aparición de estos animales en la religión y mitología
griegas ni tampoco es casual, pues desde muy antiguo los habitantes
del Mediterráneo convivieron con estos animales en sus viajes por
mar y pudieron observar su buen carácter .Ya los antiguos minoicos
adornaban sus palacios con imágenes de este cetáceo que estaba
asociado al culto a Apolo ,uno de cuyos epítetos es "delfinios".
Se contaba que este dios se convirtió en delfín para transportar
desde Creta a los constructores de su santuario en Delfos.
El
delfín era también uno de los animales asociado a Posidón ,el dios
del mar, que debía agradecer su unión con Anfítrite a la
colaboración de uno de ellos. Precisamente, la razón de que en los
hipódromos se adornaran con figuras de delfines los contadores de
vueltas de las carreras como la que se recrea en una mítica escena
de la película Ben Hur, era que el caballo es el otro animal
atribuido a Posidón .
La
diosa Afrodita se representa a menudo acompañada de delfines porque
había nacido de la espuma del mar y el arte funerario etrusco
representa a los delfines transportando las almas a la Islas
Afortunadas".
POR
LO DEMÁS, HEMOS DE AÑADIR QUE TAL COMO EXPRESA PLUTARCO, QUE MATAR
DELFINES SE CASTIGABA ENTRE LOS HELENOS CON LA PENA DE MUERTE
(23):
Citas
72, 73 75 del Glosario. Obra mencionada en (20)
(24):
Tratábamos
ampliamente sobre los dogmas del calendario en nuestro artículo:
REVISTA
FOLKLORE 313 ; Obra
Social y Cultural de Caja España.
Valladolid,
2007.
// EL
JUEGO DE LA OCA Y SU TOTEM ANADE (Continuación)
Angel Gómez-Morán Santafé
(25):
Capítulo
sobre el mal de ojo, y su relación con la medicina: HIGO,
HIGA, HÍGADO Y AOJO (Magia, religión y medicina); Angel Gómez-Morán
Santafé // en el "Cuerpo y la tradición" Publicado por
Fundación Joaquín Díaz; Valladolid 2008
(26):
Angel
Gómez-Morán Santafé: Creación,
temperación e improvisación en
SIMPOSIO
SOBRE PATRIMONIO INMATERIAL;
LA
VOZ
Y
LA IMPROVISACIÓN
(pags.
34 y ss) Fundación Joaquín Díaz Valladolid 2008.
Liberada en la Red y en mi página de Academia Edu.
(27):
Para
ampliar conceptos entorno a cuanto expresamos, recomiendo leer mis
páginas en Terrae Antiqvae
o
bien visitar mi blog DE CNOSSOS A TARTESSOS
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario